Por Norma Loto
(normaloto@gmail.com)
Buenos Aires, diciembre (Especial de SEMlac).- Esta vez la sinrazón punza por cuatro y penetra con indignación. Pareciera que por estos días a la sociedad no le alcanzan los excusables celos, tampoco la pasión, para comprender el salvajismo perpetrado sobre los cuerpos de Bárbara, Susana, Micaela y Marisol, víctimas del feminicidio múltiple ocurrido el 26 de noviembre en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. Según las investigaciones, el principal sospechoso sería Osvaldo Martínez, novio de Bárbara Santos. Luego de conocerse el hecho, las noticias giraron en torno a las hipótesis con las que habitualmente enmarcan cada vez que se origina el máximo de los abusos que se comete en una mujer: explosión de ira, a causa de los celos. Bárbara Santos (29) vivía con su madre Susana Bártoli (63) y su hija Micaela Galle Santos (11), y esa noche llegó a visitarla Marisol Pereyra (30). Personas cercanas a Bárbara relataron que la relación de pareja nunca había sido fácil y los peritos sostienen que la matanza puede haberse producido luego de una discusión de la pareja en el domicilio de Bárbara. Las organizaciones feministas de La Plata le entregaron una carta al juez Guillermo Atencio, a cargo de la causa, en la que explican que: "la ideología patriarcal es la causa originaria y a la vez perpetuadora de la violencia hacia las mujeres. Referirse al patriarcado permite comprender la violencia como elemento útil en la perpetuación de los estereotipos sexuales y patrones culturales e históricos (…)". "Por eso -continúa la misiva- entendemos los cuatro feminicidios en el contexto de esta cultura patriarcal, no como un hecho aislado; sino como la máxima expresión de la violencia contra las mujeres. La pasión, los celos, no justifican la violación del derecho humano que tenemos las mujeres a vivir una vida libre de violencia". El comunicado lleva la firma de la Casa de la Mujer Azucena Villaflor, de Varones Antipatriarcales, de la Colectiva feminista comuna y del Área de género de Apostasía colectiva. Sobre este feminicidio múltiple, SEMlac consultó a Susana Cisneros, abogada, militante de los derechos de la mujer y especialista en la lucha contra la violencia de género, quien calificó de "conmoción" a la sensación de la sociedad platense ante este caso. Sin embargo, "creo que (la sociedad) no alcanza a dimensionar el verdadero alcance que estas muertes representan, porque estamos hablando de mujeres y el hecho de ser mujeres las convierte en un factor de riesgo, donde se esconde el poder patriarcal y disciplinador". Las palabras de la experta incitan a indagar si los casos de feminicidios han crecido o es que en los últimos tiempos estos se hacen públicos. Conduce a pensar, también, que ante los muchos o pocos terrenos ganados por las mujeres en el ámbito público, la sociedad fundada en el ideario patriarcal no está dispuesta a asumir el nuevo escenario ni a reacomodarse en un plano de igualdad entre los géneros. De esta insana predisposición, podría surgir la violencia, a veces extrema, por parte de los hombres para seguir demostrando su poder. O quizás, se está ante la presencia de un efecto boomerang -como razonan algunas expertas- es decir, que a mayor denuncia y conciencia sobre derechos de las mujeres, los varones se sentirían en un continuo llamado de atención y que por eso la violencia que descargan sobre las mujeres se hace cada vez más continua y feroz. Susana Cisneros dijo a SEMlac que la violencia hacia las mujeres en particular siempre existió, pero que en estos últimos años el "velo" que tapaba lo "privado" (lo que ocurría en el interior de la pareja o grupo familiar) comenzó a correrse, se hizo más público". ¡Ni una más, ni una menos! María Laura Córdoba, Silvina Beatriz Mehaudy, Sofía Bianco, Angélica Hermelinda Villacorta, Josefa Isabel Lattaro, Marcela Noemí Vera, son algunos de los nombres de una lista que da cuenta de los 237 feminicidios perpetrados en Argentina, desde enero hasta octubre de este año. La cifra surge del Observatorio de Femicidios en Argentina "Adriana Marisel Zambrano", coordinado por La Asociación Civil La Casa del Encuentro. La mayoría de ellas fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. En esta lista no están aquellos casos que no fueron denunciados o informados. Tampoco incluye los "feminicidios vinculados", considerados como aquellas acciones del feminicida para consumar su fin: matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce la dominación. En esta definición se registran dos categorías: personas que fueron asesinadas por el feminicida al intentar impedir el feminicidio, o que quedaron atrapadas "en la línea de fuego", y personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer, que fueron asesinadas con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer a quien consideran de su propiedad. Los feminicidios vinculados, según el Observatorio de Femicidios en Argentina, llegan a 19 en el lapso que va desde enero hasta octubre. Esta cifra no incluye a las mujeres que ingresaron a los hospitales con evidencia de violencia sexista, pero que al fallecer en sus certificados de defunción figura muerte por paro cardiorrespiratorio u otra causal, invisibilizando la violencia que generó el cuadro traumático. Tampoco a las mujeres que mueren por abortos clandestinos, ni a las que emergen en las noticias como muertas por suicidio, pero que han padecido previamente una situación de violencia sexista en sus vidas. Entonces, la lista sería más gruesa. Proyecto para penalizar el femicidio La necesidad de tipificar el feminicidio como figura autónoma es una de las demandas de varios sectores de la sociedad civil y desde la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género se propicia un proyecto en este sentido, a la vez que en el plano legislativo se estudia esta necesidad. Este tipo de iniciativa ya está en marcha en Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Chile. Sin embargo, algunas juristas sostienen que no está probado que sea una medida efectiva para reducir el número de homicidios provocado por la violencia hacia las mujeres. Las que apoyan esa medida piensan que con esta figura se propiciaría un cambio social, ya que "no sería tan fácil para la defensa de los feminicidas invocar que actuaron 'en estado de emoción violenta'; se le daría a estas muertes violentas de mujeres una sanción específica atento al hecho de que ser mujeres las convierte en un factor de riesgo", comentó Cisneros a SEMlac. "Hay fundamentos para apuntar a un motivo pasional", "Hablan de crimen pasional", "La principal hipótesis es que se trató de un crimen pasional", "Toma fuerza la hipótesis del crimen pasional"; éstas son sólo algunas de las expresiones que se leen en los medios argentinos. Alcanza este breve recorrido para graficar cómo los medios, en general, han informado del cuádruple crimen de La Plata. La pasión, los celos, ¿sirven para justificar el crimen? Es lógico que no. Sobre este aspecto Marcelo Pereyra, magíster en periodismo e investigador sobre violencia en los medios, dijo a SEMlac que el tratamiento de este caso en los medios es el habitual: retóricas sensacionalistas, intrusión en la vida privada de las víctimas y el sospechoso, espectacularidad de la noticia y sobresaturación de la información en todo el sistema de medios. Pereyra observa que aunque hubo algunos avances en cuanto a las buenas prácticas, no se evidencia "una gran evolución. Más allá de alguna actualización en el léxico, los marcos interpretativos del hecho violento, con modalidades más sutiles, siguen abrevando en la ideología machista", concluyó.
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