Hemos venido aquí con una sola pregunta: ¿Hasta cuando? ¿Hasta cuando nos van a postergar con la excusa insostenible de que “ahora no es el momento’?; o diciéndonos “el país no esta preparado; si este país no esta preparado para el respeto de la diversidad y del principio básico de “todos los derechos para todas las personas”, principio este que es imprescindible en toda democracia. Se nos ha dicho que hagamos presencia para defender nuestros derechos. ¡Pues aquí estamos! Y de aquí no nos iremos, no dejaremos de reclamar, no dejaremos de exigir el respeto que nos merecemos, que se merece nuestra dignidad humana. Sentimos un profundo cansancio, hastío de que se nos echen en la cara las creencias y los prejuicios ajenos, en violación directa de la constitución. Estamos absolutamente hartas y hartos de que se burlen de nuestras expectativas de inclusión y de respeto. Y es que literalmente se burlan y se burlan no solo de nuestra dignidad y nuestras expectativas sino de las posiciones que ha asumido el estado venezolano en sus relaciones internacionales, de cuyo contenido y compromiso político tenemos que dudar. Dudamos profundamente de la sinceridad del estado venezolano cuando se pronuncio en las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 2008, junto con otros 66 países en la forma siguiente:
3. Reafirmamos el principio de no discriminación, que exige que los derechos humanos se apliquen por igual a todos los seres humanos, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
4. Estamos profundamente preocupados por las violaciones de derechos humanos y libertades fundamentales basadas en la orientación sexual o identidad de género.
5. Estamos, asimismo, alarmados por la violencia, acoso, discriminación, exclusión, estigmatización y prejuicio que se dirigen contra personas de todos los países del mundo por causa de su orientación sexual o identidad de género, y porque estas prácticas socavan la integridad y dignidad de aquéllos sometidos a tales abusos.
6. Condenamos las violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual o la identidad de género dondequiera que tengan lugar, en particular el uso de la pena de muerte sobre esta base, las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, la práctica de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, el arresto o detención arbitrarios y la denegación de derechos económicos, sociales y culturales, incluyendo el derecho a la salud. Fin de la cita.
Ya todos los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos se ocupan de la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Y no solo se ocupan de ella, sino que la han condenado en todas las formas posibles. Y decimos tener la constitución más avanzada del mundo en derechos humanos, la más garantista y protectora. ¿Y entonces?; ¿en que pliegue de la constitución nos quieren esconder?
Afirmamos enfáticamente que una revolución que se dice inclusiva, no puede ser homo-lesbo-transfóbica y dejar que Venezuela continúe teniendo el dudoso privilegio de contarse entre uno de los pocos países de América Latina –junto con los más retrógrados y de derechas- que no provee de una protección adecuada a las personas que forman parte de las llamadas minorías sexuales. Éstas no son otra cosa que aquellas personas que expresan una forma de expresión de género, en el sentido amplio de la palabra, que no se amolda a los estereotipos hegemónicos dicotómicos de origen y naturaleza patriarcal. E incluye a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, trangénero, travestis e intersex. Porque es el mismo patriarcado, que negó históricamente derechos a la mujer y a las familias no casadas, así como de los hijos “naturales, incestuosos y sacrílegos”, el que está asimismo en la base de la negación de derechos a estas minorías que, estadísticamente, conforman al menos el 5% de la población venezolana. En este sentido, debemos enfatizar que estereotipos de género binario extienden sus iniquidades mucho más allá de la dicotomía hombre-mujer, para afectar asimismo todas las formas de no-conformidad con dichos estereotipos.
Respetuosamente le observamos que la protección en contra de la discriminación por razón de orientación sexual, e identidad o expresión de género, con medidas concretas de protección en materia de estudios, trabajo, seguridad social, salud y otras áreas, se reconoce en casi todos los países de la región (México, Panamá, Uruguay, Costa Rica, Cuba, Colombia, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina, Chile). Por su parte, la protección del derecho a la identidad de las personas transexuales, transgénero e intersex al cambio de nombre y sexo, se encuentra asegurado en casi todos los países del sub-continente (México, Cuba, Panamá, Colombia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, y de forma más limitada, Puerto Rico y Perú). Finalmente, el reconocimiento de los derechos de las parejas del mismo sexo en condiciones idénticas a los derechos de las parejas de diferente sexo no casadas está consagrado en México, Colombia, Ecuador y Uruguay; y una protección legal un tanto más limitada existe en Brasil y Argentina.
Apelamos enfáticamente a la coherencia ideológica y a la superación de los prejuicios, pues no se puede afirmar que se es de izquierda y ser racista, sexista o xenófobo, pero tampoco se puede ser homófobo, lesbofóbico o transfóbico. La Asamblea Nacional está en la obligación de superar los prejuicios que sabemos afectan a algunas o algunos de sus integrantes –que son los mismos que otrora se oponían a la liberación de los esclavos, a los matrimonios interraciales, al derecho de voto de la mujer o al reconocimiento de derechos a las familias no matrimoniales, como en su tiempo otros legisladores lo hicieron respecto de esas iniquidades. Una Asamblea Nacional que se proclama revolucionaria, no puede tener una actitud similar a la de las extremas derechas, con el agravante de estar acompañado con un discurso de inclusión, y no de odio, como el de las extremas derechas.
En virtud de esta actitud del estado venezolano,
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, presupone una sociedad en equidad y un Estado laico que trabaje por erradicar las enormes asimetrías de poder, riqueza y valoración del estatus, que vulneran por igual a las personas pobres, a las mujeres, a los pueblos indígenas, a los campesinos, a las/os afrovenezolanos/as y a las personas transexuales, travestis, transgéneras, intersexuales, gays, lesbianas y bisexuales.
En tal sentido, solicitamos la solidaridad de otros sectores de la sociedad que en la actualidad se encuentran reivindicando sus derechos y exigimos al Estado la adopción de las siguientes medidas:
Exigimos al estado venezolano el reconocimiento pleno de nuestros derechos a la igualdad, equidad y libertad, sin excusas, sin retardos en todas las leyes venezolanas.
· Designación de un equipo de fiscales/es especiales para la investigación y castigo con carácter expedito de los Crímenes de Odio por Orientación sexual e Identidad de género.
· Creación en la Defensoría del Pueblo, de una Defensoría Especial para la comunidad LGBTTI
· Diseño y ejecución, en conjunto con las organizaciones LGBTTI, de un Plan Nacional de Sensibilización sobre los derechos de la comunidad LGBTTI, dirigido a funcionarias/os públicas/os y a la sociedad
· Erradicación de la práctica y la legislación anacrónica del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería que impide a transexuales y transgéneros obtener sus documentos de identidad utilizando su propia imagen e identidad de género.
· La inclusión y aprobación del articulado propuesto por la diputada Romelia Matute en la actual discusión de la Ley de Equidad e Igualdad de Género por parte de la Comisión Mujer, Familia y Juventud de la Asamblea Nacional, en favor de los derechos políticos de la población LGBTTI. la incorporación del artículo 8 de la propuesta de la diputada Romelia Matute en el proyecto de Ley de Igualdad y Equidad para Mujeres y Hombres.
· Exigimos que la homolesbotransfobia sea criminalizada en el Código Orgánico Procesal Penal.
¡No seguiremos en silencio¡
A.C. Divas de Venezuela Rummie Quintero
A.C, Transvenus de Venezuela Estrella Cerezo
Colectivo de lesbianas “Las Deseantes” Anyeli Marin_
Fundación Reflejos de Venezuela Ana Margarita Rojas
Grupo LGBT Amnistia Internacional Venezuela Elena Hernáiz
A.C. Unión Afirmativa de Venezuela José Ramón Merentes_
Iglesia de la Comunidad Metropolitana Cesar Sequera_
A.C. Venezuela Diversa Yonatan Mateus_ Yonatan Mateus_
Bloque Socialista de Liberación Homosexual Gabriel Silva_
A.C. Alianza Lamda de Venezuela Ricardo Hung_
Diverlex Tamara Adrian
Colectivo de Lesbianas Josefa Camejo e Insurrectas y Punto Diana Cordero
Colectivo de Lesbianas Gisela Kozak
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