El dia 10 de junio se traslado el cuerpo de nuestra querida compañera Nellys Palomo creadora y fundadora de la revista Cuadenros Feministas, al monumento a la Madre, sitio que para el movimiento feminista en la Ciudad de México simboliza la lucha por el derecho de las mujeres a decidir. Ahi se le dio el ultimo adios antes de que partiera para su natal Colombia y de regreso a la casa materna en su tierra de origen. Compartimos la carta que a ese acto nos envio Lina Berrio, desde Brasil, sobrina de Nellys y tambien compañera de Kinal Antzetik
Por Lina Rosa Berrio
Queridos amigos, amigas, compañeras, gente querida:
Escribo estas líneas en un aeropuerto en Brasil, mientras intento salir de aquí al mismo tiempo que revivo los innumerables momentos trascurridos junto a Nellys.
Anoche fue una larga y extraña noche. Algunos de ustedes se congregaron en torno al jardín de flores y música que le construyeron en la funeraria mientras le ponían mariachis, le cantaban la Internacional en español y en tzteltal, recordaban con alegría y gratitud las cosas que cada uno aprendió de ella y cerraban el círculo en ese ritual colectivo de paso que son los ritos funerarios. Al mismo tiempo , en otros lugares del mundo algunos más rezaban en compañía de gente que no la conoció personalmente pero sí a través de los muchos otros a quienes tocó, mientras algunos más esperaban su cuerpo y se preparaban para recibirla de vuelta en casa. En varios países de America y de Europa, en diferentes idiomás y cada uno a su manera, quienes no podían estar en esos rituales colectivos hacían su propio proceso individual de despedida y mandaban hermosos mensajes de solidaridad que agradezco con todo mi corazón.
Mientras eso acontecía yo “Linita” como ella me decía de pequeña y a veces aún ahora, estaba con “la Layis” como ella le decía. Mi hija de 4 años que ella tanto amó desde que estaba en mi vientre y más aún en estos años que compartieron juntas. Ambas esperábamos en un aeropuerto en Brasil que algo aconteciera y pudiéramos salir en la madrugada hacia México o Colombia, algún lugar donde nos pudiéramos encontrar con ella y vernos de nuevo. Fue una larga y solitaria noche y finalmente no logramos salir.
Después de las lagrimás, de la crisis, esta mañana de madrugada saqué la foto que estuvo pegada en mi casa de Salvador todos estos meses, una foto linda que les comparto, donde estamos ella, Laia y yo sonriendo, haciendo parte de esa secuencia de mujeres Palomo que se propaga y comparte la fuerza y el linaje, que honra los ancestros como ella nos enseñó. Fue la foto que nos tomamos la noche antes de partir, ella para el norte y nosotras para el sur. Saqué la foto, la pegué en la maleta, vi lo linda que estaba y desayuné con ella mientras pensaba que de nuevo nos encontrábamos en un aeropuerto.
Muchos de nuestros encuentros y reuniones de trabajo en los últimos años se realizaron en los aeropuertos o en contextos de viajes en varios lugares del mundo, trabajábamos pero nos divertíamos mucho, mucho. Yordi decía bromeando que para ver a su mama tenía que ir a encontrarla al aeropuerto y no pocas veces tuvo razón. Aquella foto no fue en el aeropuerto porque ella viajaba en la mañana antes que nosotras y no íba a poder despedirnos. Por eso fue a la casa a las 10 de la noche especialmente a despedirse y mandó a Yordi a acompañarnos al aeropuerto; para romper con la tradición de que en la familia le tememos a las despedidas. Y esa fue efectivamente nuestra despedida física, la ultima vez que estuvimos juntas las tres, con el corazón lleno de alegría, la mirada expectante frente a lo que nos deparaba el futuro, pero al mismo tiempo con la certeza que seguíamos estando juntas y así fue todos estos meses.
Mientras pensaba en eso me di cuenta que durante los últimos tres años, cada año ha muerto uno de mis seres más queridos, en 2007 mi abuela, su mamá, “la vieja Ferna”; en 2008, mi abuelo, su papá “el capi”; “mi mami y mi papi” como les decíamos todos en la familia. Ahora en 2009 ella los acompaña. Pensé que en todas esas ocasiones yo no estaba en mi casa cuando se fueron, sino en algún otro lugar del mundo trabajando, haciendo cosas. Todos ellos se fueron de viaje cuando yo estaba de viaje y pensé que quizás esa es la razón por la que esta vez me tocó estar aquí, en un “no lugar” como diría Marc Augé, un lugar de tránsito, de viaje, de inicio y de partida, un lugar que resume la naturaleza de lo que somos, de lo que era Nellys en particular y de lo que nos heredó a mí y a Laia. Ese placer por viajar, por buscar, por explorar fronteras, por abrir nuevos mundos, por tocar otras personas, por construir redes en todos lados, por ser un poco de aquí, un poco de allá y un poco de acullá.
Nuestra tradición de viaje es larga. Ella siempre decía con orgullo que era hija de un capitán. Cuando yo estaba con problemas me decía: recuerda que tu eres nieta de capitán y cuando la mar está agitada hay que sumergirse en aguas profundas para volver a salir. Sus papás,mis abuelos nos enseñaron a viajar, a recorrer el mundo sin temerlo y a confiar en que siempre encontraríamos alguien que nos ayudaría.
Yo tenía dos o tres meses cuando me sacó de casa sin permiso de mis papás para llevarme a mi primera fiesta, de nuevo otra coincidencia, esa alegría infinita por la vida, por la música, por la danza y por nuestros ancestros africanos, por eso comparto con Irma Estela que hay que danzar sabroso pa recordarla así como sela gozaba cuando bailaba una buena cumbia. Laia no completaba un año cuando ella se la llevó sola a Perú y a Colombia en un hermoso viaje en el que le confiamos nuestro tesoro más preciado aúnque mucha gente nos dijera que éramos unos padres muy frescos. Yo varias veces recogí a Yordi de niño cuando ella lo mandaba a Colombia para que conociera y valorara esa parte de su familia. Simplemente hicimos lo que en nuestra familia es tradición: confiar en los demás nuestros hijos mientras viajan y tratar de ejercer una maternidad más colectiva. Y aquí están Yordi y Laia, nuestros hijos colombo-mexicanos, una parte de ellos pertenece a México y otra hunde sus raíces en Colombia.
Como nuestro corazón, pero sobre todo el de Nellys, más de la mitad de su vida en ese país!. Por eso hoy su despedida hace ese viaje de vuelta a casa pero saliendo del lugar donde construyó, donde sembró tantas cosas estos últimos 25 años. Esos frutos son los que ell cosecha hoy, el amor de tanta gente! Cientos de personas con quienes vivió y compartió este tiempo y que hoy se han hecho presentes para acompañarla. Desde los grillos hasta los funcionarios de gobierno, las feministas de todos los tipos desde las radicales hasta las “institucionales”, las compañeras indígenas de muchos estados mexicanos pero también de otros países, las de Kinal Chiapas, Kinal DF y Kinal Guerrero, asi fue construyendo ella y apostando a las organizaciones; los de Corazonar y toda la banda de terapeutas, consteladores, sanadores de diversos tipos y gente buscando una mayor integralidad del ser, buscando la sanación interior y el crecimiento espiritual, sus maestros y sus alumnos; las ongeneras, las académicas, las y los políticos, los del movimiento urbano popular, las mantis, las centroamericanas, las de Tijuana, las norteñas, las colombianas y por supuesto todos los chiapanecos.
Nellys se movía entre todos, salía de una reunión con autoridades y se iba a tallerear en la punta de Baja California o en la montaña alta de Guerrero con mujeres indigenas, de allí coordinaba un taller en Centroamerica para atencion en emergencias y regresaba a una reunión de salud, pasaba a ver cómo incidir en políticas públicas y luego a hacer bioenergética, iba a Colombia a formar nuevos consteladores y de paso a resolver los asuntos familiares y a investigar sobre los ancestros, se gozaba un mariachi en Garibaldi igual que una buena cumbia o una salsa en sus pequeños reventones, cocinaba deliciosas cosas saludables pero no podía resistirse a un chicharrón de cerdo en una fritanga en Centroamerica.
Por eso en su despedida ha estado todo el mundo, los que están físicamente y los que están de corazón. Alli estaban todas ustedes, queridas amigas y compañeras. Uno de los tesoros que se empeñó en cultivar, las amigas porque son la familia que uno escoge, decía. Alli estaba Abelardo, de quien siempre dijo que era un excelente padre y doña Librada a quien siempre llamaba de “Su abuelita de Yordi” pero que reconocía como su segunda mamá, y quien fue su brazo fundamental en la maternidad. Allí estaba el equipo de Kinal en pleno: Natalia, Paco, Paty, Mary Paz y muchos otros que olvido y les pido disculpas pero sí que estaban. Alli estaban los varones con quienes insistió que debíamos incluir para los movimientos de sanación.
Estaban las coaligadas, las “socias” institucionales; la gente que se ganó su casa a punta de lucha después del terremoto y la que vive en las Lomas y con quienes caminaban juntas en procesos terapéuticos. Cada una de las compañeras indígenas, las de Guerrero, las de Chiapas, las de Oaxaca, las viejas, las nuevas, las casadas, las solteras, todas le confiaban su vida y sus problemas y sé que Nellys dejoó una huella profunda en su caminar. Sé que las de las nuevas casas que ayudó a contruir están también de corazón desde Yucatan hasta San Quintin.
Y por supuesto allí estaba Yordi, su hijo, mi primo de quien se sentía profundamente orgullosa, a quien le dio la libertad de escoger su camino y estuvo allí detrás apoyando cuando se le requería, respetando sus decisiones, apapachándolo en los momentos duros pero también haciéndolo caminar frente a las adversidades. Un muchacho que como ella decía “se la ha peleado” por estudiar lo que quiere y ahora tendrá la posibilidad de plasmar todas estas historias de la familia y de su mamá a través de sus letras. Yordi que le siguió la corriente en todas sus locuras, que la acompaño en miles de viajes, que se burlaba descaradamente de ella en su cara y se reia con ella todo el tiempo. Yordi que respetó profundamente lo que ella era, lo que quería, las cosas valiosas, que fue con ella al pueblo a conocer sus ancestros y que ahora emprende ese viaje de vuelta con ella a casa. Yordi que podrá vivir esas dos despedidas de sus dos mundos, de sus muchos corazones y tendrá la posibilidad de incorporar todo ese amor en su corazón. Estaba preocupada porque no estuviera solo y sé que no lo ha estado porque todos ustedes han estado allí detrás de el y junto a él.
Nellys fue mi tií y al mismo tiempo mi mamá en México, mi compañera de chocoaventuras y locuras, la abuelita de Laia como decían en la escuela, mi jefa, mi maestra, mi conciencia critica y mi apoyo moral, mi compañera en la facilitación y aquella con quien inventábamos miles de locuras que muchos de ustedes incluso siguieron, jaja. . A veces nos sentábamos a producir juntas por internet en diferentes lugares del planeta, era buenísimo ver como las ideas fluían y nos íbamos complementando. Yo me preocupaba cuando decía “tengo una idea genial” porque eso significaba que efectivamente era genial pero era un trabajal en el que nos metía a los demás y todos la seguíamos en esa locura. Esa era Nellys, risueña, mamagallista, honesta, profundamente solidaria, acuariana volada y por eso siempre iba dos pasos adelante que nosotros; maga, chamana, danzarina, hermana. Esa era ella…la que hoy emprende el viaje de regreso a casa con quienes se adelantaron. Una amiga me dijo hoy: “tú eras su niña” y sé que lo era, una mujer absolutamente privilegiada por haber compartido con ella tantas cosas y un poco de sus dos mundos, el de México y el de Colombia. Por poder conocer parte de ese mundo que construyó, por haber aprendido tantas cosas de ella y por crecer en esa red de afectos que va desde Bólgica donde está Yuri, hasta México, Centroamerica, Canadá, Estados Unidos, Colombia, Peruú y que se extiende a Brasil con la gente que me ha acompañado amorosamente en este proceso.
Me hubiera gustado estar con ustedes allí, tomarnos un cafecito, recordarla con alegría, sentir su abrazo solidario y cerrarnos en un círculo de amor como los que ella nos enseñó. De nuevo agradezco en nombre mvo, de Laia que está conmigo, de Juanca que estuvo allí todo el tiempo y me transmitió lo hermoso que fue, me puso a escuchar los mariachis y me contó las innumerables flores que han llegado; de mi familia de origen, la de Nellys, sus hermanas, sus sobrinos y sobrinas, los y las sobrinas nietas con quien tanto se divirtió en esta ultima etapa, los maridos y las mujeres de todos nosotros, sus tías y tíos maternos, paternos, de toda la gente que la esta esperando en Colombia, les agradezco de corazón el amor, esa es la mayor fuerza del mundo y aunque anoche me sentía profundamente sola y atrapada en este lugar, en realidad he estado también allí con ustedes y Nellys está aqui con nosotras.
Le insisitimos mucho que viniera a visitarnos y ahora siento que ha estado aquí y que ahora emprendemos juntas este nuevo viaje de regreso a casa, a la tierra y al río de la infancia. Hay un poema aca que habla del “Viaje de vuelta” y ese es el que ella emprende ahora. Salió del pueblo, caminó recorrió el mundo, hizo cosas grandes y vuelve al pueblo con los ancestros. Muchos rituales de acompañmiento en el viaje, de luz, de tránsito son los que están aconteciendo ahora. Yo no pude estar en México pero estaré en Colombia haciendo también mi propio proceso y compartiendo luego con ustedes como fue ese viaje. Quienes tomaron talleres con ella saben cómo le gustaba pegar papelitos de colores con las ideas. Manden sus mensajes y los pegaremos y se los leeremos, trataremos que haya muchas flores y mucha luz como a ella le gustaba y como muchos de ustedes le llevaron. Iremos con ella al río donde jugaba de pequeña y le contaremos a las siguientes generaciones lo que ella trabajó para la sanación de la familia y de muchas otras personas. Siempre dijo que no esperaba ver los resultados, que ella estaba trabajando para siete generaciones delante de ella y creemos que es así.
La vamos a extrañar pero la llevamos en la piel y el corazón. Desde el aeropuerto en el que estoy, y parafraseando lo que ella siempre decía les mando: “un abrazo de vida” para todos ustedes!!!
A celebrar pues la vida, a danzarla, a reírla y a despedirla con amor, con alegría, se que esta contenta, satisfecha y que se fue tranquila. Gracias a todos por el amor y por estar aquí ahora!!!!
Lina
1 comentario:
Muchos años después de escrito este escrito, lo leo y no conozco a quien lo ha escrito...Nellys fue mi compañera de secundaria en Cartagena de Indias, Colombia. También me enteré de su viaje algunos años después...Vivimos muuuchas aventuras, pero la entrada a la universidad nos separó..
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