domingo, 7 de julio de 2019

Las mujeres responden en Brasil

Juliana Farias*

Traducción del portugués de Tania Sairi Gómez Hernández

Hay quien dice que la última noche vieja marcó, para Brasil, un retorno del año 2018 a 1964. Aunque es larga la lista de elementos que permiten la comparación entre la dictadura empresarial-civil-militar que inició en 1964 y el actual momento histórico, el balance automático no hace justicia al cuadro político que se vivió antes, durante y después de las últimas elecciones presidenciales en Brasil.
Durante los veinte días transcurridos entre la primera y la segunda vuelta electoral, cuatro asesinatos evidenciaron los perversos efectos de la campaña bolsonarista: 1) en la madrugada del día 8 de octubre, en el barrio da Federação, en el estado de Salvador da Bahia (BA), Romualdo Rosário da Costa, conocido como “Mestre Moa do Katende”, fue apuñalado hasta la muerte luego de declarar públicamente que había votado por el candidato del PT (Partido de los Trabajadores);1 2) en la madrugada del día 16 de octubre, en la plaza Largo do Arouche, ubicada en pleno centro de São Paulo (SP), Priscila fue asesinada a cuchilladas mientras se escuchaban gritos de “Bolsonaro presidente” y “con Bolsonaro presidente, la caza de venados será legalizada”;2 3) la noche del día 18 de octubre, en el centro del municipio de Aracaju, estado de Sergipe (SE), Laysa Fortuna fue apuñalada hasta la muerte por un hombre que amenazaba a trasvestis por las calles de la región, exhibiendo sus genitales y afirmando que si Bolsonaro fuese electo presidente, todas las personas trans serían asesinadas;3 4) el día 21 de octubre, en Santo André, región metropolitana de São Paulo (SP), Kharoline fue acuchillada por un grupo de hombres que también exaltaban a Bolsonaro.4
De los casos mencionados, una de las víctimas era un hombre cisgénero negro, las otras víctimas eran mujeres transexuales cuya pertenencia racial no fue divulgada y los victimarios, en todos los casos, eran hombres cisgénero cuya pertenencia racial tampoco fue divulgada.5 Este conjunto de crímenes se suman a los plasmados en el Atlas de la Violencia 2018 sobre la desigualdad racial en Brasil y los homicidios contra la población negra: “En 2016, por ejemplo, la tasa de homicidios a negros fue dos veces y media superior a la de no negros (16% contra 40.2%). Entre 2006 y 2016, la tasa de homicidios a negros creció 23.1%, y en los no negros tuvo una reducción de 6.8%. La tasa de homicidios a mujeres negras fue 71% superior respecto al de no negras”.6
Es necesario mencionar que los datos publicados en el Dossier de Asesinatos y violencia contra trasvestis y transexuales en Brasil en 2018, se comprueba la afirmación de que Brasil es hoy el país que más personas transexuales mata en el mundo, también señalado por la ONG Transgender Europe (TGEU) que revela que entre el 01 de octubre de 2017 y el 30 de septiembre del año pasado, 167 personas transexuales fueron asesinadas en Brasil.7

Los cambios con Jair Bolsonaro
En la primera medida provisoria firmada por el nuevo presidente, el 1 de enero de 2019, la población LGBTI+ fue retirada de las directrices ministeriales. El antiguo Ministerio de Derechos Humanos fue transformado en Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, con la medida provisoria No. 870, que estableció la reestructuración de los órganos de la presidencia y los Ministerios.8 Además, se nombró ministra a Damares Alves, mujer que se declara públicamente contraria a la legalización del aborto,9 fue coordinadora del Movimiento Nacional de la Ciudadanía Brasil sin aborto y del Movimiento Nacional Brasil sin Drogas; ocupó la posición de asesora jurídica del Frente Parlamentario Mixto por la Familia y a Favor de la Vida, del Frente Parlamentario de Combate a las Drogas y del Frente Parlamentario Evangélico en el Congreso Nacional.
La designación de Damares Alves se conecta con las movilizaciones iniciales del Senado Federal, que aprobó por mayoría de votos la reactivación de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) No. 29 de 2015, que “altera la constitución federal para agregar, en el artículo 5º, la explicitación inequívoca de la inviolabilidad del derecho a la vida, desde la concepción”.10 Tal articulación entre diferentes segmentos del gobierno federal se coloca como un obstáculo a una de las más fuertes banderas del movimiento feminista nacional e internacional, que defiende el aborto legal, seguro y gratuito.
Otras transformaciones nocivas, desde el punto de vista de la garantía de derechos, son las extinciones del Ministerio de Cultura, del Ministerio de Desenvolvimiento Social y del Ministerio de Deportes; y la asignación de sus competencias a un único ministerio, el actual Ministerio de la Ciudadanía. También fueron extintos el Ministerio del Trabajo, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Planeación, Desenvolvimiento y Gestión y el Ministerio de Comercio Exterior y Servicios; cuyas competencias fueron reducidas a un otro nuevo ministerio, el Ministerio de Economía.
Ante este contexto político, es imprescindible que estemos atentas en la actualización de determinadas tecnologías gubernamentales del control de los cuerpos que se ejercen tanto a través de enmiendas constitucionales como de prácticas rutinarias de agentes del Estado que actúan como punta de lanza –un proceso de actualización continua de políticas de estado, marcadas por la conexión histórica entre violencia de género y racismo. Para avanzar en este aspecto del debate, vale incorporar al texto el argumento de la defensora pública Lívia Casseres, cuando afirma que en el caso de la criminalización del aborto, “el derecho está al servicio de proyectos de discriminación sistemática" y que "más allá de una selectividad racista, la incriminación del aborto para las mujeres brasileñas significa el ejercicio de un poder de muerte".

Un régimen de Estado: discriminación, crimen… terror
Al crear las condiciones para la discriminación sistemática, la elección legislativa por una política penal para el aborto refuerza los mecanismos que sujetan a las mujeres negras a un régimen político de sub-ciudadanía, y alimenta la continuidad del racismo, entendido como proceso histórico y político.11 Considerando la lógica racista del Estado y su conexión con la violencia, es importante resaltar la firma de un decreto que flexibiliza las reglas para la posesión de armas; el decreto No. 9.685, del 15 de enero de 2019, redactado por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y finalizado en la Casa Civil.12
A partir de este decreto, se amplia la validez del registro de armas, la validación de la necesidad de la posesión que antes era realizada por la Policía Federal, deja lugar a un examen simplificado de la declaración de efectiva necesidad,13 producida por la propia persona interesada en la adquisición de armas de fuego de uso permitido; además de la nueva exigencia de que “en la hipótesis de residencia habitada también por niños, adolescentes o personas con deficiencia mental, presentar una declaración de que la residencia cuenta con una caja de seguridad o un lugar seguro con cerradura, para su almacenamiento”.14
Más allá de los cambios legislativos y burocrático-administrativos, son muy preocupantes los efectos al incentivar la utilización de armas de fuego en un país que ya lidera el ranking de muertes por armas de fuego en el mundo, seguido por Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela, Guatemala, de acuerdo con el estudio Global Mortality from firemans 1990-2016.15 Entre los años de 1980 y 2016, 910 mil personas fueron asesinadas con el uso de armas de fuego en Brasil;16 dato más terrorífico si no hubiese entrado en vigor, en el año 2003, el Estatuto de Desarmamento, según los cálculos realizados por Cerqueira y De Mello.
Retomando, entonces, los datos sobre los homicidios en Brasil explicitados en la parte inicial del texto, agrego otras dos informaciones para dar continuidad a la línea de razonamiento que se ha ido desarrollando aquí: si, por un lado, la violencia en el país es evidente por el número de hombres negros jóvenes que son ejecutados por agentes del Estado armados y en servicio; por otro lado, también destaca el número de mujeres víctimas de agresión por arma de fuego, cometidas por personas con las que ellas mantenían o habían mantenido relaciones sexo-afectivas. Dos semanas después de la firma del decreto que flexibilizó las reglas para la posesión de armas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo público un comunicado de prensa en el que expresaba “su preocupación por la prevalencia alarmante de asesinatos a mujeres por motivo de estereotipos de género en Brasil”.17 Según este comunicado, en los primeros 34 días del año 2019, ocurrieron, en Brasil, 126 asesinatos de mujeres en razón de su género y 67 tentativas de asesinato.
Aun cuando las armas de fuego no sean el único instrumento utilizado para tales asesinatos, el incremento del número de personas que tienen armas de fuego en sus casas es extremadamente preocupante, por la posibilidad del aumento de otros tipos de violencia que atañen mayoritariamente a las mujeres. Según se puede ver en los datos del Sistema de Informaciones de Agravios de Notificación (Sinan, por sus siglas en portugués), a partir de los registros de las agresiones con presencia de armas de fuego por el Ministerio de Salud, la mayor parte de las notificaciones de violencia psicológica (93%), tortura (71%) y violencia sexual (96%), se concentra en las mujeres.

La actuación de las mujeres
Mujeres movilizadas ante los riesgos que representa el Decreto 9.685, publicaron, en todo el país, relatos de episodios de violencias sufridas por ellas o por sus familiares, acompañados del hashtag #SeEleEstivesseArmado (si él estuviese armado), que figuró entre los trending topics de Twitter.18 El protagonismo de las mujeres en las críticas al nuevo decreto confirmó los resultados de las investigaciones según las cuales la mayoría de las mujeres se oponía a la posesión de armas. De acuerdo con las encuestas del Instituto de Investigaciones Datafolha, realizadas en diciembre de 2018, entre las mujeres entrevistadas, 71% pensaban que las armas deberían ser prohibidas, porcentaje que caería hasta el 51% entre los hombres; del total de personas entrevistadas, 61% se posicionaron en contra de la liberación de la posesión de armas de fuego.19
El impulso a la utilización de armas de fuego –marca de la campaña bolsonarista–, sumado al comportamiento misógino y de fobia a las comunidades LGBT por parte del presidente de la república, son denunciados constantemente por los defensores de los Derechos Humanos local y global. Los organismos de Derechos Humanos internacionales siguen atentos a cada paso dado por el actual gobierno; más allá del posicionamiento de la CIDH sobre el número de asesinatos a mujeres durante los dos primeros meses de mandato de Bolsonaro, la ONU también se pronunció, solicitando al jefe del ejecutivo la continuidad de los programas destinados a las mujeres.20
Las críticas a las medidas del gobierno bolsonarista se multiplican en las paredes de las calles, en los medios de comunicación, en actividades universitarias o en las parodias de los desfiles del carnaval. El mes de marzo, día internacional de la mujer, y a un año de la ejecución de la concejal carioca Mireille Franco, se preparó, una extensa agenda feminista de actividades. Para el día ocho, especialmente, los actos públicos y marchas lanzan convocatorias con consignas como: “¡Mujeres contra Bolsonaro! ¡Vivas por Mireille! ¡En defensa de la seguridad social, la democracia y los derechos humanos!” seguidas del hashtag #8MContraBolsonaro.
Aprendemos las unas con las otras, discutiendo los feminismos en su pluralidad. Elegimos a 77 mujeres como diputadas federales (26 más que en 2014); de estas, trece son mujeres negras y una indígena (Joenia Wapichana, la primer mujer indígena electa al Congreso Nacional de Brasil). En las legislaturas estatales, el nuevo formato de mandatadAs colectivAs conquistó espacio en el estado de Penanbuco, con JUNTAS (grupo legislativo formado por cinco mujeres del PSOL), y en el estado de São Paulo con la Bancada Activista (formada por siete mujeres y dos hombres).
Cada día surgen nuevos colectivos feministas en las favelas, en las universidades, en las escuelas secundarias. Seguimos con la frente en alto por nosotras mismas y por todas las que ya no están. Por Mateusa y Mireille. Por Priscila, Laysa y Kharoline. Por Claudia, Luana, Dandara y Herika. Por Iolanda, Maria Rosa, Rejane, Caroline, Selma, Ana Célia, Tamires, Milena, Vanilma, Maria Dalvina, Jocelaine, Eliane, Amanda, Maria Lucia, Jocimara, Mariana, Simone, Santina, Geanne, Josilene, Cássia, Cíntia e Débora, seguimos en pie de lucha.

* Juliana Farias es doctora en Sociología por el Programa de Sociología y Antropología de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (PPGSA/UFRJ, por sus siglas en portugués).

Referencias
2 El apellido de Priscila no fue dado a conocer, la víctima no llevaba documento de identificación y el Movimiento LGBT local tuvo que intervenir para que ella no fuera enterrada como indigente. Ver: https://www1.folha.uol.com.br/cotidiano/2018/10/grupo-se-mobiliza-para-evitar-que-travesti-seja-enterrada-como-indigente-em-sp.shtml.
5. Asociación Nacional de Trasvestis y Transexuales de Brasil (ANTRA) y el Instituto Brasileño Trans de Eucación (IBTE). El informe de la TGEU está disponible en: https://transrespect.org/en/tmm-update-trans-day-of-remembrance-2018/. https://www.google.com/maps/d/u/0/viewer?mid=1O4mvhh3OTAFp61U4sUb5hArN4r5uEYBX&ll=-12.81728684546615%2C-47.43337159999999&z=5
6 IPEA, FBSP, 2018.
7 Publicada en el Diario Oficial brasileño. Disponible en: http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_Ato2019-2022/2019/Mpv/mpv870.htm
8 Publicada en el Diario Oficial Brasileño y está disponible en:http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_Ato2019-2022/2019/Mpv/mpv870.htm
9 Estoy en contra del aborto. Ninguna mujer quiere abortar. Ellas llegan hasta el aborto porque, posiblemente, no tuvieron ninguna otra opción. La mujer aborta creyendo que se está desembarazando (sic) pero no lo está”. Testimonio disponible en: https://www1.folha.uol.com.br/poder/2018/12/gravidez-e-problema-que-dura-so-9-meses-diz-nova-ministra-das-mulheres.shtml.
10 El contenido de la PEC, así como su tratamiento, pueden ser revisados en: https://www25.senado.leg.br/web/atividade/materias/-/materia/120152.
11 Casseres, 2018.
13 Decreto No. 9.685, del 15 de enero de 2019.
14 Idem.
17 El documento está disponible en:http://www.oas.org/pt/cidh/prensa/notas/2019/024.asp


Referencias

Benevides, Bruna; Nogueira, Sayonara (2019). Dossiê ASSASSINATOS e violência contra TRAVESTIS e TRANSEXUAIS no Brasil em 2018. Associação Nacional de Travestis e Transexuais do Brasil (ANTRA). Instituto Brasileiro Trans de Educação (IBTE), Brasil, 2019.
Casseres, Livia. “Racismo estrutural e criminalização do aborto no Brasil.” en SUR – Revista Internacional de Direitos Humanos. Edição 28. Conectas: São Paulo, dez/2018.
Cerqueira, Daniel y De Mello, João Manuel (2012). Menos armas, menos crimes. Textos para discussão No. 1721. IPEA, Brasília, março/2012.
Efrem-Filho (2016). Corpos brutalizados: conflitos e materializações nas mortes de LGBT. Cadernos Pagu, n. 46. Campinas. pp. 311 – 340.
GBD 2016 Injury Collaborators. Global Mortality From Firearms, 1990-2016. JAMA. 28 Aug 2018; 320(8):792-814.


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