miércoles, 26 de noviembre de 2008

Violencia feminicida en Morelos - Informe

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos a partir del año 2003, se dio a la tarea de llevar un registro de los casos de feminicidio en ese estado, así como dar seguimiento y apoyo en varios casos. En días pasados, Juliana Quintanilla y Paloma Estrada Muñoz han dado a conocer el informe, Derechos Humanos y Violencia Feminicida en Morelos, en el que llaman la atención y alertan a la sociedad por el número creciente de asesinatos de mujeres. Una síntesis de este informe nos permite confirmar esta lacerante realidad.-

Recuento del feminicidio en Morelos - Del año 2000 a septiembre de 2005 se registraron 122 casos de asesinatos en donde 15.5% de mujeres quedaron en calidad de desconocidas. En el año 2006 se contabilizaron 19 mujeres asesinadas, que fueron encontradas en diversos lugares del estado. En 2007 fueron 29 las mujeres asesinadas.

En 2008, a la fecha, la lista de mujeres víctimas de la violencia feminicida ha ascendido de manera alarmante a 26.

El análisis de las mujeres asesinadas menciona que el 29.28%, eran amas de casa, en su mayoría. Le siguen las estudiantes con un 13.42% de los casos.

Según la edad, el 39.04% oscilaba entre 21 y 30 años, seguida de un 20.74% entre 11 y 20 años, y 18.3% entre 31 y 40 años. El 11.4% de las mujeres eran madres de menores de edad; y un 3.2% presentaban un embarazo de entre 1 y 7 meses de gestación.

Son Cuernavaca, Jiutepec, Yautepec, Cuautla, y Xochitepec las zonas geográficas con mayor incidencia de casos de violencia: el 69.5% de los asesinatos registrados por la prensa de 2000 a 2005.

Quiénes las matan y cómo

En su mayoría, los agresores son conocidos; en 21.96% de los casos es el esposo y otro. En un 7.32% se sospecha del esposo. En el 12.2% de los casos se trata de un conocido o amigo.

Algunas armas de las que se han valido los hombres para cometer violencia feminicida en Morelos, son: armas de fuego, machete, navaja, martillo, cuchillo, palo, botella, a golpes y en un caso único pero relevante el incendio de la casa.

37.82% de los hombres utilizan un arma de fuego; 29.28%, de los casos utilizan un cuchillo y con las manos, el 7.32%.

En el caso de las mujeres que mueren producto de golpes se reporta un 21.96%. Por estrangulamiento el 12.2%, que incluye también la utilización de la fuerza física y psicológica que se ejerce en contra de las mujeres. También ataques previos y constantes de uno o varios agresores.

Las condiciones en que son encontrados los cuerpos presentan relevancias, la mayoría de los casos son abandonados, nadie sabe qué pasó, hasta ya pasados muchos días, alguien se atreve a hacer algo, normalmente cuando el olor es ya insoportable ya que en un 9% de los casos los cuerpos se encuentran en estado de descomposición.

En otros casos se pretende ocultar el hecho ya que un 4.9% se encontró enterrada y un 4% están con la cabeza destrozada. La siguiente característica es la violencia extrema; en un 4.0% de los casos las mujeres se encuentran con las manos atadas y en el 3.2% sólo hay restos óseos.

En el 13% de los casos, las condiciones en las que se encontró el cuerpo de la mujer, estaba desnuda o semi desnuda, lo que implica, más allá de la violación, un terrible abuso y exposición del cuerpo de la mujer.

No son asesinos seriales sino conocidos.

El Informe de la Comisión confirma, lo que ha sido señalado sistemáticamente por el movimiento amplio de mujeres, por instituciones diversas, por investigaciones y encuestas realizadas en los últimos años. Que una gran mayoría de los agresores son los hombres cercanos a las mujeres y quienes las violan sexualmente son: el novio, ex esposo, ex novio, padre, tío, padrastro, hermano, primo, amigo del papá, amigo de la familia, amigos y conocidos, vecino, compañero de trabajo.

El informe señala como un avance positivo que los familiares de las mujeres han incrementado su actividad al denunciar penalmente e incluso buscan con más interés y frecuencia el apoyo de organizaciones de derechos humanos.

La impunidad tiene responsables

Frente a la problemática de la violencia feminicida algunas autoridades admiten su responsabilidad, sin embargo otras evaden y hasta niegan la existencia del asunto. A pesar de la gravedad que implica para la seguridad de las mujeres morelenses.

El gobierno del Estado de Morelos encabezado durante 6 años por Sergio Estrada de afiliación panista declaró en múltiples ocasiones que las cifras sobre las mujeres muertas se sobreestiman, que está lejos de ser como en Ciudad Juárez. Con el nuevo gobierno de Marco Adame, del mismo partido, el discurso ha sido el mismo. Otros funcionarios han destacado que se no se debe exponer este tema en los medios de comunicación para que la percepción del turismo sea favorable al Estado, ya que baja la derrama económica por este concepto.

Los programas gubernamentales y sus resultados.

La dependencia más activa fue la Procuraduría General de Justicia con la creación de la Fiscalía Especializada en Homicidios de Mujeres en marzo de 2005. La cual se creó en el contexto de la realización de la investigación feminicida impulsada por la Comisión Especial de la Cámara de Diputados.

Sin embargo, hasta la fecha, carece de recursos y de personal suficiente y especializado que atienda las denuncias de familiares y conocidos de víctimas de violencia feminicida.

Según las cifras oficiales el total de homicidios de mujeres del año 2001 a julio de 2007 son 40 los casos que han sido radicados en la Fiscalía de Homicidios cometidos contra Mujeres

El nuevo procurador tiene la responsabilidad introducir un cambio al trabajo que hasta hoy ha realizado esta dependencia. La insensibilidad de los Ministerios Públicos para atender adecuadamente, la falta de preparación criminológica para realizar investigaciones adecuadas, a pesar de la existencia de tres oficinas (Cuautla, Jojutla y Cuernavaca) para atender denuncias. Todo ello ha sido insuficiente para atender todos los casos denunciados.

La Secretaría de Seguridad Pública necesita de un programa específico sobre violencia en contra de la mujer ya que todas sus acciones están enfocadas hacia la seguridad y encamina sus actividades hacia el combate a la delincuencia, la corrupción y el narcotráfico. Dejando de lado, en términos de prioridad, el tema de la violencia intrafamiliar, el maltrato y acoso hacia las mujeres. Por otro lado el discurso de esta dependencia no ha incorporado la perspectiva de género.

La atención a la violencia feminicida debe ser prioritaria a las primeras señales para detener la incidencia de más casos de muertes por violencia de género. Las autoridades requieren de aprobar mayores presupuestos a las instancias de defensa de la mujer pero también deben abrir más espacios a las mujeres en distintas áreas, tanto sociales y culturales como políticas.

Limitaciones en la lesgislación

La legislación que presenta el Código Civil para el Estado Libre y Soberano de Morelos y el Código Procesal Civil para el Estado Libre y Soberano de Morelos tiene pequeños avances pero no toman en cuenta la violencia feminicida.

Es necesario señalar que previamente, en muchos de los casos que terminan con la muerte de mujeres, hubo violencia reiterada, conocida por vecinos, familiares y en varios de los casos conocida por las autoridades. En demandas de divorcio, denuncias por lesiones y amenazas; pero, estos antecedentes no son tomados en cuenta para tomar medidas preventivas. Esto es muy grave, pues hay una responsabilidad que en la práctica están eludiendo las autoridades responsables.

Recientemente se aprobó, por unanimidad en el Congreso de Morelos, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Sin embargo se decidió no incluir el término feminicidio en el Código penal bajo el falso argumento de que sería reiterativo al ya existir el homicidio doloso. Es decir que no se reconoció en la legislación lo que representa esta conducta misógina y machista de uso de la violencia extrema en contra de las mujeres.

Otra aspecto que la ley en Morelos eliminó es el término impunidad en el capítulo sobre feminicidio, lo que significa que no se valora realmente el papel de la violencia institucional y social que está en la base de estos crímenes de género contra las mujeres. Todo esto es muy grave y afecta directamente la vida de las mujeres.

Conclusión: no bajar la guardia

Hoy es urgente y necesario hablar de lo que esta pasando en Morelos, sin olvidar que el feminicidio esta presente en todo el país. Por eso es necesario reflexionar sobre lo que pasó en Oaxaca, y de lo que pasó en Atenco, el nefasto papel de la SCJN en el caso Lydia Cacho equiparable al papel de la CNDH en el caso de Ernestina Ascencio, entre tantos casos que muestran la violencia institucional contra las mujeres.

El 25 de noviembre es una fecha significativa que nos lleva a señalar hechos violentos que han vivido mujeres en muchas partes del mundo pero que México no escapa y los casos de violencia que podríamos enumerar son tantos que el tiempo no alcanzaría.

El Feminicidio en Morelos debe enfrentarse de manera integral, con una toma de conciencia profunda por parte de la sociedad para respetar y hacer prevalecer los derechos humanos de las mujeres y de la sociedad en su conjunto. Las autoridades no pueden seguir eludiendo su responsabilidad y fomentando la impunidad que es la causa de que continué creciendo la violencia en espiral contra las mujeres.

Se han presentado gran cantidad de estudios, análisis, propuestas y programas de lucha contra el feminicidio. Existen avances en la reflexión y en el estudio. Se avanza en la toma de conciencia. Se han creado leyes y se han modificado instituciones. Todo ello ha permeado a ciertos sectores de la sociedad para que expresen sus protestas y eleven su grito de ya basta. Sin embargo, cada muerte que ocurre de otra mujer, en las mismas o peores formas de violencia, nos recuerda que no hay que bajar la guardia, que hay que reforzar la lucha por transformar el mundo, hasta que nadie llegue a una cita no pactada con la muerte, hasta que cese la violencia feminicida.


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