En la actualidad estamos
frente a un reto, la necesidad de reconocer que los derechos
conquistados gota a gota, no son una realidad para la mayoría de las
mujeres en el país y en el mundo. La crisis del sistema capitalista
patriarcal ha profundizado la desigualdad, las políticas
neoliberales han intensificado la opresión y explotación de las
mujeres y de los seres humanos, la desigualdad es una brecha
dolorosa. Lo más preocupante en estos tiempos, además de la
violencia sistémica en contra de los cuerpos de las mujeres, es la
crisis ambiental climática que tiene profundas implicaciones para el
futuro de la humanidad.
La Huelga Internacional
de las Mujeres ha sido desde 2017 la clave del estallamiento. La
profundidad de su impacto al visibilizar el trabajo no reconocido de
las mujeres para la reproducción social, ha introducido nuevos
elementos y aportes para el surgimiento de nuevos paradigmas para el
desarrollo de un feminismo crítico del sistema capitalista, para la
mayoría de las mujeres y nuevas formas de construcción del
internacionalismo. Las mujeres a la vanguardia de las luchas sociales
incorporando todos los malestares, las denuncias, reclamos, y
exigencias que cuestionan profundamente al sistema patriarcal
capitalista.
El movimiento, la
transgresión de las mujeres crece como un
continum.
Estamos en América Latina, devastada por las políticas
neoliberales, frente a un hecho inédito, es aquí en esta región,
en donde surge una rebelión de las mujeres. Que recorre toda la
región con sus especificidades pero sin lugar a dudas en todos los
países, de la Patagonia hasta el Rio Bravo. La magnitud de lo que
está ocurriendo con las mujeres en todas las regiones del mundo, es
un despertar profundo de las conciencias, la voz de las mujeres con
sus diversos orígenes, tonalidades, colores, un horizonte para
entrelazar las luchas, los movimientos. Donde las demandas todas
expresan los saldos negativos y violentos del sistema; el feminicidio
el dolor que atraviesa a todos nuestros países; el coloniaje con su
vigencia cotidiana, la violencia sexual en todas sus formas, la
explotación y la trata de mujeres que ha dejado saldos de miles de
desapariciones; el racismo, lesbofobia, transfobia; la
criminalización de las mujeres que luchan en la defensa del
territorio y del medio ambiente, contra el extractivismo y la
devastación de la naturaleza. Por eso las exigencias son comunes, el
respeto a la vida y a los derechos de todas las mujeres. La exigencia
de políticas públicas para la erradicación de la violencia, la
explotación de las mujeres, de justicia, de estados laicos sin
religiones que intervengan en las decisiones de las mujeres en torno
a su maternidad, en las opciones sexuales de las personas. Con la
herramienta de la huelga, de las redes sociales, de la solidaridad,
las mujeres están en lucha por la libertad y la autonomía.
Este año el 8 de marzo,
se desarrolló la tercera Huelga Internacional, las mujeres salieron
a las calles, nuevos contingentes como en Chile mostraron su
vitalidad renovada. Mas mujeres se suman, los procesos organizativos
y las alianzas se profundizan y se discuten estrategias para el
fortalecimiento del internacionalismo feminista.
En el contexto político
nacional del nuevo gobierno se ha colocado con más visibilidad la
demanda histórica por la legalización del aborto, iniciativas de
diputadas y senadoras en las cámaras, nuevas funcionarias que se
pronuncian por la despenalización. Sin embargo el tema no es
prioritario en la agenda política de los partidos en las cámaras.
Al mismo tiempo la derecha religiosa, que ahora ocupa algunos curules
y un protagonismo renovado, potenciado con las alianzas electorales
con Morena y que se mueve estratégicamente, continúa su política
de ofensiva ideológica y legislativa en el tema de aborto, por la
“familia natural”, de los derechos sexuales y reproductivos, del
matrimonio igualitario y en la educación sexual en las escuelas. En
estos temas enfrentamos un horizonte complejo, frente al avance de la
ultraderecha en la región.
Sin duda el impacto de
la Marea Verde, la lucha por el aborto legal en Argentina en 2018 ha
dado un nuevo impulso a la lucha por el aborto en México. El 6 de
marzo la iniciativa Marea Verde mexicana realizó intervenciones
colocando mantas en puentes peatonales en 20 ciudades del país. En
la Ciudad de Monterrey en una marcha inédita en ese ciudad, las
mujeres salieron a las calles después de la votación en el congreso
local por el ”derecho a la vida desde la concepción”.
La lucha en contra del
feminicidio es la demanda que se escuchó en los más de 22 estados,
en donde las mujeres se movilizaron. Según
datos de ONU Mujeres en el país se cometen alrededor de 9
feminicidios al día.
En muchas de las movilizaciones han estado presentes las críticas y
exigencias al nuevo gobierno, tanto por las nuevas orientaciones de
corte asistencialista como por los recortes presupuestarios con
impacto en temas diversos como: guarderías, refugios para mujeres
victimas de violencia, apoyos para proyectos de organizaciones de la
sociedad civil, desaparición de programas y otros. Las exigencias
de las mujeres movilizadas este 8 de marzo incluyeron el rechazo a la
creación de la Guardia Nacional dirigida por militares; en el país
hay una larga lista de afrentas cometidas por el Ejército, Marina y
cuerpos policiacos que han generado contextos que posibilitan el
desplazamiento forzado, feminicidios, desapariciones, tortura. Muchas
voces de mujeres indígenas y del espectro del feminismo crítico al
nuevo gobierno en estas jornadas señalaron el rechazo a la
realización de megaproyectos de corte neoliberal que atentan contra
los recursos naturales como ha sido la propuesta del Tren Maya, el
corredor Transísmico, el Tren México-Querétaro, el Proyecto
Integral Morelos.
Por otro lado es
interesante destacar que en ciudades como Monterrey, Morelia, Puebla,
Sonora, las compañeras reportaron sus acciones como inéditas. Hay
estados en donde claramente se observa que hay procesos organizativos
y de alianzas que se han desarrollado y/ o fortalecido al calor de la
Huelga Internacional. Sin embargo el panorama nacional es sumamente
complejo y diverso. Un desafío es potenciar los procesos
personales, colectivos, estatales. Profundizar la escucha y las
habilidades para hacer enlaces entre las diferentes expresiones del
feminismo, buscar los puntos que nos unen y que pueden ser de acción
conjunta, el reconocimiento y el respecto a la diversidad. Somos
parte del ascenso de las luchas de las mujeres en el mundo para
cambiar al sistema, la cuarta Huelga Internacional de Mujeres ya se
esta preparando en todas las latitudes. ¡Sumémonos!. Organicemos en
todo el país, asambleas, reuniones, talleres, mítines, marchas,
superemos la fragmentación, necesitamos enfrentar el avance la
derecha religiosa, el ataque al estado laico, la militarización, las
violencias machistas y patriarcales, la pobreza y la migración con
alianzas feministas y solidaridad con los movimientos y las mujeres
que resisten las políticas capitalistas seremos más fuertes. ¡Este
es nuestro tiempo¡.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario