miércoles, 25 de noviembre de 2009

16 Días Contra la Violencia...persisten golpes y asesinatos.

16 ideas para 16 días
La campaña de 2009 invita a todas las organizaciones a promover alguna actividad durante cada uno de los 16 días. Para ello, sugieren una serie de ideas:
Día 1: Infórmate
Envíe su iniciativa a: semcuba@ceniai.inf.cu

Latinoamérica: Persisten golpes, daños psicológicos y muertes
Por Alba Trejo - Bofetadas, puñetazos, moretones, infecciones y sangrado vaginal, depresión y baja autoestima. Estos son los resultados de las agresiones físicas y psicológicas que marcan la vida de las mujeres latinoamericanas, quienes en pleno siglo XXI siguen siendo víctimas fatales de la violencia de género.
Así, cientos de ellas pierden la vida en manos de hombres que, paradójicamente, fueron sus compañeros de hogar.
Cifras alarmantes revelan que en México, Colombia, Perú, Guatemala, Bolivia, Argentina, Venezuela, Dominicana, Uruguay y Chile, entre 50 y 70 por ciento de las mujeres son o han sido golpeadas y amenazadas más de una vez en su vida por su esposo, compañero, novio o ex novio. Así lo indican datos de fuentes oficiales de esas naciones, recopilados por las corresponsales de SEMlac.
Entre esos países, México se ubica como una de las naciones donde cada minuto que transcurre suceden por lo menos tres actos de violencia contra las mujeres, y cada 18 segundos una de ellas es víctima de una golpiza.
El Instituto Nacional de Salud hospitalaria de México reveló que, en un solo año, fueron atendidas más de 7.000 mujeres tras haber sufrido violencia física como empujones, golpes, heridas de armas de fuego o punzo cortantes.
Cada 10 minutos, las autoridades venezolanas reciben una denuncia de una mujer golpeada por su esposo. Las cifras del Instituto Nacional de la Mujer de Venezuela dan cuenta de que en ese país las maltratadas física y psicológicamente se encuentran entre los 20 y 44 años de edad, justamente en la etapa reproductiva de su vida.
Mientras, en Perú, cada hora se reporta que 10 mujeres sufren violencia intrafamiliar, lo que significa que al final del día 240 peruanas son agredidas, corporal o psicológicamente. Para tener idea de la dimensión del problema: la atención y revisión a víctimas de violencia familiar en ese país constituye el 52 por ciento de los servicios prestados por el Instituto de Medicina Legal. En tanto, el Ministerio del Interior reportó que cada cuatro horas tres mujeres son víctimas de violencia sexual.
De escandaloso podría calificarse, también, el panorama de Argentina. La Comisaría de la Mujer de esa nación sudamericana recibió en 2007, en un período de seis meses, más de 1.170 denuncias de abuso sexual; es decir que, a diario, ocho mujeres padecieron ese acto brutal de violencia. Solo en la ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Salud atendió en un año un promedio de 7.146 denuncias en la línea 911 Mujer. El 54 por ciento de las argentinas golpeadas son casadas.
De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, se estima que un 25 por ciento de argentinas son víctimas de violencia y que 50 por ciento experimentará algún tipo de agresión en alguna etapa de su vida.
Al menos cinco millones de los siete millones que suman las guatemaltecas sufren violencia doméstica, según estimaciones de grupos defensores de sus derechos. Tanto así que la Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público de la nación centroamericana advierte que a ese lugar acuden al menos 15.000 mujeres al año a denunciar que sufren de violencia doméstica, una cifra que supera las denuncias del resto de naciones latinas, exceptuando México.
Pero el silencio persiste ante esas agresiones. En Dominicana, por ejemplo, es la propia mujer quien, tras ser amenazada de muerte y maltratada, tiene que notificar al individuo y luego llevarlo consigo a la policía para que lo detenga. Eso la obliga a callar ante el temor de no obtener respuestas y sí represalias.
De otra parte, hay naciones como México, donde todavía persiste el temor de buscar ayuda. Según diversas fuentes, 84 por ciento de las mexicanas considera que la violencia es algo natural y un asunto privado que sólo compete a la pareja.
Algo similar ocurre en Guatemala, donde la cultura patriarcal enraizada impide la denuncia de este sector poblacional: apenas el uno por ciento de las guatemaltecas golpeadas en el hogar lo hace.
La situación no es tan fácil tampoco para las bolivianas, pues, según el Defensor del Pueblo, siete de cada 10 vive algún tipo de violencia familiar: sexual, psicológica o económica en su vida.
En Medellín, Colombia, el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual (CAVAS) contabilizó durante el primer semestre de 2007 abuso sexual y actos sexuales abusivos contra 201 mujeres y 388 niñas, y registró 2.219 casos de violencia intrafamiliar.
Agregado a los golpes y al daño psicológico, las latinas padecen además lo que se conoce como la forma más extrema de la violencia de género, que es la muerte. Para ellas, el derecho a la vida también es vulnerado en la calle, a tal punto que sus cuerpos son violados y posteriormente torturados y desmembrados, como ocurre en Guatemala.
De enero a noviembre de 2008, por ejemplo, se verificaron 580 de estos crímenes y 161 de estas muertes fueron provocadas por los propios esposos, una cifra elevada si se tiene en cuenta que el número de habitantes en este país no supera los 14 millones.
México no es la excepción en este tema. Allí 20 de cada 100 asesinatos ocurren dentro del ámbito familiar, 10 de ellos son de cónyuges que le quitan la vida a las esposas, tras un historial de violencia intrafamiliar.
En Cuba, el 52 por ciento de estos homicidios suceden en el hogar de la víctima, según un estudio realizado en Ciudad de la Habana, el cual muestra que de 468 casos de asesinato reportados, 136 fueron cometidos contra mujeres; es decir, 28,8 por ciento del total.
Las dominicanas también han sido alcanzadas por la forma más extrema de violencia contra la mujer. En esa nación de ocho millones y medio de habitantes, es asesinada una mujer cada dos días.

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