viernes, 19 de junio de 2009

Un Comienzo Nuevo de Obama

Por Vahida Nainar

Mumbai, India - El otro día en mi clase de español estuvimos conversando del tema de los sueños y los deseos. La pregunta por el día fué: Si pudieras entrevistar a un personaje famoso, ¿a quién entrevistarías? Aún pensando dije ‘quizás Obama y le preguntaría cómo arreglará las injusticias que hechas por su predecesor en el mundo?’ Me refiero al lió hecho en Irak, Afganistán y Paquistán. Dos días más tarde, tuve las respuestas a mi pregunta de Obama mismo. El presidente de los Estados Unidos, Barak Hussain Obama dio un discurso al Universidad de Cairo en que él trató de sentar las bases de un comienzo nuevo con ‘musulmanes alrededor del mundo.’

El discurso del presidente fué profundamente político y dado en el contexto de sospecha y desconfianza hacia EEUU y una percepción general de que ellos son enemigos del ‘mundo musulmán.’ El presidente tiene ángel y lo usó en su discurso con la meta de cambiar esa percepción, basando su comienzo nuevo en los intereses y el respeto mutuo. Intentó a presentar que los intereses son principalmente iguales pero dadas las posiciones de EEUU desde hace unas décadas, llevará mucho trabajo creerle. Dijo muchas cosas al gusto de los críticos de las políticas de mundo occidental. En su discurso, él hozo la presunción de que el terrorismo tiene su base en el ‘mundo musulmán’ ante un público que bien sabe que de hecho es una creación de EEUU.

La respuesta a mi pregunta especifica se encontraba en los anuncios que hizo el Presidente. Dijo que ya ordenó a cerrar el cárcel de Guantánamo, parar el uso de la tortura en todas las cárceles y el regreso de todos los soldados de Irak para el año 2012. Él se comprometió a procurar un paquete de socorro financiera de 2,800 millones de dólares para desarrollar de pueblos de Afganistán , con colegios, hospitales, calles etcétera.

Además, fue interesante enterarse de las cosas que él casi (las palabras podrían haber sido más directas, pero no era el caso) aceptó que EEUU había estado equivocado. Él admitió que hasta ahora su interés en petróleo dominaba su relación con el mundo de medio oriente pero desde ahora quiere una relación más profunda. También él aceptó que la guerra en Irak fué de su elección y hecha contra la voluntad del comunidad internacional. Dijo que se enseñó a EEUU la importancia de tratar las cosas con diplomacia. Finalmente, él afirmó que EEUU no presume ningún derecho sobre los territorios ni los recursos de los países de medio oriente.

Todo bien hasta ahora. Pero el asunto más importante es si había algo nuevo en el discurso que es diferente de la política de su predecesor. A decir verdad, no mucho. Muchas cosas que el presidente anunció siguen las decisiones que ya estaba hecha antes que él fuera elegido presidente. El año cuando los soldados regresaran del Irak ya estaba decidido que sería 2012. La solución de dos estados para la ocupación de Palestina y la demanda de que pueblos nuevos no debe ser construidos, son también políticas del gobierno de Bush. La negación de sacar a su ejército de Afganistán hasta que el problema del terrorismo esté solucionado totalmente, también sigue la política de la época del Bush. Finalmente, sobre las armas nuclear de Irán, el presidente repitió lo mismo: que todos los países que tienen armas nuclear debe reducir/destruirlas según las reglas de NPT, una convención que no está firmada ni es seguida por los mismos EEUU.

En el discurso, el mundo buscaba, creo que con ingenuidad, un líder mundial pero a difrencia, el que apareció fue el presidente de EEUU, protegiendo y avanzando los intereses estadounidense. Los intereses son: primero, sacar la economía de su país de la recesión y para hacerlo él tenía que asegurar a los estadounidenses y a todo el mundo que EEUU es un país seguro para hacer negocios. Lo que impide el éxito al avanzar esos intereses en el largo plazo es la amenaza de terrorismo por los ‘extremistas violentos.’ Es el momento en que EEUU está de lo más preocupado por la posibilidad de que las armas nucleares de Paquistaní caigan en las manos de los Talibanes y que ellos las usaran contra EEUU. Ningún otro país está tan amenazado como EEUU y por lo tanto se dieron cuenta de que no pueden protegerse a sí mismos sin el apoyo activo de los ‘musulmanes alrededor del mundo.’ No podría ser otro momento más urgente que éste para conseguir tal apoyo.

Con esa meta, cualquier persona se da cuenta que él no podía haber elegido una lugar más estratégico, una manera más intencionada ni un tiempo más adecuado para su discurso. En la ciudad de El Cairo la Universidad Al Azhar tiene fama de ser el sitio de aprendizaje Islámico, y hay la idea de que si alguien puede trasmitir ideas que se emiten desde esta universidad, se puede alcanzar e influenciar a más personas en esa parte del mundo. Así que la tensión entre EEUU y ‘musulmanes alrededor del mundo’ está reducida erróneamente (luego explico por qué erróneamente) como diferencias de religión y refiriéndose a un enfrentamiento de civilizaciones, la elección de la Universidad de El Cairo para dar su discurso parecía una decisión lógica.

Ningún otro presidente de EEUU ha tenido la ventaje del antecedentes personales como Obama : es decir, que él es de la comunidad Afro-Americana, un cristiano; su antepasados vinieron de Kenya y pertenecían a la religión oslámica y que él luchó en su vida para llegar al nivel donde está. Con todo estos, él infunde confianza que es ‘uno de nosotros’ entre los débiles y perseguidos del mundo. Cuando él hizo énfasis en su nombre completo y citó versos del Korán sagrado, él precisamente aprovechó este sentido para entrar mentes no receptivas.

Las mentes de personas en este parte del mundo no han estado cerradas sin razones. Desde hace décadas han visto las dobles normas del mundo desarrollado y el desprecio con el que los trata. Así como el que los problemas entre los dos mundos están reducidos a diferencias de religión, que de verdad no son. Si vemos los temas en que se manifiestan las diferencias, es claro que la religión no tiene nada que ver con eso. La ocupación de Palestina, un persistente sospecha del programa nuclear de los países que no son del mundo desarrollado, la explotación del recursos natural y la presunción del derecho de invasión militar de países de este mundo, todos son asuntos políticos. La gente en este mundo cree que el mundo occidental ha creado esas problemas o por lo menos están impidiendo sus soluciones.

(No quiero decir que los países en el ‘mundo musulmán’ no tengan ninguna responsabilidad por sus problemas. De hecho, algunos de los gobiernos de estos países están muy lejos de la realidad de sus propios ciudadanos. La gente no tiene posibilidad de participar e influir en su gobierno ya que no hay democracia real en muchos de estos países. Por lo tanto no hay ningún mecanismo funcional para comunicar sus problemas y tampoco a los gobernantes les importa un bledo saber las condiciones de sus ciudadanos. Según yo, donde sería tan fácil “cortar el bacalao” por la razón de que son estados con petróleo, ricos países que podrían buscar soluciones a las problemas de la región, y que ellos no lo hagan! Al contrario, los gobiernos se enriquecen a sí mismos sin pensar en los problemas generales de la región ni de la gente. Todo eso deja la gente común muy descontenta y es fácil para los extremistas aprovechar eso sentimiento. Agreguen la corrupción de los que gobierna estos países y lo qué resulta es el gran lió de terrorismo en que se mete al mundo ahora.)

Y todavía Obama puso su discurso en el contexto de la religión y presumió que todas las personas que viven en el mundo musulmán no tiene una identidad más que su religión y que esa religión es sólo el Islam. En su discurso, él se negó a reconocer dos cosas: uno, que muchos de los problemas que existen entre EEUU y los países del ‘mundo musulmán’ son de carácter político; y dos, que hay otras identidades y religiones en esta parte del mundo. Estos fueron los mayor es problemas del discurso de Obama.

El otro problema del discurso es algo que resulta de lo quemencioné en el párrafo anterior: la presunción hecha por el presidente de que los conservadores religiosos son representativo verdaderos de ‘musulmanes alrededor del mundo.’ Cuando él citó versos del Korán, cuando afirmó que las mujeres pueden elegir entre los papeles y apariencias tradicionales, cuando dijo que mientrastanto los EEUU creen en los principios de democracia, no es una cosa que se pueda imponer; él dirigía su discurso principalmente a los extremistas y los conservadores religiosos.

Dicho en otras palabras, a ojos vista el presidente dijo cosas para aplacer a los conservadores religiosos. Por su discurso, él implicó que la democracia es un principio dispensable según los caprichos de los gobiernos de los países y que Islam no lo apoya. Ambas son impresiones equivocadas. El presidente también redujo los derechos de las mujeres sólo hasta al derecho de educación y de participación en la vida económica. La razón es clara: es que aquél es el nivel de derechos de las mujeres que es aceptable para los conservadores y nada más allá.

De hecho, en su esfuerzo por aplacer los conservadores, el presidente fue tan lejos como el hacer una diferencia entre los ‘extremistas violentos’ y extremistas dando a entender que si las personas no son violentas, su ideología extremistas de odiar, de exclusión y de discriminación no son problemas. Para mí, solo hay una ligera gradación entre extremistas violentos y extremistas (o entre conservadores religiosos - étnicos, de castas o de otra categorías- y conservadores en general). Todos son problemáticos, así que no es tan necesario saltar las gradaciones.

El presidente Obama en su discurso dijo lo que pudo sin infringir políticas establecidas de EEUU ni decisiones ya hechas en su ofrecimiento de un comienzo nuevo. Su admisión y confesión fué algo fresco y son cosas buenas para los discursos. Pero sin sinceridad, actuaciones tangibles y profundas, nada cambiará. Entonces, de nada le servirá más: ni antecedentes personales, ni el aplacamiento de los conservadores, ni su personalidad carismática. Creo que el presidente falló en la gran oportunidad de ser un líder mundial, ya que no salió lejos de la política exterior normal de EEUU. Para ser un líder mundial él tendrá que hacer una política exterior que fuera visiblemente diferente de los gobiernos anteriores, abordar las cuestiones de verdad, enfatizar los derechos universal de las mujeres, y seguir buscando su nuevo comienzo de una manera más inclusiva. Así empezaría un nuevo comienzo verdadero.


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