lunes, 19 de febrero de 2024


Indígenas


Foto tomada de: https://chamanic.com/2020/03/01/no-necesitamos-permiso-para-luchar-por-la-vida-las-mujeres- zapatistas-se-unen-al-paro-nacional-del-9-de-marzo/



A treinta años de la revolución zapatista


Entrevista de Laura Castellanos* a Sylvia Marcos



Sylvia Marcos, la estudiosa más reconocida del pensamiento y evolución de las zapatistas, comparte sus reflexiones de cara a los 30 años de la conmemoración del alzamiento indígena


1. El primero de enero de 2024 es el 30 aniversario de la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ¿Cuál es para ti el principal legado de las zapatistas al amplio movimiento de feminismos en México?

El principal legado es el tránsito en la reconceptualización del sujeto individual de sus luchas –herencia del pensamiento dominante– a una subjetividad colectiva “como mujeres que somos” y “mujeres que luchan”. Propone un proceso que ellas han vivido todos estos años en su ser comunal adentro de un movimiento político autónomo.

2. La Ley Revolucionaria de Mujeres del EZ es el documento más emblemático en la lucha por los derechos de las mujeres de los pueblos originarios en México, en 2023 cumplió 30 años de detonar precursoramente un proceso subversivo contra su opresión y discriminación. En tu ensayo “México: Reflexiones sobre las luchas zapatistas ¿feministas?” escribiste que “no puede ser leído a la luz de ningún enfoque feminista convencional ni teórico ni práctico” 

Por que, justamente nosotras, feministas, somos herederas del pensamiento “único”, que concibe la igualdad y la diferencia desde posturas de sujeto individual. Las estrecheces de una “igualdad” exacta no coinciden con las formas como se han vivido estos 30 años la Ley Revolucionaria de Mujeres, y ha acrecentado constantemente la autoridad y la presencia de las mujeres adentro de sus colectividades organizativas horizontales, sin caer en estrecheces nuestras de exactitudes matemáticas. Las zapatistas las resuelven inspiradas en otras formas creativas originales del “género vernáculo”(recomiendo leer mi artículo).

3. De igual forma consideras que las zapatistas no incorporan todas nuestras demandas a su lucha, y si lo hacen, siguen su propio camino de acuerdo a sus prioridades. Comprender sus particularidades, escribiste, “implica necesariamente denunciar, con nuestras interpretaciones, el etnocentrismo clasista de la teoría feminista dominante”. Su movimiento indígena ¿cómo puede nutrir al feminismo como teoría social crítica?


Volvemos a ese legado que nos deja el zapatismo a las feministas. Su identidad colectiva, prevalece sobre su identidad como mujeres en un flujo permanente. Es un rejuego constante de proporcionalidades en donde al estar enmarcadas por el “todo” del movimiento zapatista, al que no dejan ni rechazan y al que pertenecen orgullosamente, marcan derroteros de luchas “feministas” en sus prioridades. Siempre en re-juegos equilibrados, nunca enfocados en eliminar a los varones. Al final del gran Encuentro del 2018 donde expresamente impidieron la entrada y participación de los varones con grandes mantas, acabaron bailando cumbias gozosamente con ellos. Esto a las feministas en “sujeta individual” nos  desconcierta. El “sólo mujeres” tiene, desde ellas, otras construcciones encarnadas.

4. Tú observas que uno de sus avances más notables es su aumento en cargos de autoridad (agentas, concejalas, comisionas, promotoras de salud y de educación). Su ejercicio de poder autónomo ¿qué lección da al sistema electoral y partidista convulsionado por las elecciones de 2024?

Quisiéramos poder reproducirlo aquí entre nosotras. El sistema de gobierno Estatal, partidista es per se jerárquico. Se tendría que descartar ese tipo de autoridad jerárquicamente organizada. Aunque tenemos grandes mujeres acomodadas en él y mundialmente. Una verdadera posibilidad de acceder, como mujeres, a los espacios que ahora tienen las zapatistas adentro de su movimiento, sería luchar para reproducir la estructura autónoma horizontal de nuestra sociedad. A veces apela a los dominios del “genero vernáculo” que es una esperanza. Jean Robert e Ivan Illich lo analizaron históricamente. 

5. Las zapatistas han manifestado que en sus comunidades no registran casos de feminicidios ni de desaparición de mujeres y niñas ¿Lograron erradicar el machismo y la violencia de género? 

No lo denominaría asi. El machismo y la violencia de género es propiciado por regímenes de gobernanza patriarcales en donde hemos estado viviendo. La Autonomía, como la que se vive en el zapatismo, ha logrado erosionar esos espacios de violencia y de machismo. Están en camino, paralelamente a la toma de autoridad desde las mujeres. Es un espacio hibrido. Está en modificación, ”falta lo que falta” nos aseguran ellas mismas. Aunque es definitivo que no hay casos de feminicidio ni desaparición de mujeres. 

6. ¿Cómo son las jóvenas y niñas nacidas durante su experiencia autonómica?

Mi experiencia con las jóvenes es de una sorpresa inspirada. Selena, de la comisión de “Escucha” me ha inspirado a escribir, también estuve a su lado cuando expreso su crítica a los jóvenes migrantes zapatistas que regresan al territorio presumiendo con tenis y celulares de marca. “Son pobres, pobres” declaró, porque además de perder su cultura, ahora son dos veces pobres. Esta muchacha nacida en el zapatismo nos ofrece el lugar que ocupan ellas cada vez más abiertamente participantes. Son juventud prometedora de libertades femeninas autonómicas.  

7. Sin embargo, el entorno zapatista se ha vuelto más hostil. El EZ ha denunciado que grupos paramilitares atacan sus comunidades amparados por autoridades de la Cuarta Transformación ¿Qué riesgos enfrentan las mujeres y niñas en las regiones violentadas?

Ellas enfrentan los riesgos de este México acosado  por el militarismo apoyado por el Estado y todavía más  por el crimen organizado. 

8. ¿El amplio movimiento de feminismos las está acompañando o dejando solas?

El amplio movimiento de feminismos, como lo denominas, tiene tantas vertientes y variantes que no logro asegurarlo. Si sé que varios colectivos feministas, y mundialmente también, y concretamente la Red de feminismos descoloniales, a la que pertenezco, siguen puntualmente  y acompañan activamente este movimiento zapatista que ofrece una  inspiración política para el planeta no sólo para México.


* Periodista feminista independiente. Se formó como periodista en el suplemento "Doblejornada" del periódico La Jornada y la agencia de noticias Comunicación e Información de la Mujer (Cimac).




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