Josefina Chávez
En la sesión extraordinaria el sábado 24 de marzo el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), se presentó un informe, sobre el incumplimiento por parte de varios partidos de la cuota de género. Esta información desató diversas reacciones tanto de dirigentes de los partidos, como de las mujeres cuyos derechos fueron atropellados. El debate que seguramente tendrá implicaciones mayores, por lo pronto aparentemente, fue saldado con los “ajustes” de última hora. Pero queda en el tintero una polémica, en torno a las formas de elección de las candidaturas en los propios partidos que garanticen las condiciones para el pleno ejercicio de los derechos políticos de las mexicanas.
Diversas dirigentes del PRI y del PAN, respondieron públicamente, desmintiendo que el incumplimiento se debía a que no hubiera mujeres interesadas en participar, por el contrario señalaron que se contaba con candidatas suficientes para cubrir el 40% de representación. Más bien, en algunos casos no se les permitió registrarse o hubo resistencias de algunos dirigentes.
Por su parte integrantes del Frente de Mujeres del Movimiento Progresista se pronunciaron frente al incumplimiento de la ley y la violación a los derechos políticos de las mujeres de los partidos que integran el Movimiento Progresista, (PT, PRD, Movimiento Ciudadano) y del Movimiento de Renovación Nacional (MORENA).
En la conferencia de prensa del día 26 de marzo, se escuchó la indignación, la decepción por el comportamiento de las direcciones de los partidos, por las componendas, por la falta de respeto a las mismas reglas para la elección de la candidaturas.
Varias de las candidatas habían ganado las encuestas, pero no quedaron y denunciaron los “intercambios” de candidatas con perfiles altos, con experiencia, por, en algunos casos, propuestas de candidatos hombres con orígenes que no representan de ninguna manera, mas bien por el contrario, las trayectorias políticas y de lucha de muchas de las mujeres que han sido tratadas con la punta del pié. O sustituidas por candidatos que están cambiando de barco….
Eva Gómez del PT, Mónica Soto del PRD, y Carmen Ojesto del Movimiento Ciudadano, quienes encabezaron la conferencia de prensa, informaron que en el mes de enero y el 21 de febrero en las oficinas de los partidos políticos se entregaron listas de mujeres con trayectorias reconocidas con méritos para contender. Estas acciones fueron parte de estrategias de alianza entre las mujeres y concebidas como medidas preventivas para ser tomadas en cuenta. En la misma lógica solicitaron estar en el seno de las discusiones en donde se estaban tomando las decisiones, pero eso no se cumplió. Había más de mil mujeres para contender en todos los cargos. Con estos argumentos se refutó, a quienes han dicho que no hay mujeres, como una gran mentira. También dieron a conocer un documento que entregaron a los partidos del Movimiento Progresista exigiendo congruencia con el proyecto de izquierda y respeto a la normatividad sobre la igualdad de género y justicia.
Aunque la discrimanción a las mujeres en las candidaturas se evidenció prácticamente en todos los partidos que, convencidos o no, tenían que cumplir la ley, me interesa destacar el caso de los partidos del Movimiento Progresista ya que su definición real o de imagen mediática, los coloca en la izquierda se supondrían obligados por convicción a cumplir con este compromiso con las mujeres.
Viviendo con el enemigo
Las mujeres se unieron en una alianza para unificar estrategias y enfrentar la embestida sin embargo como se ha podido observar, no fue suficiente, para revertir la descalificación y el “mercadeo”.
Curiosamente, en una coyuntura político electoral en donde se juega en muchos sentidos el futuro del país, ahora tenemos que añadir a la lista, una ofensiva más en contra de las mujeres, en este caso, encabezada por quienes se supondría, serían sus aliados; sus compañeros de partidos y corrientes. El daño está hecho. Seguramente se tratará de “reparar” con la corrección de las listas, solo que, nos queda claro, parece que no por voluntad y convicción política, más bien porque el IFE amenaza con aplicar las sanciones. Hay que restaurar la imagen. Después, ya veremos.
Las integrantes del Frente respondieron lanzando una campaña por los derechos políticos de las mujeres, puntualmente para ellas esta defensa pasa por exigir el cumplimiento de lo que marca el COFIPE, al respecto en la conferencia de prensa señalaron, “no debe haber más de 120, o menos de 120 fórmulas de hombres, ni más de 180 fórmulas de hombres en los 300 distritos. No debe de haber menos de 120 fórmulas de mujeres, ni más de 180 fórmulas de mujeres.”
Hicieron un llamado a la mesa negociadora de la Coalición del Movimiento Progresista para que actúe con justicia electoral, asimismo en el sentido que las candidaturas de mujeres no deben ser de “relleno”, reivindicando al mismo tiempo que también están interesadas y comprometidas con la realización de trabajo en los distritos no competitivos para construir fuerza política en la contienda electoral.
Otra preocupación de las dirigentes y candidatas desplazadas por las componendas antidemocráticas y la guerra por el “puesto”, en sus organizaciones, es que los graves problemas que enfrentan las mexicanas, como la pobreza, violencia y trata, han quedado subsumidos e invisibilizados por la prioridad del estado en relación al combate a la delincuencia organizada.
Mujeres presentes en esta conferencia de prensa hablaron fuerte, indignadas:
Alliet Mariana Bautista Bravo, precandidata en el Distrito XXX federal por el PRD. A pesar de tener un lugar favorable en las encuestas, fue desplazada del lugar que le correspondía, a favor de Francisco Veladiz Meza, integrante de la corriente Nueva Izquierda. Impugnó ante el Tribunal Electoral y denunció que se trata de un “plan perverso” y que “el PRD se ha convertido en un partido electorero al cien por ciento”. Señaló, molesta, que no se respetaron la reglas de la convocatorias, “las violan y las hacen a un lado, cuando así conviene”.
Ivette Ruvalcaba Domínguez, fue elegida en el Consejo Nacional del PRD el 3 de marzo para la primera fórmula del Senado por San Luis Potosí. El 8 de marzo, se cambió la decisión por Fernando Silva Nieto, ex gobernador de San Luis Potosí. Activista en contra de la minería a cielo abierto señala que Silva Nieto es quien otorgó los permisos a la minería en ese estado.
Reclama se pongan candidatos de origen priísta que no tienen nada que ver con el proyecto que impulsa López Obrador, y que han impulsado el proyecto neoliberal, “ahora como no los aceptan en sus partidos porque son la basura del PRI, vienen a nuestros partidos con alfombra roja, con alfombra amarilla, con alfombra naranja”. Analiza que se esta cometiendo un suicidio electoral.
Cecilia Espinoza, contendió por el Distrito XXVII local del Distrito Federal, se define como perredista fundadora y con una lucha político-social por las mujeres de más de 25 años. Se declara en rebeldía por la defensa de los derechos de todas las mujeres en México, y con los partidos de izquierda que no están viendo la calidad de las mujeres que está desechando. Explica el proceso para su candidatura y la de la suplente en la fórmula; ganaron la encuesta en el distrito por MORENA, la del Movimiento Ciudadano. Compitieron en tiempo y forma con el PRD, con el PT y con el Movimiento Ciudadano. Nació en ese distrito y siempre ha vivido ahí. El candidato que están imponiendo un empresario Jorge Martínez Ramos de Nueva Izquierda no vive en el distrito. Para Cecilia se ha elaborado una carta de respaldo.
Patricia Ruíz Anchondo, de larga trayectoria en la lucha social y política en la ciudad de México, ha sido diputada y fue Jefa delegacional en Gustavo A. Madero y con ese antecedente decidió inscribirse como precandidata para el Distrito II, en esa delegación. Salió bien en las encuestas de MORENA, y se inscribió en tiempo y forma con el PRD. Pero le avisaron que habían inscrito a Manuel Huerta. De quien dijo podría se muy buen candidato para otro distrito. El distrito II es panista y opinó se podría recuperar con una candidatura de alto perfil que ella podría representar.
La lucha no es personal, así lo expresaron también otras candidatas presentes, se trata de los derechos de todas las mexicanas. Consideran que las mujeres presentes en la conferencia de prensa han sido mujeres de izquierda precursoras en cargos de elección popular en puestos directivos en los gobiernos, en las acciones afirmativas. Enfáticamente señalan que los derechos políticos está contemplados en el marco internacional y México los ha firmado, “los derechos no se ponen a discusión en cada proceso electoral, se acatan”.
Soledad Ortíz Vázquez indígena mixteca, dirigente sindical, plantea que los partidos revisen su forma de actuar, que no violenten a ley, que realmente exista una equidad de género, que las candidaturas no sean de “reparto e intereses”, que las indígenas no sean excluidas. Denuncia la imposición de personas que no se registraron en tiempo y forma en el proceso de registro de precandidaturas. Interpreta que hay “toda una intención de imponer candidatos a modo para que no puedan sumar votos para López Obrador”. Abunda que muchas mujeres y pueblos sueñan con el cambio que se puede lograr, en donde las mujeres van a jugar un papel fundamental con esa candidatura.
Marcela Nolasco, precandidata del distrito XXVI, con cabecera en Toluca, ganó la encuesta, entró al proceso de precampañas, volvió a ganar por un amplio margen la encuesta, al final quedó registrado otro. Exige respeto a los derechos de las mujeres candidatas. Caso similar es el de Guadalupe Roldán del Movimiento Ciudadano, participó en la primera encuesta, ganó al PT y a MORENA y apareció registrado un integrante del PRD. Exigió se respeten las encuestas, “no estamos pidiendo que se nos regale algo, se está hablando de nuestro trabajo”
Eva Pérez Gómez; “yo fui muy obediente”, se registró en la convocatoria del Partido del Trabajo del 3 al 15 de diciembre, enseña su acuse de recibo. Señala que no sabe cuál es su situación. Informa que va a presentar un juicio de protección de los derechos políticos electorales para el ciudadano. Trámite que precede en su caso. A pesar de lo que está pasando confía en que su partido y los demás reconsideren pues se exponen a perder el registro en el distrito. Considera que su caso es muy grave; se inscribió el último día que se vencía el registro según la convocatoria y le dijeron que lo había hecho muy tarde, la encuesta fue antes, y no la incluyeron… se escucha en el fondo una voz que dice “claro, así quien gana una encuesta”.
Del voto a la paridad
La lucha por los derechos políticos de las mujeres ha transitado por varios siglos, del voto a la paridad. Un proceso plagado de exclusiones, obstáculos e invisibilidad. El Congreso Constituyente de 1917 al no incorporar el derecho al voto para las mujeres contribuyó para que éstas se organizaran en la lucha por el sufragio, algunas, en rebeldía, incluso lanzaron candidaturas independientes. Entre las múltiples ideas persistentes se encuentran preocupaciones en el sentido que la cuotas pueden desplazar a hombres capaces o que pueden dar cabida a mujeres que no cuentan con la debida formación política para enfrentar los retos de la política nacional; estos argumentos no incluyen o hacen abstracción de la desigualdad o no consideran la especificidad de la condición de las mujeres un factor prioritario en su visión política. Se desestiman prejuiciosamente las dificultades reales que enfrentan las mujeres como es su papel en el ámbito privado, las responsabilidades en el núcleo familiar, la jornada de trabajo que esto conlleva y la responsabilidad familiar. Las cuotas son un mecanismo de acción afirmativa para potenciar las capacidades de las mujeres, se requiere la ampliación de acciones afirmativas para erradicar todas las trabas culturales. Se requiere la voluntad política de las direcciones de los partidos. Y eso, ya se vió, está faltando.