Josefina
Chávez
El 10 de mayo fue
difundido en YouTube un video, titulado, QUIENESQUIENJAL2012 donde se señala a Enrique Alfaro Ramírez,
candidato del Movimiento Ciudadano a
la gubernatura de Jalisco, como “Alfaro a favor del aborto”.
En realidad,
Alfaro, cuando fue diputado local, no votó ni a favor ni en contra de las
reformas a la constitución local que en 2009 legislaron el “derecho a la vida desde la
concepción”, a iniciativa de la derecha. En el mismo video se ataca a la
Dra. Guadalupe Ramos integrante de CLADEM como parte de un “Movimiento
feminista abortista”. Para las integrantes del Pacto por la Vida la Libertad y los Derechos de las Mujeres
el video difundido responde “a la práctica deleznable de utilizar los derechos
de las mujeres como chantaje electoral”, denunciando que este tipo de prácticas
hostiles, además de contribuir a viciar el ambiente electoral, tratan de
descalificar y deslegitimar la trayectoria de la Dra. Lupita Ramos, poniendo en
riesgo la integridad de la compañera también integrante del Pacto.
Múltiples
organizaciones de Jalisco (Agenda Feminista
Jalisco, Red por los Derechos Sexuales en México, CLADEM Jalisco, Instituto
Multidisciplinario de Desarrollo Social Yocoyani A.C., Colectiva Diversiless,
Pacto Nacional por la Vida la Libertad y los Derechos de las Mujeres,
Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, Colectivo ¡Las Queremos
vivas!) denunciaron en una conferencia de prensa el 23 de mayo que, además
del video, han aparecido mantas que vinculan el tema del aborto con el discurso
de la criminalización. Se trata de “atacar y estigmatizar el derecho a
decidir de las mujeres y denostar al candidato que la derecha panista, priísta
y padillista consideran el principal enemigo a vencer”.
Integrantes de Agenda Feminista emplazaron a
Enrique Alfaro y Jorge Aristóteles (candidato del PRI) a un debate público
sobre una propuesta de derechos de las mujeres en donde se prioricen los
argumentos y no “sus creencias, gustos o prejuicios”. Les llamaron a poner
hora, lugar y día para ese debate.
Lo que está
sucediendo en Jalisco, es una fuerte presión al candidato del Movimiento Ciudadano por parte de
sectores panistas, partido que se ha dividido en el estado, lo cual podría
perfilar el triunfo de Enrique Alfaro. De ahí que la presión de estos grupos en
el tema de aborto ha estado presente en diversos actos de campaña. Y al
mismo tiempo es parte de una “guerra sucia” del PRI y de los sectores más
derechistas y ultraderechistas que pretenden restar votos a esta
candidatura.
Obviamente la
posición de Alfaro con respecto al aborto no ha sido firme. El ataque de la
derecha quiere presentarlo como “abortista” como chantaje para que se deslinde,
previa satanización del tema.
Efectivamente cuando Alfaro fue diputado local no
votó a favor de la iniciativa que la derecha presentó en diversas legislaturas
locales contra el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Pero
tampoco votó en contra. Simplemente se salió de la sesión al momento de la
votación. Esta visión electoralista (que considera que hay temas incómodos para
una perspectiva electoral y que hace culto del atraso) la ha vuelto a utilizar
ahora, en medio de la campaña para gobernador, que es coincidente con la
elección presidencial. Después de estos ataques, Alfaro se ha manifestado “a
favor de la vida” y contra “la cultura de la muerte”. O sea, ha cedido a las
presiones de la derecha, por conveniencia electoral, no importándole la
criminalización que se hace del tema y de la lucha de las feministas.
Todo ello ocurre
en un contexto donde, efectivamente, la campaña del PAN para gobernador del
Estado va en declive, como en la campaña presidencial. Es una derrota muy
importante para el PAN quien ha gobernado Jalisco por varios sexenios. Refleja
un desgaste y desprestigio de este partido en una de las plazas de mayor fuerza
de la ultraderecha.
Es en ese contexto que el gesto de Alfaro cediendo a la
presión derechista -ya no saliéndose por la tangente como lo hizo cuando fue
diputado- ni siquiera planteando consulta democrática al respecto como lo hace
AMLO, sino pronunciándose contra el aborto, concediendo en que eso es parte de
una supuesta “cultura de la muerte” cuando tiene enfrente la verdadera “cultura
de la muerte” que es la “guerra contra la delincuencia” de Felipe Calderón, es
un error.
Efectivamente,
todo indica que Enrique Alfaro puede ganar la elección para gobernador de
Jalisco. La intención de voto hoy aparece polarizada entre Alfaro y el
candidato del PRI. Los candidatos del PAN y del PRD han quedado atrás. Hay ya
un movimiento de panistas llamando a dar “voto útil” por Alfaro, a no desperdiciarlo
por el candidato del PAN, para evitar que llegue el PRI. Es decir, se
profundiza la división en las filas del PAN.
¿De qué parte viene el ataque
contra Alfaro señalándolo como “abortista”? De los panistas que están por el
“voto útil” que le exigen concesiones para hacer más aceptable su voto? O del
sector alrededor del candidato oficial del PAN para desprestigiar a Alfaro
mostrándolo como “abortista” o como oportunista no confiable que cambia su
posición al respecto según le convenga electoralmente?
Ciertamente hay
una gran ilusión entre la gente en Jalisco por sacar al PAN del gobierno y la
conciencia de otro sector por impedir el regreso del PRI (también en
Guadalajara ya se ha empezado a expresar el nuevo movimiento juvenil impactado
por el #Soy 132).
Es una dinámica real -que es parte también de la dinámica
nacional alrededor de la candidatura de AMLO por el “cambio verdadero”-, para
lo cual se requiere una posición firme, coherente, y no de concesiones a la
derecha, ya sea sobre el aborto o sobre otro tipo de negociación, a cambio del
“voto útil” panista.
Enrique Alfaro
está obligado a escuchar a todos los grupos sociales y todas las
posturas: ¿Aceptará el debate público? ¿O pensará que dialogar con quienes
trabajan en la defensa de los derechos de las mujeres y tienen una opinión
contraria a la suya en temas sensibles para las mujeres de Jalisco, no le abona
votos a su campaña?
Es probable…..
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