Linda
Martín Alcoff, Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya, Nancy Fraser,
Keeanga-Yamahtta Taylor y Rasmea Yousef Odeh**
Quizá las
masivas manifestaciones de mujeres del pasado 21 de enero marquen el comienzo
de una nueva ola de lucha feminista combativa. ¿Cuál será exactamente su
propósito principal? En nuestra opinión, no basta con oponerse a Trump y sus
políticas misóginas, homófobas, tránsfobas y racistas; también hace falta
combatir el ataque neoliberal en curso a los servicios sociales y los derechos
laborales. Aunque la misoginia descarada de Trump fue el desencadenante
inmediato de la respuesta masiva del 21 de enero, el ataque a las mujeres (y a
toda la población trabajadora) data de mucho antes de su toma de posesión. Las
condiciones de vida de las mujeres, especialmente de las mujeres de color y
trabajadoras, desempleadas y migrantes, se han deteriorado constantemente
durante los últimos 30 años, debido a la financiación y globalización
empresarial. El feminismo “lean-in” y otras variantes del feminismo empresarial
no nos sirven a la gran mayoría de nosotras, que no tenemos acceso a la
autopromoción individual ni al ascenso social, y cuyas condiciones de vida sólo
pueden mejorar mediante políticas que defiendan la reproducción social,
aseguren la justicia reproductiva y garanticen los derechos laborales. Desde nuestro
punto de vista, la nueva ola de movilización de las mujeres debe afrontar todas
estas preocupaciones. Tiene que ser un feminismo para el 99%.
El tipo de feminismo que preconizamos ya emerge a escala
internacional, en luchas que se libran en todo el mundo: desde la huelga de
mujeres en Polonia contra la prohibición del aborto hasta las huelgas y
manifestaciones de mujeres en América Latina contra la violencia machista;
desde la gran manifestación de mujeres del pasado noviembre en Italia hasta las
protestas y la huelga de mujeres en defensa de los derechos reproductivos en
Corea del Sur e Irlanda. Lo que llama la atención de estas movilizaciones es
que varias de ellas combinaban la lucha contra la violencia machista con la
oposición a la precarización del trabajo y la desigualdad salarial,
denunciando, asimismo, la homofobia, la transfobia y las políticas de
inmigración xenófobas. En conjunto, anuncian un nuevo movimiento feminista
internacional con un programa ampliado: antirracista, antiimperialista,
antiheterosexista y antineoliberal al mismo tiempo.
Queremos contribuir al desarrollo de este nuevo movimiento
feminista más expansivo
Como primer
paso, proponemos organizar una huelga internacional contra la violencia
machista y en defensa de los derechos reproductivos el 8 de marzo. En esto nos
unimos a grupos feministas de una treintena de países que han llamado a esta
huelga. La idea es movilizar a las mujeres, incluidas las mujeres transgénero,
y todos los que las apoyan, en una jornada de lucha internacional: una jornada de
huelgas, manifestaciones, bloqueo de carreteras, puentes y plazas, en la que
nos abstengamos de toda labor doméstica, asistencial y sexual, boicoteemos y
denunciemos a políticos y empresas misóginas y hagamos huelga en centros de
enseñanza. Estas acciones están destinadas a visibilizar las necesidades y aspiraciones
de aquellas mujeres que el feminismo “lean-in” olvida: las mujeres en el
mercado laboral formal, las que trabajan en el ámbito de la reproducción social
y los cuidados, y las trabajadoras en paro o con empleo precario.
Al hacer nuestro el feminismo para el 99%, nos inspiramos
en el movimiento argentino: Ni Una Menos. La violencia contra las mujeres, tal
como la definen, tiene muchas facetas: es violencia doméstica, pero también
violencia del mercado, de la deuda, de las relaciones de propiedad capitalistas
y del Estado; violencia de las políticas discriminatorias contra las mujeres
lesbianas, transgénero y queer, violencia de la criminalización de los
movimientos migratorios por parte de los Estados, violencia del encarcelamiento
masivo y violencia institucional contra los cuerpos de las mujeres mediante la
prohibición del aborto y la falta de acceso a asistencia sanitaria gratuita y aborto
gratuito. Su perspectiva anima nuestra determinación a oponernos a los ataques
institucionales, políticos, culturales y económicos contra las mujeres musulmanas
e inmigrantes, contra las mujeres de color, las trabajadoras y las
desempleadas, o contra las lesbianas, las mujeres que no encajan en los géneros
y las transgénero.
Las manifestaciones de mujeres del 21 de enero
demostraron que en EU también puede estar surgiendo un nuevo movimiento
feminista. Es importante no perder impulso. Unámonos el 8 de marzo y hagamos huelga,
salgamos a la calle y manifestémonos. Aprovechemos la ocasión de este día de
acción internacional para dejar de lado el feminismo “lean-in” y construir en
su lugar un feminismo para el 99%, un feminismo popular, anticapitalista, un
feminismo en solidaridad con las mujeres trabajadoras, sus familias y sus
aliados en todo el mundo.
*Texto y
traducción Revista Viento Sur, se puede consultar en: http://vientosur.info/spip.php?article12192#sthash.DEWX6Lhl.dpuf
** Linda
Martín Alcoff es profesora de filosofía en el Hunter College y el CUNY Graduate
Center y autora de Visible Identities: Race, Gender, and the Self; Cinzia
Arruzza es profesora adjunta de filosofía en la New School for Social Research
de Nueva York y activista feminista y socialista. Es autora del libro Dangerous
Liaisons: The Marriages and Divorces of Marxism and Feminism; Tithi
Bhattacharya enseña historia en la Universidad Purdue, escribió el libro, The
Sentinels of Culture: Class, Education, and the Colonial Intellectual in Bengal
(Oxford, 2005); Nancy Fraser es profesora Loeb de filosofía y política en la
New School for Social Research. Entre sus libros está: Redistribution or
Recognition y Fortunes of Feminism; Keeanga-Yamahtta Taylor es profesora
adjunta del Center for African American Studies de la Universidad de Princeton
y autora de From #BlackLivesMatter to Black Liberation, y Rasmea Yousef Odehas directora
adjunta de la Arab American Action Network, donde dirige la Comisión de Mujeres
Árabes, y ex miembro del Frente Popular de Liberación de Palestina.
Notas
1. El
término “lean-in” (que en inglés significa inclinarse, asomarse y, en sentido
figurado, atreverse) fue acuñado por Sheryl Sandberg en su libro Lean-In:
Women, Work and the Will to Lead. Sandberg, codirectora general de Facebook,
sostiene en su libro que las mujeres, para alcanzar puestos de dirección en el
mundo empresarial y de influencia en la sociedad, simplemente han de superar la
inseguridad, pasividad y docilidad a que les condena el estereotipo de género
que las pretende convertir en sumisas…
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