domingo, 17 de enero de 2010

Los buenos deseos para 2010

Mujeres y Política Por Soledad Jarquin Edgar

El comienzo de cada año despierta siempre la esperanza que el futuro puede ser mejor, al menos sabemos que no todo cambia pero algo se transforma cuando esas innovaciones las hacemos desde nosotros y nosotras mismas, lo importante es que lo que hagamos en lo individual sea benéfico en lo colectivo. Porque efectivamente uno de los problemas actuales que enfrenta la humanidad es y tiene que ver con la falta de conciencia social y el rápido aumento del ego. El caso concreto lo tenemos en muchos de nuestros actos individuales pero el reflejo cotidiano está en la mayoría de quienes nos gobiernan, entre quienes se olvidó el principio del ejercicio público en pro de la sociedad y no en pro de una sola familia, la suya.

Pero tengo otros deseos para el 2010, los clásicos y los no tan clásicos para este año electoral que se auguró lleno de desastres y donde el mundial de futbol, más que otra cosa en la vida, hará que unas tres cuartas partes de la población se olvide de los impuestos, de la escalada de precios, de la violencia, la corrupción, el fraude y sobre todo provocará lo peor la indiferencia al proceso electoral. Así que estos son mis mejores deseos:

AMOR del bueno, del que se da sin violencia ni condiciones. Del amor verdadero que no mata a nadie sino del que alivia. Amor para reducir la misoginia, la violencia feminicida y el feminicidio. Amor para que los políticos y aspirantes a ocupar puestos de elección popular hablen sin mentiras, para que solo prometan lo que pueden cumplir al electorado.

Que en cada una de las personas que trabajan tengan por ello el pago a su trabajo en

DINERO suficiente para comprar las cosas materiales necesarias. Que cada vez que compre algo piense cuánto sirve en realidad y cuánto puede afectar no sólo su capacidad de adquirir un producto sino a la naturaleza cuando lo deseche. Qué cuando un político o funcionario reciba su sueldo sepa que lo ha obtenido con el sudor de su frente y sólo de ahí. Que con ese dinero pueda vivir “con principios que lo son todo” como afirmó don Benito Juárez y para quienes no saben a qué principios se refería sólo enumero dos: honradez para quien ejerce el poder y dignidad para sus familias.

AMISTAD ese privilegio de tener amigos y amigas que puedan hablar con usted de frente sin temor a nada. Que no olvidemos nunca que una buena amiga o amigo son esos arboles de sombra fundamentales en nuestras vidas. Que la clase política se rodee de buenas sombras.

SALUD, que podamos acudir al sistema de salud para prevenir enfermedades no sólo para resarcir los daños que nos causan nuestras propias desatenciones. Que la salud es todo y que sin ella no tenemos nada.

CONFIANZA para que devuelvan los derechos que les arrebataron a las mujeres en 2009, como si las y los legisladores fueran sus tutores, como si ellas fueran menores de edad. Peor aún como si fueran ellos vigías del clero no sólo mexicano sino desde el Vaticano. Que ojalá pudieran darse cuenta de sus errores.

SABIDURÍA para contribuir en la medida de nuestras inmensas posibilidades a ser una sociedad más igual para las mujeres y que la otra mitad, compuesta por los hombres, pueda reconocer en ellas su contribución social. Sabiduría en quienes hacen política para que puedan pensar en el beneficio colectivo antes que en el beneficio personal.

LIBERTAD para decidir, actuar, crear, pensar, trasladarse, gritar, hablar, leer y caminar por el terreno que respete los derechos de todas las personas, incluso de quienes piensan y actúan diferente. Porque esa diversidad crea “el principio de no intervención como una de las primeras obligaciones de los gobiernos, el respeto debido a la libertad de los pueblos y a los derechos de las naciones”, como dijo Juárez.

PASIÓN para emprender las tareas cotidianas y las que nos llenan de sorpresas cada día. Pasión en las buenas políticas públicas para actuar a favor de lo que es colectivo como la educación, el sagrado derecho de pensar como planteó Juárez, “fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos”.

TRABAJO para tener una forma digna de vivir. Trabajo para que no reinen el ocio ni los malos pensamientos, sobre todo entre quienes piensan que teniendo el poder pueden actuar a su arbitrio y se pierden en las peores causas.

PAZ verdadera, porque ningún pueblo puede vivir en paz cuando ésta ha sido fundamentada en la guerra. “Tengo la persuasión de que la respetabilidad del gobernante le viene de la ley y de un recto proceder y no de trajes ni de aparatos militares propios sólo para los reyes de teatro”: Benito Juárez.

HUMILDAD para reconocer que otras personas pueden ser mejores que nosotras y nosotros. Esto es especial para quienes van a competir en el proceso electoral. Donde como señala Benito Juárez “la democracia es el destino de la humanidad; la libertad su brazo indestructible”. Todos los pueblos que no fundamentan su democracia en la libertad no pueden entonces construir ese destino.

JUSTICIA social para que la igualdad sea una realidad y no una utopía.

VISIÓN para descubrir que la felicidad no es una estación final sino el vagón en el que viajamos.

Estos son los deseos para el año que apenas comenzamos, ojalá que junto a los suyos podamos hacer un recuento positivo al final. ¡Felicidades!


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