Por Zoraida Portillo
(zportillo@telefonica.net.pe)
Lima, diciembre (SEMlac).- Después de una dura batalla, el Perú cuenta ya con la tipificación del feminicidio dentro de su ordenamiento legal. El pasado 1 de diciembre el congreso aprobó la modificación de un artículo del Código Penal, gracias al cual este crimen será castigado con penas de 15 a 25 años de prisión. El texto, aprobado por 90 votos a favor, dos en contra y 14 abstenciones, señala textualmente: "El que a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su cónyuge o conviviente, o con quien esté sosteniendo o haya sostenido una relación de afectividad aún sin convivencia, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de 15 años". También establece que "cuando se presenten circunstancias agravantes", la pena no será menor de 25 años. Además, precisa que "si la víctima del delito descrito es o ha sido cónyuge o la conviviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga, el delito tendrá el nombre de feminicidio". Ambos párrafos aprobados fueron una propuesta del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES). Hasta antes de esta modificación, el asesinato de mujeres estaba tipificado como parricidio, con apenas seis años de prisión que en la práctica se convertían en dos años, pues el victimario podía hacer uso de beneficios penitenciarios y reducir así su tiempo de cárcel efectiva. Inmediatamente después de aprobarse la modificación, diversas organizaciones de mujeres y la hasta entonces ministra del sector, Aída García-Naranjo, [la ministra fue cambiada el 11 de diciembre como parte de una reestructuración del gabinete, N. de R.] mostraron su complacencia. "Nuestra estrategia es cerrar las brechas del feminicidio y que los indicadores que podamos mostrar este año sean menores a los del 2009 y 2010", declaró a la prensa. García Naranjo dijo que el siguiente paso de su portafolio será cambiar algunos protocolos impuestos a las víctimas de violencia sexual, como la presentación de pruebas físicas sobre este acto contra las mujeres. "Creo importante que se tipifique el feminicidio en el Código Penal y se incrementen las penas como una medida de prevención y protección", indicó a SEMlac Gaby Cevasco, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, quien recordó que muchas mujeres asesinadas habían denunciado con anterioridad situaciones de violencia, pero ni los agresores estaban en la cárcel ni las mujeres recibieron protección oportuna. "Ante esta falta de justicia, muchas mujeres desisten de continuar los procesos y eso se ha convertido en un riesgo mortal", precisó. Por ello sostiene que la tipificación del feminicidio "es una manera de colocar a la mujer como sujeto de protección, reconocerla como un sujeto de derechos y, además, sancionar un crimen que se da por su condición de mujer, como efecto de las relaciones desiguales de poder, en un sistema que aún continúa valorizando lo masculino como superior". Sin embargo, lograr la modificación del artículo del Código Penal no ha sido fácil. Desde hace muchos años, las organizaciones feministas y de mujeres vienen realizando campañas de sensibilización pública, pero sus resultados fueron infructuosos. El último intento de aprobar una ley en el parlamento, en septiembre pasado, cerró la posibilidad de usar esa vía para aprobar la ley. Por ello, la Ministra de la Mujer, haciendo uso de su prerrogativa legislativa, envió al Consejo de Ministros un anteproyecto de ley, el cual fue aprobado el 25 de noviembre y remitido al Congreso para su discusión con carácter prioritario. Once feminicidios al mes Según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, al mes son asesinadas 11 mujeres en el Perú. Entre enero y septiembre de este año el Ministerio de la Mujer registró 54 intentos de feminicidio y el Observatorio, seis. La disparidad de cifras habla a las claras sobre la necesidad de un registro centralizado para conocer la real magnitud de este problema que ubica al país entre los que ostentan las cifras más altas de feminicidio en Sudamérica. Pero además del número creciente de mujeres asesinadas también aumenta la violencia que se ejerce contra ellas. En los últimos meses, este fenómeno "ha adquirido características extremas, como quemar el rostro de la mujer con aceite o agua hirviendo, cortes múltiples con armas punzo cortantes, etc.; hechos realizados con premeditación y los responsables no han recibido la sanción correspondiente", reflexiona Cevasco. Sin embargo, hay que resaltar que el Perú cuenta con 140 centros de emergencia mujer (CEM). Para 2012 se tiene pensado crear 40 más en diferentes partes del país, de tal modo que se cubran casi las 195 provincias del territorio nacional, informó a SEMlac la ahora ex ministra del sector. Además, el MIMDES cuenta con la Línea 100, para que las mujeres que sufren cualquier tipo de vejaciones puedan acceder de manera gratuita a asesoría legal, psicológica, social, entre otros servicios. Entre 2009 y 2011, según el MIMDES, se perpetraron 405 crímenes contra mujeres, de los cuales 245 fueron a manos de parejas o exparejas (34,8 % del total). Para Cevasco, un segundo aspecto muy importante además del legal es trabajar sobre los imaginarios sociales para modificar la representación y percepción que existe de las mujeres, y que lleva a tolerar la violencia. Menciona un diagnóstico realizado en 2010 por Flora, según el cual el 73,3 por ciento de los encuestados considera que puede tolerarse la violencia si las mujeres descuidan a las/os hijas/os; un 66,7 por ciento si él sospecha que le es infiel; un 40 por ciento que sí habría razón para golpear a su pareja si ella le desobedece. "Estas 'razones' expresan una percepción desvalorizada de las mujeres, como propiedad de la pareja que puede irrogarse el derecho de golpearla si no cumple sus órdenes o no actúa de acuerdo a su voluntad", explica. "La mayoría de casos de feminicidio se ha dado luego que la víctima ha puesto fin a la relación de pareja. Es decir, la violencia, el castigo, va contra la autonomía de las mujeres, contra su libertad, contra su derecho de decidir. Y esto solo es posible cambiar, además de la sanción como medida de prevención, a través de campañas orientadas a cambiar la imagen de las mujeres que predomina aún en el imaginario social", concluyó.
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