domingo, 18 de septiembre de 2011

Argentina: Marcha de las putas en Buenos Aires

Por Norma Loto

Buenos Aires, agosto (SEMlac).- Vencer un desafío tras otro fue, en pocas palabras, la tarea de las organizadoras de la Marcha de las Putas en Buenos Aires.
El primer reto fue instalar la convocatoria con la consigna: "No es no"; el segundo, hacer pedagogía antipatriarcal y explicar que "se utiliza la palabra PUTA (en la Marcha) porque es con la que se suele nombrar a las mujeres que son víctimas de violaciones, agresiones o conductas violentas (físicas o verbales), justificando de esta manera el hecho violento y quitándole la responsabilidad al agresor".
"Por eso es que, al utilizarla en esta Marcha, se resignifica la palabra puta, quitándole esa connotación negativa", aclaraba la gacetilla emitida a los medios.
Y el tercer desafío fue lograr que la convocatoria no decayera. La Marcha fue citada en un principio para el viernes 12 de agosto, pero a causa de la fuerte lluvia que azotó a Buenos Aires, el evento se suspendió y se trasladó para el 19 de este mes. Finalmente todos estos inconvenientes no terminaron siendo impedimento para que la demostración fuera un éxito.
A pesar de las inclemencias del tiempo, el viernes 19 de agosto la Marcha de las Putas fue nutrida. Mujeres de diversas edades, en su mayoría jóvenes, acompañadas por numerosos varones, marcharon desde el Obelisco porteño hacia el Congreso de la Nación.
Al grito de: "No es No" y "Alerta, alerta que camina, la Marcha de las Putas por América Latina", la multitud copó la Avenida Corrientes a contramano del tránsito vehicular. Se calcula que participaron aproximadamente 300 personas.
La Marcha de las Putas o Slut Walk se hizo por primera vez en abril de este año en Toronto como respuesta a afirmaciones del policía Michael Sanguinetti, en el marco de una conferencia universitaria, donde sugirió a las mujeres que "dejen de vestirse como putas si no querían ser violadas", impidiéndole a ellas elegir su propio atuendo y, de esta forma, limitando sus libertades y derechos.
"Debe existir conciencia colectiva para saber, entre otras cosas, que la ropa no simboliza consentimiento. Ninguna mujer puede ser tildada de puta por su ropa. (Con esta Marcha) elegimos contestar a quienes nos hacen sentir mal por el hecho de transitar por las calles libremente", sentenció Juliana, integrante de Hollaback Argentina, organización que lucha contra el acoso callejero.
Esta movida ya fue realizada en más de 20 países, entre ellos México, Nicaragua, Brasil, Gran Bretaña, Estados Unidos y Costa Rica. Aquí, además de la de Buenos Aires, se realizará en otras ciudades del interior.
En Buenos Aires, la Marcha de las Putas tuvo como coordinadoras a Flavia Baca Hubeid, Verónica Lemi, Victoria Sandrini, Nadia Ferrari y Pamela Querejeta Leiva. Estas dos últimas son integrantes de la red Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no Sexista.
Las organizadoras se lanzaron en esta campaña hace aproximadamente tres meses y en ese trayecto recibieron el apoyo de diversos sectores. La página de Facebook creada para el evento tiene más de 8.000 seguidores de la causa: "Te pedimos que marches para que se afirme tu derecho a decir NO. No es NO, la ausencia de un sí también es un no", manifestaba una de las arengas de la red social.
La evidente cuestión política de esta Marcha es un aspecto que nadie debiera pasar por alto, porque apela al derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos, decisión que todas la tienen y pocas la practican, por desconocimiento o por opresión.
Intentar que se entienda a la mujer como sujeto de derecho es una tarea no menor, en un mundo donde la violencia hacia las mujeres tiene índice de epidemia y que no discrimina entre etnia, países, edades.
La Marcha de las Putas fue una invitación a reflexionar acerca de que las mujeres son (somos) objeto de derecho, que cualquier acción contra su consentimiento es una violación y que cuando dicen (decimos) No, es porque queremos NO.

1 comentario:

Lorena dijo...

Yo creo que habría que dejar de utilizar la palabra en general. O sea, cualquier connotación es indignante, humillante y agresiva, y no creo que sea necesaria en el vocabulario. Hace poco estuve en Argentina en unos apartamentos Buenos Aires y vi que la gente se cuida mucho de no utilizarla todo el tiempo!
Son educados los porteños!
Lore