domingo, 7 de julio de 2019

Se exige respuesta adecuada de autoridades del ámbito público y privado ante el #MeTooMx

Quienes suscribimos la presente -mujeres representantes de la academia, la sociedad civil, personas expertas en derechos humanos y violencia de género- exponemos nuestra postura frente al clima que se ha generado sobre el #MeTooMx y sus hashtags vinculados.

Reconocemos la situación de violencia sistemática que ataca la seguridad y vida de las mujeres, limitando el pleno ejercicio de sus derechos, en este caso particular, los relativos a la educación y al trabajo en condiciones de igualdad y dignidad.

La ola de denuncias hechas en estos días desde los diferentes hashtags del #MeTooMx, son solo un ejemplo del carácter estructural de la violencia de género. Dan cuenta de cómo la violencia en espacios laborales y escolares son prácticas presentes y normalizadas en diferentes ámbitos de la vida social. Son testimonio también de que las instituciones han fallado en garantizar el acceso de las víctimas a la justicia, preocupación que por cierto fue externada por el Comité CEDAW en julio de 2018, en ocasión del informe del Estado mexicano.

Las respuestas agresivas que se han hecho contra las denuncias, son muestra de cómo la violencia en general, pero estas formas particulares, están profundamente normalizadas de manera que se siguen reproduciendo formas históricas que promueven la impunidad y perpetuación de la violencia contra las mujeres.

Valoramos el rompimiento del silencio por parte de las mujeres que se han atrevido a hablar y suscribimos la postura de la Colectiva Periodistas Unidas Mexicanas1 al reconocer la diferencia entre “confidencialidad” y “anonimato”. Nos pronunciamos a favor del derecho que tienen las víctimas de brindar su testimonio de manera confidencial.

Afirmamos categóricamente que los efectos que está teniendo el rompimiento del silencio son producto de la violencia y omisión de las autoridades, no de las mujeres que alzaron la voz.

Nuestra posición además enfatiza que la presunción de inocencia va acompañada de la presunción de buena fe de la víctima, tal como se establece en la Ley General de Víctimas.2 Ambas presunciones cobran sentido y relevancia dado que es la autoridad la que está obligada a investigar.

En este sentido, afirmamos que el Estado está cometiendo una grave omisión al no investigar los hechos que están siendo denunciados. Consideramos al Estado en un sentido amplio, sin limitarnos a las funciones del Ministerio Público, ya que en todos los casos, las autoridades tienen la obligación de garantizar una vida libre de violencia, cumplir con la debida diligencia y en su caso, por lo menos, iniciar de oficio las investigaciones por delitos como la violación sin parte querellante. Los testimonios recabados por los hashtags del #MeTooMx dan muestra que hay un amplio margen de denuncias que deberían ser investigadas, por las instituciones e industrias de donde emergen, de acuerdo a sus procedimientos internos y con las obligaciones reforzadas que ya establecen las normas vigentes por el propio interés de garantizar espacios laborales, escolares y sociales dignos y libres de toda discriminación y violencia.

Entre las obligaciones señaladas por las leyes, además de la investigación, se encuentra la prevención, con el objetivo de consolidar relaciones sociales sustentadas en los derechos humanos. El silencio de las autoridades ante estas denuncias está propiciando el encono y la confrontación social, por lo que urgimos a su respuesta integral y oportuna ante las denuncias y en este contexto. ( Pronunciamiento firmado por más de 300 mujeres publicado el 3 de abril de 2019)
1 Ver Comunicado 3. Sobre las denuncias CONFIDENCIALES de acoso, hostigamiento y violencia sexual publicadas en @PeriodistasPUM. 1 de abril de 2019.
2 http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGV_030117.pdf

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