domingo, 7 de julio de 2019

La violencia contra las mujeres: una emergencia nacional


Desde 1997, en las páginas de nuestra revista se alertaba sobre las amenazas de la narcopolítica y la militarización. Años después, en la guerra que inició Felipe Calderón en 2007 contra el narcotráfico, recurrió a los militares para labores de seguridad detonando una crisis humanitaria y de derechos humanos sin precedente en el país. Los saldos de esa guerra son miles de familias afectadas y más de 40 mil personas desaparecidas, además de la criminalización de la protesta y de la libertad de expresión, hostigamiento y asesinatos de periodistas y defensoras de derechos de las mujeres, incremento del feminicidio en todo el país que no logra parar ninguna política pública.
Es necesario señalar que la reciente creación de la Guardia Nacional, con militares y marinos ha sido uno de los peores mensajes del nuevo gobierno y de la legislatura para las mujeres en un contexto donde las alertas de violencia de género han fracasado. Sin embargo, es necesario visibilizar y reconocer que las mujeres han tenido grandes aprendizajes en estos años de guerra, pues éstas han fortalecido la resistencia y la organización colectiva con respuestas puntuales al exigir justicia frente a los múltiples casos de feminicidio, de desapariciones de mujeres, de persecución y hostilidad a luchadoras sociales y el alto nivel de violencia política contra candidatas en las pasadas elecciones presidenciales.
Las políticas hacia las mujeres del nuevo gobierno encabezado por Andrés López Obrador, quien arribó al poder producto de las elecciones históricas del año pasado, han abierto un debate nacional complejo, contradictorio, intenso y cotidiano. La aplicación de una política de austeridad en el caso de las mujeres ha generado tensiones, desconciertos y reacciones de protesta como ha sido el recorte al programa de guarderías, refugios para mujeres víctimas de violencia, recortes de programas para las organizaciones civiles, entre otros. Sara Lovera contribuye con elementos de análisis en torno a los primeros impactos del nuevo gobierno, los claroscuros para las mujeres producto de las omisiones y los cambios en las políticas de género.
En la Ciudad de México las mujeres enfrentan diversas violencias en el espacio público, destacando recientemente las denuncias por intentos de secuestro a mujeres jóvenes en el Metro y alrededores, lo que llevó a una movilización en el mes de febrero. María Fernanda Arellanes reflexiona sobre dichas desapariciones de mujeres y relaciona los hechos con grupos de delincuencia organizada de trata de mujeres y la impunidad que hay frente al fenómeno.
La demanda histórica del movimiento feminista: derecho al aborto legal, seguro y gratuito, se coloca en primera línea en la coyuntura latinoamericana feminista con el impulso dado por las argentinas el año pasado. En el país ha sido retomada y visibilizada con más fuerza y cada vez es más frecuente que en las calles, en actos formales e informales, emerja el pañuelo verde, símbolo indiscutible de este nuevo aliento, aún cuando no es agenda prioritaria en las fracciones parlamentarias ni del nuevo gobierno que estableció una alianza electoral con sectores religiosos evangelistas. Sobre este tema Circe López Riofrío señala la necesidad de la despenalización como una forma de reparación del daño a las niñas y adolescentes víctimas de violación en el estado de Michoacán.
Por tercera ocasión, el 8 de marzo del 2019 la Huelga Internacional de las Mujeres se realizó en varios países, evidenciando que las mujeres están en la punta del cambio mundial. Aquí publicamos el manifiesto de la Internacional Feminista que desde el 2017 es impulsado por intelectuales y activistas de diversos lugares del mundo, en esta ocasión con el énfasis en la importancia de generar un encuentro mundial de mujeres para el intercambio de experiencias y fortalecer la organización internacional. En torno a esta movilización Josefina Chávez nos hace un breve recuento de las acciones y demandas en el país.
La llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia en Brasil, ha significado el avance de la derecha de corte fascista en la región. Ante ello las mujeres brasileñas han encabezado un importante movimiento durante el proceso electoral del año pasado en contra de esta candidatura y sus políticas reaccionarias, racistas y homófobas evidenciadas con las muertes de mujeres y hombres activistas sociales. La brasileña Juliana Farías, colaboradora de la revista, nos presenta una panorámica de impacto de esas políticas y de las implicaciones y resistencias frente al decreto que permite la posesión de armas.
El 2 de octubre del año pasado se cumplieron 50 años del movimiento estudiantil que cimbró al país y las movilizaciones estudiantiles que se llevaron a cabo incorporaron como una de las demandas la denuncia de varios casos de feminicidio y la inseguridad que vive la comunidad estudiantil; así mismo emergieron una serie de publicaciones sobre la participación de las mujeres en ese memorable movimiento. Una nueva colaboradora, Graciela González Phillips, se pregunta sobre qué luchas dieron las mujeres para liberarse del autoritarismo patriarcal en 1968, su investigación nos aporta información y elementos sobre el impacto del movimiento que sacó a las estudiantes al ámbito público y sus contradicciones.
La lucha en contra del acoso sexual en las universidades ha sido visibilizado y denunciado por las estudiantes de forma más contundente desde 2016, de ello da cuenta la marcha nacional organizada en contra de las violencias machistas en el mes de abril de ese año. Desde entonces, el movimiento ha crecido y se ha extendido a varios estados, sin duda estamos ante una generación de mujeres que no se calla y opta por la denuncia pública frente a la falta de políticas en las universidades para enfrentar esta problemática de violencia sexual y acoso. Verónica Cruz narra la experiencia de la lucha desarrollada en la Universidad de Guanajuato, donde el acento y debate se refiere al dicho de la víctima y su relevancia. El caso paradigmático de la Universidad de Guanajuato deja importantes aprendizajes y referencias.
La naturalización de la violencia está en jaque ante el tsunami que ha significado el movimiento Me Too mexicano que explotó en las redes sociales a fines del mes de mazo y principios de abril. Para Anais Abreu D’Argence: “Lo que se ilumina de pronto es el silencio”. Su texto es una reflexión, escrita al calor de los hechos denunciados y las polémicas desatadas, en torno a la legitimidad o no de la denuncia pública de las mujeres por acoso sexual que viven cotidianamente en los diversos espacios de trabajo. Sobre el tema se publican dos textos de las iniciativas que surgieron a raíz del MeToo mexicano: “Declaratoria Foro #MeTooMx” y “Se exige respuesta adecuada de autoridades del ámbito público y privado ante el #MeTooMx”
Este movimiento, con seguridad, será de largo alcance por el impacto social y mediático de las denuncias.
Para nuestra colaboradora Julia Pérez Cervera la migración es producto de la profundización de la desigualdad de las políticas neoliberales, que obliga a un número cada vez mayor de mujeres y niños a emigrar. En su texto nos presenta su particular enfoque crítico sobre las políticas y acciones asistencialistas en el caso del fenómeno de la migración.
Stefania Tapia Marchina, desde el referente de la economía feminista analiza cual es la carga que llevan las mujeres en la estructura económica neoliberal, así como sus dinámicas.
Hace 22 años Nellys Palomo fue una de las fundadoras de la revista, integrante del Comité Editorial y feminista visionaria, a diez años de su partida la recordamos con cariño; Patricia P. Illescas resume un intenso y emotivo homenaje que prepararon las compañeras de Kinal Antzetik. Nuestra contraportada en esta edición se suma a la exigencia de justicia para María del Sol Cruz Jarquín, víctima de feminicidio. Soledad Jarquín nos informa de la cadena de impunidad en el proceso de su hija.
Finalmente, hay que destacar que frente a la política del nuevo gobierno respecto de las mujeres, contradictoriamente, se logró la paridad para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a puestos de representación política. Un avance histórico de las mujeres mexicanas.

Manifiesto 8M, 2019. Hacia la Internacional Feminista

Por tercer año consecutivo, la nueva ola feminista transnacional convoca a un día de movilización global para el 8 de marzo: huelgas legales en los trabajos asalariados –como los cinco millones de huelguistas del 8M de 2018 en el Estado Español y miles más en Argentina e Italia–, huelgas salvajes de las mujeres sin derechos laborales ni protecciones sociales; huelgas desde el cuidado y el trabajo no remunerado; huelgas estudiantiles, pero también boicots, marchas y bloqueo de calles.
Por tercer año consecutivo, mujeres y personas queer en todo el planeta se movilizan contra los feminicidios y contra todas las formas de violencia de género, por la autodeterminación de los cuerpos y por el acceso al aborto seguro y gratuito, por iguales salarios para iguales trabajos, por sexualidades libres, pero también contra los muros y las fronteras, el encarcelamiento en masa, el racismo, la islamofobia y el anti-semitismo, el despojo de las comunidades indígenas y la destrucción de los ecosistemas y el cambio climático.
Por tercer año consecutivo, el movimiento feminista nos da esperanza y una visión de un futuro mejor en un mundo que se desmorona. El nuevo movimiento feminista transnacional es impulsado desde el Sur, no sólo en un sentido geográfico sino en un sentido político, y se nutre de cada territorio en conflicto. Esta es la razón por la cual es anti-colonial, anti-racista y anti-capitalista.
Vivimos un momento de crisis general. Esta crisis no es sólo económica; es también política y ecológica. Lo que está en juego en esta crisis es nuestro futuro y nuestras vidas. Las fuerzas políticas reaccionarias están creciendo y se presentan a sí mismas como la solución de la crisis. Desde Estados Unidos a Argentina, de Brasil a India, Italia y Polonia, los gobiernos de extrema derecha y los partidos políticos construyen muros y vallas en las fronteras, atacan libertades y derechos LGBTQ+, niegan a las mujeres autonomía sobre sus cuerpos y promueven la cultura de la violación, todo en nombre de un retorno a los valores tradicionales y de la promesa de proteger los intereses de las familias de los sectores dominantes. Su respuesta a la crisis neoliberal no es abordar la raíz de sus causas, sino apuntar contra las más oprimidas y explotadas entre nosotras.
La nueva ola feminista está en la primera línea de defensa frente al ascenso de la extrema derecha. Hoy, las mujeres están liderando la resistencia a los gobiernos reaccionarios en varios países.
En septiembre de 2018, el movimiento Ele Não reunió a millones de mujeres que se levantaron contra la candidatura de Jair Bolsonaro, quien se ha convertido en todo el mundo en el símbolo de los planes de la ultra derecha para la humanidad y en el catalizador de las fuerzas reaccionarias en América Latina. Las protestas se dieron en más de 300 ciudades de Brasil y en todo el mundo. Hoy Bolsonaro está librando una guerra contra los pobres, mujeres, LGBTQ+ y comunidades negras. Ha promulgado una reforma de la seguridad social draconiana y relajado las leyes de control de armas. Los feminicidios están disparándose en un país que ya en 2018 tuvo uno de los índices más altos del mundo, y donde el 70% de las mujeres asesinadas fueron negras. En 2019 ya se han producido 126 feminicidios. El movimiento feminista en Brasil está respondiendo a estos ataques y se prepara para movilizar el 8M y el 14M, en el aniversario del asesinato político de Marielle Franco, mientras circula la información de los fuertes lazos entre los hijos de Bolsonaro y uno de los integrantes de la milicia responsable del asesinato.
De modo similar, Non Una di Meno en Italia es hoy el único movimiento organizado confrontando con las políticas misóginas y anti-migrantes del gobierno derechista de la Liga Norte y Cinco Estrellas. En Argentina, es también el movimiento feminista el que lidera la resistencia contra las políticas neoliberales del gobierno de Macri. Y en Chile, el movimiento feminista está peleando contra la criminalización de las luchas indígenas y el sexismo sistemático de un sistema educativo carísimo.
El movimiento feminista está también redescubriendo el significado de la solidaridad internacional y la iniciativa transnacional. En los últimos meses el movimiento feminista argentino usó el evocativo nombre de Internacional Feminista para referirse a las prácticas de solidaridad internacional reinventadas por la nueva ola feminista, y en varios países, como Italia, el movimiento está discutiendo la necesidad de encuentros transnacionales para coordinarse mejor, compartir miradas, análisis y experiencias.
Frente a una crisis global de dimensiones históricas, las mujeres y las personas LGBTQ+ nos estamos levantando con el reto de articular una respuesta global. Después del próximo 8 de marzo, ha llegado el momento de que el movimiento vaya un paso más allá y de convocar a encuentros y asambleas transnacionales: para convertirnos en el freno de emergencia capaz de parar el tren capitalista que corre desbocado, conduciendo a la humanidad y al planeta en que vivimos hacia la barbarie.

Nuria Alabao (periodista y activista, Estado Español)
Cinzia Arruzza (co-autora de Feminismo para el 99%. Un manifesto, Estados Unidos)
Monica Benicio (activista de derechos humanos y compañera de Marielle, Brasil)
Tithi Bhattacharya (co-autora de Feminismo para el 99%. Un manifesto, Estados Unidos)
Julia Cámara (Comisión estatal del 8 de marzo, Estado Español)
Jupiara Castro (Núcleo de Consciência Negra, Brasil)
Lucia Cavallero (Ni Una Menos, Argentina)
Verónica Cruz Sanchez (activista de derechos humanos, México)
Angela Y. Davis (fundadora de Critical Resistance, Estados Unidos)
Marta Dillon (Ni Una Menos, Argentina)
Zillah Eisenstein (International Women’s Strike, Estados Unidos)
Luna Follegati (filósofa y activista, Chile)
Nancy Fraser (co-autora de Feminismo para el 99%. Un manifesto, Estados Unidos)
Verónica Gago (Ni Una Menos, Argentina)
Sonia Guajajara (Articulação dos Povos Indígenas do Brasil, Brasil)
Kavita Krishnan (All India Progressive Women’s Association, India)
Andrea Medina Rosas (abogada y activista, México)
Morgane Merteuil (activista feminista, Francia)
Tatiana Montella (Non Una di Meno, Italia)
Justa Montero (activista feminista, Estado Español)
Antonia Pellegrino (escritora y activista, Brasil)
Enrica Rigo (Non Una di Meno, Italia)
Paola Rudan (Non Una di Meno, Italia)
Amelinha Teles (União de Mulheres de São Paulo, Brasil).
Y muchas firmas más que se fueron sumando.
Colectivo. Marzo 3 del 2019.

2019: Tercera Huelga Internacional de Mujeres


Josefina Chávez

En la actualidad estamos frente a un reto, la necesidad de reconocer que los derechos conquistados gota a gota, no son una realidad para la mayoría de las mujeres en el país y en el mundo. La crisis del sistema capitalista patriarcal ha profundizado la desigualdad, las políticas neoliberales han intensificado la opresión y explotación de las mujeres y de los seres humanos, la desigualdad es una brecha dolorosa. Lo más preocupante en estos tiempos, además de la violencia sistémica en contra de los cuerpos de las mujeres, es la crisis ambiental climática que tiene profundas implicaciones para el futuro de la humanidad.
La Huelga Internacional de las Mujeres ha sido desde 2017 la clave del estallamiento. La profundidad de su impacto al visibilizar el trabajo no reconocido de las mujeres para la reproducción social, ha introducido nuevos elementos y aportes para el surgimiento de nuevos paradigmas para el desarrollo de un feminismo crítico del sistema capitalista, para la mayoría de las mujeres y nuevas formas de construcción del internacionalismo. Las mujeres a la vanguardia de las luchas sociales incorporando todos los malestares, las denuncias, reclamos, y exigencias que cuestionan profundamente al sistema patriarcal capitalista.
El movimiento, la transgresión de las mujeres crece como un continum. Estamos en América Latina, devastada por las políticas neoliberales, frente a un hecho inédito, es aquí en esta región, en donde surge una rebelión de las mujeres. Que recorre toda la región con sus especificidades pero sin lugar a dudas en todos los países, de la Patagonia hasta el Rio Bravo. La magnitud de lo que está ocurriendo con las mujeres en todas las regiones del mundo, es un despertar profundo de las conciencias, la voz de las mujeres con sus diversos orígenes, tonalidades, colores, un horizonte para entrelazar las luchas, los movimientos. Donde las demandas todas expresan los saldos negativos y violentos del sistema; el feminicidio el dolor que atraviesa a todos nuestros países; el coloniaje con su vigencia cotidiana, la violencia sexual en todas sus formas, la explotación y la trata de mujeres que ha dejado saldos de miles de desapariciones; el racismo, lesbofobia, transfobia; la criminalización de las mujeres que luchan en la defensa del territorio y del medio ambiente, contra el extractivismo y la devastación de la naturaleza. Por eso las exigencias son comunes, el respeto a la vida y a los derechos de todas las mujeres. La exigencia de políticas públicas para la erradicación de la violencia, la explotación de las mujeres, de justicia, de estados laicos sin religiones que intervengan en las decisiones de las mujeres en torno a su maternidad, en las opciones sexuales de las personas. Con la herramienta de la huelga, de las redes sociales, de la solidaridad, las mujeres están en lucha por la libertad y la autonomía.
Este año el 8 de marzo, se desarrolló la tercera Huelga Internacional, las mujeres salieron a las calles, nuevos contingentes como en Chile mostraron su vitalidad renovada. Mas mujeres se suman, los procesos organizativos y las alianzas se profundizan y se discuten estrategias para el fortalecimiento del internacionalismo feminista.
En el contexto político nacional del nuevo gobierno se ha colocado con más visibilidad la demanda histórica por la legalización del aborto, iniciativas de diputadas y senadoras en las cámaras, nuevas funcionarias que se pronuncian por la despenalización. Sin embargo el tema no es prioritario en la agenda política de los partidos en las cámaras. Al mismo tiempo la derecha religiosa, que ahora ocupa algunos curules y un protagonismo renovado, potenciado con las alianzas electorales con Morena y que se mueve estratégicamente, continúa su política de ofensiva ideológica y legislativa en el tema de aborto, por la “familia natural”, de los derechos sexuales y reproductivos, del matrimonio igualitario y en la educación sexual en las escuelas. En estos temas enfrentamos un horizonte complejo, frente al avance de la ultraderecha en la región.
Sin duda el impacto de la Marea Verde, la lucha por el aborto legal en Argentina en 2018 ha dado un nuevo impulso a la lucha por el aborto en México. El 6 de marzo la iniciativa Marea Verde mexicana realizó intervenciones colocando mantas en puentes peatonales en 20 ciudades del país. En la Ciudad de Monterrey en una marcha inédita en ese ciudad, las mujeres salieron a las calles después de la votación en el congreso local por el ”derecho a la vida desde la concepción”.
La lucha en contra del feminicidio es la demanda que se escuchó en los más de 22 estados, en donde las mujeres se movilizaron. Según datos de ONU Mujeres en el país se cometen alrededor de 9 feminicidios al día. En muchas de las movilizaciones han estado presentes las críticas y exigencias al nuevo gobierno, tanto por las nuevas orientaciones de corte asistencialista como por los recortes presupuestarios con impacto en temas diversos como: guarderías, refugios para mujeres victimas de violencia, apoyos para proyectos de organizaciones de la sociedad civil, desaparición de programas y otros. Las exigencias de las mujeres movilizadas este 8 de marzo incluyeron el rechazo a la creación de la Guardia Nacional dirigida por militares; en el país hay una larga lista de afrentas cometidas por el Ejército, Marina y cuerpos policiacos que han generado contextos que posibilitan el desplazamiento forzado, feminicidios, desapariciones, tortura. Muchas voces de mujeres indígenas y del espectro del feminismo crítico al nuevo gobierno en estas jornadas señalaron el rechazo a la realización de megaproyectos de corte neoliberal que atentan contra los recursos naturales como ha sido la propuesta del Tren Maya, el corredor Transísmico, el Tren México-Querétaro, el Proyecto Integral Morelos.
Por otro lado es interesante destacar que en ciudades como Monterrey, Morelia, Puebla, Sonora, las compañeras reportaron sus acciones como inéditas. Hay estados en donde claramente se observa que hay procesos organizativos y de alianzas que se han desarrollado y/ o fortalecido al calor de la Huelga Internacional. Sin embargo el panorama nacional es sumamente complejo y diverso. Un desafío es potenciar los procesos personales, colectivos, estatales. Profundizar la escucha y las habilidades para hacer enlaces entre las diferentes expresiones del feminismo, buscar los puntos que nos unen y que pueden ser de acción conjunta, el reconocimiento y el respecto a la diversidad. Somos parte del ascenso de las luchas de las mujeres en el mundo para cambiar al sistema, la cuarta Huelga Internacional de Mujeres ya se esta preparando en todas las latitudes. ¡Sumémonos!. Organicemos en todo el país, asambleas, reuniones, talleres, mítines, marchas, superemos la fragmentación, necesitamos enfrentar el avance la derecha religiosa, el ataque al estado laico, la militarización, las violencias machistas y patriarcales, la pobreza y la migración con alianzas feministas y solidaridad con los movimientos y las mujeres que resisten las políticas capitalistas seremos más fuertes. ¡Este es nuestro tiempo¡.

“Moviendo en los Movimientos… y a las personas”. Huellas de Nellys Palomo a 10 años de su partida



Patricia P. Illescas*

Las integrantes y socias de Kinal Antzetik Distrito Federal, A. C. rendimos homenaje en conmemoración a Nellys Palomo Sánchez, fundadora de la organización, el 8 de junio de 2019, en las instalaciones del Partido Revolucionario de las y los Trabajadores, que fuera su punto de referencia e identidad política, durante su trayectoria de vida en México. Nellys, colombiana de nacimiento y mexicana por convicción, llegó a México hacia el año de 1982 y desde su arribó se involucró en actividades políticas y sociales en el PRT y, posteriormente, en acciones libertarias, feministas, sanadoras y espirituales desde diversos espacios que fue creando en la medida que ampliaba sus saberes y convicciones, guiada siempre por su personal espíritu innovador, contestario, rebelde, anti dogmático, revolucionario, transformador, lúdico, gozoso, abrecaminos y profundamente humano y solidario.
La ceremonia para conmemorar los 10 años de su partida, fue efusiva, emotiva y alegre. Inició con las palabras de Josefina Chávez, miembra del PRT, para dar la bienvenida a las y los asistentes. Las compañeras Janette Corzo y Merit Ichin provenientes de Chiapas y fundadoras junto con Nellys, Yolanda y Micaela de Kinal Antsetik en aquel estado, del cual se desprendió Kinal en el Distrito Federal, realizaron el ritual de inicio con velas de colores, flores, copal y semillas para honrar a los ancestros, a las raíces, a la naturaleza y la madre tierra, tal como Nelly se encargó de ir introduciendo en otros ámbitos para dar fuerza espiritual a las participantes. Janet y Merit ofrecieron a los asistentes, las semillas reservadas por hombres y mujeres indígenas, chiapanecos, para la siembra de maíz y frijol de los colores de las velas, de los cuatro elementos: rojo, morado, blanco y amarillo. La idea fue regar la semilla y hacerlas germinar, como una forma de emular el trabajo de Nellys por sus diferentes caminos. Las personas asistentes, colocadas en un círculo sacaron sus voces para traer su espíritu al espacio.
En el Conversatorio sobre el trabajo de Nellys en el Movimiento Urbano Popular, participó el activista social y político, Marco Antonio Velásquez Navarrete, quien inició en el PRT junto con Nellys, en el año de 1983 el trabajo en las colonias populares de la ciudad de México, teniendo en la Unión Popular Nueva Tenochtitlan-Sur una de sus máximas expresiones.
La compañera Martha Sánchez Néstor, líder indígena de organizaciones como el Grupo Plural por los Derechos de Todas las Mujeres, de la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas, Integrante de la Red Nacional Indígena y del Consejo de Mayoras de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas, dio su testimonio, de la labor de Nellys a favor de la organización de las mujeres indígenas, teniendo como resultado la co-creación de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas en el año de 1996 y al impulso del Movimiento de Mujeres Indígenas de México.
Francisco Cervantes Islas, Psicólogo, Constelador y Biodecodificador, director de Corazonar, Abriendo Senderos Hacia la Reconciliación, expuso el trabajo de Nellys en el Movimiento Alternativo en Salud Mental y Trabajo Psicosocial desde las organizaciones que ésta inspiró y fundó con otros especialistas, tales como: Process Work México, Crecimiento Centrado en Procesos, A.C. y Corazonar, Abriendo Senderos Hacia la Reconciliación.
Una vez expresado a detalle, fechas y contextos en que l@s ponent@s se encontraron con Nellys por primera vez, abordaron las formas de trabajo y estrategias que tenía. Francisco señaló su tenacidad y compromiso vital para encontrar nuevas maneras de abordar el trabajo psico-social desde una perspectiva de la integralidad, siempre apasionada por conocer autores nuevos. Recordó sutrabajo en Centro América para la atención de las personas afectadas por el Huracán Mitch y El Stand en Chiapas, así como la coordinación con especialistas en Bio-energética de Nicaragua, Honduras, el Salvador y Guatemala y el gobierno de Chiapas, respectivamente; el impulso que dio a la formación y dominio de herramientas de trabajo psicosocial: Constelaciones Familiares, el Process Work, el Debriefing, la biodecodificacion biológica de enfermedades, la PsicoGenealogía y hasta el tarot.
Martha destacó el actuar de Nellys desde lo local y lo global, y compenetrarse en el terreno que trabajaba y tener una visión colectiva, de izquierda, con firme convicción de la igualdad de género, y apostarle al empoderamiento de las mujeres indígenas en todos los ámbitos, incluyendo el económico, a través del comercio solidario, con un fuerte apoyo hacia las artesanas pensado también como fortalecimiento de la economía local. Asimismo, recordó los recorridos y visitas a líderes y organizaciones indígenas en diversos lugares del país, así como la participación que tuvo Nellys en las mesas de mujeres y los diálogos de San Andrés, relativos a la COCOPA, las visitas a las madres de Acteal, los eventos sobre mujeres indígenas en las Naciones Unidas, la organización de la visita de Mary Robinson, relatora especial para los derechos humanos de las mujeres indígenas, para denunciar la violación y atropellos de las mujeres indígenas, así como la búsqueda de justicia. También destacó los esfuerzos titánicos por la formación temática, organizativa y política y el desarrollo de políticas de articulación y alianza con las mujeres indígenas del país y del continente americano, mediante el Enlace Continental de Mujeres Indígena (ECMIA), cuyo segundo encuentro fue realizado en México.
Para Marco, el trabajo de Nellys en el MUP fue enérgico, exigente y autoexigente, de una enorme creatividad al usar como estrategia de acercamiento a las problemáticas con las mujeres colonas damnificadas de los sismos los talleres de costura; fue una mujer alegre, fiestera, abierta a considerar que los espacios no sólo eran de trabajo sino oportunos para la real convivencia; insistió en la necesidad de dar elementos formativos y educativos a través del desarrollo de talleres, mediante la metodología de la educación popular, así como la elaboración de escritos para la prensa partidaria Bandera Socialista, bajo el seudónimo de Alicia Ponce.
Otras participantes en el conversatorio señalaron otros aspectos de la vida y obra de Nellys: Hermelinda Tiburcio, líder indígena de la Costa Chica de Guerrero narró su experiencia en la conformación de la Red de Parteras y Promotoras de la Costa Chica de Guerrero; Patricia Rosete, señaló su contribución en la generación del Modelo Autogestivo de Atención a la Violencia de Género y la Salud Sexual y Reproductiva en las Regiones Indígenas (Casa de la Mujer Indígena); Merit Santiesteban comentó sobre los primeros trabajo en las comunidades indígenas en Chiapas, donde fue su traductora en los talleres de costura que impartió a las artesanas y que con el paso del tiempo se volvieron talleres sobre los derechos de las mujeres indígena y, también la experiencia de la fundación de Kinal Antsetik en Chiapas; Josefina Chávez destacó el trabajo en la fracción feminista del PRT, así como su constante y cotidiano trabajo corporal, su desarrollo espiritual y su conexión con los temas chamánicos que compartieron como parte de la dimensión espiritual; finalmente Gloria Tello, exdirectora de Servicios, Desarrollo y Paz A. C. comentó que conoció a Nellys, en los talleres de la UPNT que desarrolló CIDHAL, destacó el papel de las “troskas”, Nellys una de ellas, en la colocación del tema de los derechos sexuales y reproductivos, así como los proyectos imposibles que Nellys gestionaba para formar a las líderes indígenas en sus derechos reconocidos por las convenciones internacionales y, sobre todo, la humildad que Nellys tuvo al reconocer sus errores y el trato amoroso e incondicional con las amigas.
Sin duda el conversatorio mostró la fructífera vida de Nellys en los diferentes movimientos que estuvo presente, muchos de sus saberes y aportes continúan desarrollándose en las localidades, como se observó el video exhibido en el evento. Después de 10 años de distancia de su partida, Kinal Antzetik Distriro Federal A.C, sigue desarrollando la labor a favor del desarrollo de los pueblos y mujeres indígenas.

*Feminista, terapeuta integrante de Kinal Antzetik Distriro Federal A.C.

La justicia para María del Sol se convierte en un cada día.



Por Soledad Jarquín

Un año de distancia es un año de impunidad, esa palabra que se define como el vacío de todo, como la nada. Una cadena de impunidad desde el poder político y económico.
Los errores de la Fiscalía General de Justicia del Estado se convierten en más que un aliado para la familia en un obstáculo que sostiene el poder que se divide en político y económico, los fines de los hermanos Francisco Javier Montero López y Hageo Montero López, el primero Secretario de Asuntos Indígenas de Oaxaca y el segundo candidato a la presidencia municipal de Juchitán de Zaragoza, por quienes ella estaba en eso que llaman “el lugar y el momento equivocado” la madrugada del 2 de junio de 2018, cuando las balas asesinas cruzaron su cuerpo y terminaron con su vida, sus sueños y sus anhelos, y fracturaron para siempre a su familia.
María del Sol Cruz Jarquín era fotógrafa y videasta, tenía aspiraciones que no concretó. El día de su feminicidio estaba junto con Pamela Terán Pineda, médica de profesión, había dedicado sus últimos años a la política en un municipio plagado de inseguridad, un municipio con gran potencial financiero, pero también el noveno más inseguro del país. Adelfo era profesor y fungía como chofer de Pamela. Los tres fueron asesinados.
En 12 meses, dos personas detenidas, una a finales de agosto y no vinculado a proceso el 4 de septiembre de 2018, resultado de una investigación mal integrada, pero también por la acción de un juez coaccionado, que hizo caer el caso que la Fiscalía sostenía, bajo la figura de un testigo que aseguró que fue Jehú G. L. quien detonó el arma de alto poder. El otro detenido, José Eduardo G.C. a finales de mayo pasado y vinculado a proceso irónicamente el 2 de junio de 2019, exactamente un año después, por su participación al “señalar” a las víctimas. Pero nada hace parecer que la justicia sea una realidad. Se trata de los eslabones más débiles de una cadena que debería llevar a quienes ordenaron el asesinato de Pamela, estuviera con quienes estuviera.
Mientras la Fiscalía de Oaxaca, a cargo de Rubén Vasconcelos Méndez, no siguió todas las vertientes de la investigación, ni optó por investigar desde la perspectiva de género, considerando los crímenes como dolosos, el Tribunal Superior de Justicia del Estado ha calificado esos hechos como “negligentes y deficientes” y ha dicho que son feminicidios y que debieron investigarse como tales y, además, dentro de un contexto de violencia política de género.
La Fiscalía dejó fuera los argumentos sobre las implicaciones que tiene la codicia por el poder económico a través del dinero que soplan los vientos de las eólicas; dejó sin investigar la fractura que pudo haber existido entre la planilla del PRI, del que Pamela Terán no era militante, pero tenía gente que la seguía, tan es así que ambos implicados hasta ahora, estaban directamente relacionados con los Montero López, y dejó fuera también hasta la posible venganza contra su padre, Juan Terán, detenido en la cárcel de Tehuantepec, por su implicación en narcotráfico.
Unas horas después del artero crimen los Montero López enviaron a un servidor público de la Secretaría de Asuntos Indígenas a robar su equipo de trabajo de María del Sol: cámara fotográfica, de video y computadora, donde se encontraban pruebas sobre su presencia ilegal en Juchitán, porque siendo ella servidora pública fue enviada a apoyar la campaña política de un candidato priista, aún contra su voluntad y so pena de perder su empleo. Hasta hoy la Fiscalía no ha interrogado al exfuncionario.
Una cadena de complicidades que dejó sin vincular a proceso la carpeta de investigación debidamente integrada por probable delito electoral y que ha dejado sin castigo a los hermanos Montero López, pese a la resolución del Tribunal Electoral de Oaxaca y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes reconocen la comisión de un delito electoral grave.
Por eso la justicia para María del Sol Cruz Jarquín es una persecución cotidiana, sobre un terreno infinito, donde el poder político no da paso a la verdad. José Murat, ex gobernador de Oaxaca, ordena y da protección a los Montero López, los Montero López a Jehú, y Alejandro Murat, el gobernador de Oaxaca, permite la impunidad.




Paréntesis: antiguas reflexiones

Sara Lovera

En 2018 escribí en Palabra de Antígona, lo siguiente: “Hoy como nunca en los años recientes los derechos de las mujeres están en peligro. Eso sucederá si no asaltamos el Congreso; si no armamos alguna acción de impacto que explique a la gente que significan las acciones venideras. Si no decimos con simpleza como se viola el Estado laico, o se recortaran recursos para los programas de género y pasar sistemáticamente por alto la tragedia de la muerte materna, el aborto clandestino, el embarazo en adolescentes y toda la gama de violencias contra las mujeres.
No hemos conseguido lo deseado en 50 años de lucha, pero avanzamos como nunca en términos normativos, en reconocimiento a problemas tan serios como el abuso a niñas y por ello el embarazo adolescente, grave si no reconocemos falta de anticonceptivos que eviten el embarazo no deseado; avanzamos en la construcción de instituciones y en la intención de resolver otros temas, desde políticas públicas hasta un intenso discurso contra los hombres violentos y machistas”.
Luego dije, efectivamente: “… hemos nombrado de mil maneras la violencia insultante contra las mujeres cuya fuente es la discriminación; hemos desplegando campañas en todo México, donde las feministas y algunas autoridades han mostrado preocupación real por las zonas más peligrosas. Nadie duda de ello.
Por primera vez autoridades encabezadas por Enrique Peña Nieto, discursivamente han reconocido el derecho a participar políticamente sin violencia y se reformó la Constitución para ir a la paridad en las listas electorales. No hay deuda que en estos días miles de mujeres están en campaña. No obstante, el peligro de pérdida es real.
No puedo imaginar una mayoría en el Congreso dando para atrás los presupuestos de género; juzgando y tratando de controlar nuestro cuerpo; discursos famiistas al por mayor avalando la idea de que hay que corregir, torturar y secuestrar a una chica por salir de un bar a la una de la mañana, como los casos de servicios de taxis particulares, sin solución hasta ahora…”
En esos días que yo escribía, las feministas y sus grupos, especialmente las más visibles e institucionalizadas, ponían su agenda en plena campaña y escribí: “Aquí algunas de las demandas y propuestas de una agenda que habrá que defenderse, con inteligencia y capacidad plural, pero, como se dice, también, con toda la energía y coraje necesarios.
Mujeres en Plural propuso cambios profundos en el sistema electoral, paridad en todos los espacios y, sobre todo, políticas públicas que garanticen el respeto a los derechos y las libertades de las mujeres… Exigió, el 18 de abril (2018) a la próxima Administración Pública Federal garantizar los logros y avances de las mujeres, fortalecer funciones y recursos del Instituto Nacional de las Mujeres e incluir como prioritaria la igualdad sustantiva en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. El sustento: abonar a la democracia, la igualdad y la libertad, que en México hoy deben fortalecerse. Eso implica reconocer el pluralismo social y la tolerancia ante la diversidad de opiniones y formas de vida…”
Como resultado del Foro Feminista en Defensa del Estado Laico, las mujeres demandaron que se garantice el derecho a la salud, incluida la interrupción legal del embarazo. Agregaron que los candidatos a la Presidencia de la República se aprovechan de la pobreza de las mujeres, las llaman a los mítines para llenar plazas, pero no les hablan de sus derechos, su agenda es conservadora, sentenciaron.
Estas mujeres muchas integrantes del Frente Nacional Feminista están convencidas de que la inseguridad pública, la violencia de género, los feminicidios, el embarazo adolescente, la pobreza y la desconfianza ciudadana, son problemáticas que preocupan a la ciudadanía y demandan soluciones urgentes y efectivas. Naturalmente ningún candidato o candidata ha respondido.
Plantearon su convicción de que se han ganado derechos y no pueden existir retrocesos. Firmaron el pronunciamiento más de 110 organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y activistas de diferentes estados de la República. Se considera que ellas no llevan votos a ninguna parte”.
Y de cara a la evidente religiosidad de los candidatos a la presidencia, que respeten como un principio de laicidad, la libertad de conciencia y de pensamiento en su práctica individual y colectiva para que cualquier persona pueda ejercer libremente el culto o la creencia religiosa que considere.
Como ellas, intelectuales comprometidos/as han manifestado que en esta campaña existen “intentos fundamentalistas para imponer modelos únicos de familia y del ser mujer, que niegan sus derechos y libertades a tomar sus propias decisiones”.
A pesar de los llamados, ocultos en la agenda de las candidaturas, no vistos ni oídos por la comentocracia más ocupada en discutir quién ganará, no logró este grupo la firma de un compromiso. Tampoco las Mujeres en Plural, ni las promotoras del Estado Laico, hay una sordera insultante en esta campaña, como no había sucedido antes. También una excepción, la de Marcos Rascón, el Súper Barrio, quien busca la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, por el partido Humanista.
Todos los demás, cuando llaman a las mujeres a votar, se las llama desde un pensamiento retrógrada, desde el principio que ha derribado la realidad, de ser “el centro de la familia”; se las llama y define como víctimas, no se sabe de qué, pero víctimas a cuyo rescate irán estos prohombres que pretenden dirigir al país.
Lamentablemente, respetables defensoras de los derechos humanos y militantes férreas de partidos y simpatizantes de algunos candidatos, como si estuviéramos en los años 60, hablan y salen a la palestra para defender a los hombres y sus programas, ¿cuál es el que va a resolver los grandes problemas del país?, ¿Cuáles me pregunto? ¿Qué irán a resolver? En un país bañado en sangre, reyerta y despropósitos, hundido por su economía y sin prácticas democráticas, donde el poder del padre es la sombra cotidiana y permanente. En plazas y auditorios, en discusiones y mesas redondas, con locutores y locutoras sin conciencia y con una corriente de mujeres sin altavoces. Veremos.


La 4T para las mujeres ¿un retroceso anunciado o un cambio de luces y esperar?

 

Sara Lovera

Durante casi 50 años, desde la aparición del feminismo de los años 70, las feministas queríamos ir más allá de la búsqueda de derechos formales dentro del sistema, por eso interpelamos sus instituciones básicas: la familia, el matrimonio, la iglesia, la prohibición del aborto y la negativa a la libertad sexual y la libre opción. Y la denuncia sistemática de la violencia contra las mujeres. Queríamos transformar el mundo patriarcal, sus bases económicas y consecuencias sociales y culturales.
Demandamos el cese a todas las instituciones de explotación de los seres humanos y el fin de la opresión femenina. Empujamos hacia un real Estado Laico. Fue así como el feminismo de los años 70 tuvo su halo revolucionario en el sentido más profundo de la tradición comunista.
Si hacemos un balance, veremos que en esa crítica y demanda a la vez logramos casi nada. No sólo porque no derribamos al sistema capitalista/patriarcal, sino porque la propuesta de cambio revolucionario no tuvo perspectivas o no tuvo futuro. Aunque sería reflexión para otro espacio, hay que decir, que si bien en aquel momento, que parecía crucial en México, se erigía el sueño con aires libertarios en todas partes, no teníamos idea del sincretismo religioso, ni del profundo carácter subordinado de nuestra sociedad, ni entendíamos los resortes del poder en distintos niveles de la cotidianidad mexicana: la familia y el padre; el valor de las mujeres y el control social lentamente construido en las distintas etapas históricas de nuestro país.
De ahí que de la agenda feminista de esa época, apenas conseguimos el aborto legal en la Ciudad de México, el matrimonio gay en tres de las 32 entidades del país, una tímida política de educación sexual, el reconocimiento político y declarativo de los derechos a la diversidad y ya!!!!!
En cambio, hemos presenciado la incapacidad social y gubernamental para parar la violencia contra las mujeres; ni pensar en hacer justicia a las víctimas de violencia feminicida y castigar a los criminales. Tampoco conseguimos caminar mucho en la educación para la igualdad, la no discriminación y el respeto de los Derechos Humanos, por más que todo ello esté dibujado en leyes, reglamentos y discursos. Incluso con la edificación de instituciones, que acaban por ser burocráticas e ineficaces.
Por ejemplo, es una situación lamentable que a 30 años (1989) de la creación de las primeras agencias de delitos sexuales en la capital del país, no sirvan para nada en cuestión de investigación y solución de casos; de las primeras políticas públicas de colaboración con el feminismo, sobre todo el institucionalizado, no ha podido eliminar, como quisiéramos el pensamiento y la acción patriarcal que mantiene la base ideológica de las instituciones del sistema: matrimonio, heterosexualidad, iglesia, delito de aborto, maternidad y sacrificio y negativa al placer de las mujeres. Pocos cambios en ello. Además vemos que la violencia contra las mujeres es cotidiana. Incluso en los espacios festinados como un gran logro, los de la política y el ascenso a los puestos de decisión.
De cara a esta situación, ¿qué es lo que si sucedió? En poco más de 30 años, casi 20 después de un cambio en la Constitución sobre la igualdad de las mujeres, efectivamente se ha transformado todo el andamiaje jurídico legal que “garantiza derechos a las mujeres” en la perspectiva de quienes hoy se identifican como “la mafia del poder”, así como en la ruta de la primera mitad del siglo XX esa de la igualdad de jure pero no de facto. Algunos cambios eran necesarios para la sobrevivencia del capitalismo, como la política del control natal que no, la libre decisión sobre el embarazo.
Cambios jurídicos necesarios para el desarrollo de lo que hoy también se conoce como neoliberalismo o capitalismo avanzado. Los brazos femeninos son necesarios para el trabajo de las grandes corporaciones y no para mecer la “maravillosa vida de un bebé”. No ha operado el cambio de mentalidades. No hubo una revolución cultural. Nos seguimos enfrentando a un pensamiento mágico y retrogrado, donde la “mujer es divina” pero no es libre; donde es la “santa y buena” siempre que yo la controle.
En esas circunstancias llegó la Cuarta Transformación (4T). Dicen que es poco tiempo para juzgar al gobierno. No lo creo. Está muy clara la ruta. El programa está fundado en los sueños, intenciones, deseos del presidente Andrés Manuel López Obrador, un hombre bien intencionado, cristiano, deseoso de que haya paz y concordia, a través de sus deseos, alejado del marco legal y constitucional establecido. Incomparable con cualquier gobernante “hipócrita” que tampoco respetaba el marco constitucional establecido.
El anuncio es eliminar todo el sistema. Cambiarlo todo. Me parece que es claro que así será. Cambios todos de práctica política y formas de organización, pero no atenta contra las bases sólidas del sistema capitalista. Con el agravante particular de un pensamiento atrasado del papel de las mujeres, de su libertad. Por tanto pensando en los pobres, ni siquiera de le ocurre suponer que habría que librar de la opresión a las mujeres.
Como sustento de lo anterior se exponen datos que explican como la 4T no está considerando, ni siquiera dentro del sistema, la condición social, económica y política de las mujeres. Como dentro del capitalismo patriarcal, no se está contra su esencia; por eso digo: estamos respecto de las mujeres en franco retroceso. No se trata de palabras, sino de hechos, pues se disminuyó el presupuesto y han desaparecido algunas instituciones (véase Paréntesis antiguas reflexiones).
El contexto
Hoy las mexicanas siguen discriminadas social, laboral, familiar y políticamente. Son las más pobres y están en condiciones totalmente desiguales en la economía.
Al 14 de febrero último, en comunicado de prensa INEGI informó sobre los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, dijo que la Población Ocupada Informal, que agrupa todas las modalidades de empleo en esa circunstancia (sector informal, trabajo doméstico remunerado de los hogares, trabajo agropecuario no protegido y trabajadores subordinados que aunque trabajan en unidades económicas formales, lo hacen en modalidades fuera de la seguridad social) cerró en 30.7 millones de personas. El 55 por ciento son mujeres.
La Población Ocupada en el Sector Informal (que se refiere a la población ocupada en unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa) alcanzó un total de 14.9 millones de personas en el último trimestre de 2018
Para el especialista David Kaplan Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 24.1% de las mujeres trabajadoras son independientes fuera del sector agropecuario con una tasa de informalidad de 80.7%, versus 19.8 % de hombres trabajadores con una tasa de informalidad de 70.5 %. Él hace otra lectura con excepciones, quedándonos con 55.8 % del empleo femenino y 59.6% del masculino, llegamos a una tasa de informalidad de 32.0% de las mujeres y 40.3% de los hombres.
Sobre desigualdad, la CEPAL afirma que, aunque entre 2002 y 2016 se lograron avances en términos de inclusión social y laboral, persisten brechas estructurales que afectan mayormente a las mujeres, los jóvenes, indígenas, afrodescendientes, y personas con discapacidad. En este escenario, México, junto a Brasil y Panamá, aparece como uno de los países con mayor desigualdad entre las familias, respecto a la distribución de la riqueza, seguida de la desigualdad por ingresos, y la desigualdad en la propiedad de activos financieros (préstamos bancarios, contratos de alquiler, acciones).
En el caso de México, la CEPAL plantea que, con base en las condiciones actuales, sería hasta 2035 cuando nuestro país alcance las metas de reducción de pobreza, siempre y cuando mantenga un desempeño similar al histórico en materia de crecimiento y reducción de la desigualdad.
La pobreza y la pobreza extrema afectan de distintas formas a la población según el área en que reside y sus características sociodemográficas. Por ejemplo, la tasa de pobreza es 20% mayor para la población que reside en las áreas rurales, en comparación a la que reside en zonas urbanas. El documento también explica que, tanto la pobreza como la pobreza extrema tienen una mayor incidencia entre las mujeres que entre los hombres, en el rango de 20 a 59 años.
El segundo grupo más afectado por la pobreza son los niños, niñas y adolescentes de hasta 14 años; seguido de las personas de entre 35 y 44 años, y las personas de 65 años y más. En las personas indígenas, la tasa de pobreza duplica la de las personas no indígenas ni afrodescendientes. El último factor relacionado con la pobreza es la actividad económica que realizan las personas.
Una de las medidas, plantea la CEPAL, para reducir los índices de pobreza, desigualdad y los déficits de la inclusión social, es reforzar las políticas sociales y laborales, además de abordar de manera explícita las desigualdades de género para evitar su profundización y avanzar en su superación.
Hace poco, en víspera del Día Internacional de la Mujer, las 87 organizaciones que participan en la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT) y la internacional Save of Children llamaron, por separado, a las autoridades mexicanas a emprender políticas públicas para garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia y con ello cumplir con las normas nacionales y los tratados internacionales.

Nueve asesinatos al día
En México cada día son asesinadas nueve mujeres y seis de cada 10, incluidas menores de edad, aseguran haber sufrido algún tipo de violencia, de acuerdo con datos de ONU Mujeres.
La Red TDT subrayó que la Encuesta Nacional sobre Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública mostró que la incidencia de delitos sexuales contra las mujeres es de 2 mil 733 abusos por cada 100 mil mujeres, cifra significativamente mayor a los mil 764 que se cometieron en 2016: “Los datos confirman que la violencia contra las mujeres no sólo no ha disminuido en el último año, sino que se observa la persistencia en el incremento al menos desde 2015 (…) El Estado mexicano no ha sido capaz de establecer estrategias eficaces que combatan adecuadamente este fenómeno tan grave”, advirtió.
Save of Children, en su informe Las niñas y las adolescentes en México frente a la violencia, reporta que cuatro de cada 10 delitos sexuales en el país se cometen contra menores de edad, que una de cada dos adolescentes de 12 a 19 años que inicia su vida sexual se embaraza por causas relacionadas con la violencia sexual y la nupcialidad temprana, entre otras causas.
Con sólo estos informes generales, la 4T debería lanzar una cruzada para la igualdad entre hombres y mujeres. Por el contrario, en los primeros seis meses del nuevo gobierno identifique nueve hechos que señalan la enorme falta de interés social y político para enfrentar la condición social de las mujeres, con rasgos más atrasados que los vistos en los últimos tres sexenios, dos encabezados por la derecha formal y el último por el PRI, los tres nos bañaron de sangre, pero el actual no ve ni oye a las mujeres.
Además, en el discurso del presidente de la República de las conferencias “mañaneras” televisadas, cuidadosamente observadas las primeras 30, es evidente que le es imposible al presidente hablar de las mujeres pensando en el pueblo; nunca menciona sus derechos, por ninguna razón. Sólo el 7 de marzo habló de feminicidio en un marco especial donde la Secretaria de Gobernación y la Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, presentaron un plan emergente para atender la violencia contra las mujeres y el feminicidio. Plan del cual hasta ahora, no se conocen metas, ni indicadores, ni políticas.
Asimismo, peligra el Programa Nacional de Igualdad que debe o debería derivar del Plan Nacional de Desarrollo o será totalmente distinto, ese plan tenía metas para cada dependencia, e involucraba con recursos a “expertas”, organizaciones y enlaces de género.
Pero además, el gobierno de la 4T y sus asesores y asesoras, pretende dar un vuelco total a la política de género, sin considerar los acuerdos internacionales firmados. Pone en crisis un modelo de los países que controlan al mundo, sobre la organización y derechos de las mujeres. Interesante, pero, no se ve nada racional a cambio. A continuación las nueve hechos observados:
1. La reforma a la Ley de la Administración Pública Federal, donde desaparecían los enlaces de género de las dependencias. Las diputadas lograron, no sólo mantenerlos sino ampliar sus funciones. Sin embargo, a la hora de escribir este texto, en ninguna dependencia ha sido nombrado el enlace y no existe presupuesto asignado para esa función. Sólo quedó escrito.
2. La política de austeridad recortó el 30% de los presupuestos y también de personal en todas las dependencias gubernamentales. Se sabe de 90 mil amparos. De ellos el 70% son de mujeres despedidas. Principalmente de lo que fue la Secretaría de Desarrollo Social, con personal en toda la república, hay otras fuera en pequeñas cantidades en todas las dependencias federales.
3. La designación de la presidencia del Instituto Nacional de las Mujeres estuvo lleno de irregularidades legales. La asignación del puesto se decidió desde agosto de 2018, en el periodo de transición, antes de la designación de los consejos ciudadanos de Inmujeres y antes de que lo discutiera la Junta de Gobierno, como dice la ley aún vigente.
4. Hubo una batalla infernal para lograr que en el presupuesto de 2019, se etiquetaran los recursos del anexo 13, para la política pública a favor de las mujeres. Se rescató todo, pero del monto total, el 60% es para atender a adultas mayores y becas escolares, lo que significa una decisión inclinada al proyecto central del presidente de la República.
5. Además de que se redujo el 50% del presupuesto para estancias infantiles –un proyecto iniciado en 2006 por los gobiernos panistas-, que beneficiaba oficialmente a más de 300 mil niños y niñas, el otro 50%, se entregará directamente a las madres de esos niños, en virtud de la decisión presidencial de no trasladar recursos a la sociedad civil organizada y a ninguna de sus asociaciones formales. Hasta el 11 de mayo de 2019, nadie sabe dónde están esos recursos, se habla de un censo, del que no hay información y se creó una subcomisión en el Senado de la República para que se informe. Eso no ha sucedido.
6. Desaparecen los Refugios para mujeres violentadas operados por la sociedad y los recursos etiquetados para esa política serán operados por los gobiernos federal y estatales. Ello en virtud de la Circular 1 del Presidente de la República de no otorgar recursos a la sociedad civil organizada, léase asociaciones civiles reglamentadas, reguladas y controladas por la autoridad. Por ello, los refugios civiles no tienen los recursos del gobierno desde hace 6 meses. Me declaró la presidenta municipal de Acapulco, donde operan 2 refugios oficiales y municipales que tampoco ha recibido recursos.
7. A través de la Secretaría de Gobernación y CONAVIM, se anuncia el estudio y análisis de las Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), declaradas en 16 entidades del país. Se trata, dice oficialmente un comunicado de la Secretaría Gobernación, de revisar dónde han ido a parar apoyos a la AVGM. Y ha dicho que podrán suspenderse esos apoyos, para que sean los gobiernos de las entidades quienes aporten recursos. Ello significa también que se elimine la participación de la Sociedad Civil, en tanto intermediaria en algunas acciones de la AVGM.
8. Los recursos para los Institutos o Secretarías de la Mujer en los estados de la República para prevenir, atender, sancionar, y eliminar la violencia contra las mujeres, en un programa llamado Paimef, se redujo a la mitad. En muchos estados, esos recursos garantizaban las acciones estatales y la permanencia de personal.
9. El gobierno, en virtud de la circular 1, eliminó el Fondo Proequidad, que el Inmujeres distribuía a organizaciones sociales. Un fondo etiquetado de 86 millones de pesos, que se informó, compensará a los gobiernos de los estados, donde disminuyó el Paimef.

Evidentemente este severo cambio en la política de género, habla de tres aspectos:
  1. Se violan las leyes y reglamentos que dieron lugar a programas e instituciones para mejorar la condición de las mujeres. Se hicieron cambios apresurados, probablemente con algo de razón. Desde hace tiempo, un grupo de mujeres académicas, algunas de las cuales concursaron para ocupar la presidencia de Inmujeres –en un proceso de simulación de febrero pasado– han insistido reiteradamente que nunca se hicieron evaluaciones de las políticas y tampoco de los impactos de la sociedad civil en favor de la política de género.
  2. Que con una visión estatista y centralista, es el gobierno, de acuerdo con el discurso y los mandatos del presidente de la república, donde se atenderá principalmente a “las mujeres del pueblo” y no a quienes ejercen y promueven la agenda feminista.
  3. Que, no obstante, cartas, manifestaciones, amparos, demandas incluso en organismos internacionales, por mujeres y organizaciones de la sociedad civil, el presidente de la república está convencido de no otorgar ni respeto ni recursos a organizaciones que él considera como soportes de un sistema fundado en el “pillaje” y “corrupción”, para mayor claridad ha dicho “ni un centavo para la mal llamada sociedad civil”. Aunque sabemos que esas organizaciones y todo su aparato apuntaló las necesidades del neoliberalismo.
Es posible que estemos frente a una nueva política, donde no se atenderá el fondo de la discriminación, que es el machismo y el autoritarismo, sino que volveremos a los viejos tiempos, donde las mujeres son maravillosas, son el adorno y la belleza en la sociedad, el sostén de la familia, que serán mejores si van a la escuela y tienen conversación, para hacer de sus hogares un paraíso. Por cierto y donde se haga justicia a las más pobres a través de subsidios directos sin la parafernalia de los dictados internacionales de género y derechos humanos. Porque esa parafernalia es asunto del neoliberalismo. Buena parte de las alianzas del gobierno en funciones apuntan a estas ideas. No obstante, que cuando esto se publique se haya modificado la Constitución para dar paso a la paridad total. No obstante el discurso, de las voceras del partido presidencial y los buenos deseos. Sin apuntar al cambio cultural, el machismo hará de las suyas.