sábado, 21 de mayo de 2011

Z...

por Rocío Duque

Acabo de ver Z, el film de Costa-Gavras de 1969, sobre el complot – aquí ficcionalizado - para asesinar al político de izquierda y pacifista Grigoris Lambrakis - en la película interpretado por Yves Montand - y el subsecuente golpe militar en Grecia (1967).
No se hace cuántos años vi por primera vez Z, quizás yo tendría unos 20 y eso quiere decir que quizás yo vi una película diferente; yo también era otra, el mundo era otro.
Ahora, en esta visita nueva, vi cosas que la memoria no registró entonces con la misma fuerza, una ellas, las sutiles pero constantes referencia a la situación de las mujeres, sombras silenciosas y constantes. Las presencias “laterales”, como la secretaria sirviendo jugo a los generales y políticos; el hecho de que entre los antecedentes del asesino está el de violación, la referencia al final de la película a como la junta prohibió, entre otras muchas cosas, el uso de la minifalda. Pero las minfalderas están presentes todo el tiempo en las manifestaciones reprimidas, etc.
Por cierto, Irene Papas en el papel de la viuda, representa uno de los más silenciosos papeles de su vida artística (luciendo el segundo más horrible peinado en la historia del cine; sólo superado por el de Javier Bardem en No Country For Old Man).
A poco más de 40 años la corrupción, la impunidad y la brutalidad siguen siendo familiares y cotidianas, pero Costa-Gavras las trata en su película con un ácido humor, casi gran guiñolesco, con sus militares ridículos, sus matones patéticos y su sistema de justicia que es una parodia. Y me trajeron a la memoria una película mucho más reciente: Presunto culpable que – toda proporción guardado con la película-símbolo-ícono de Costa Gavras - podría ser una comedia si no fuera porque es una tragedia, si de proporciones griegas.
Y apenas ayer leía sobre otros Z, los que asolan ahora mi país. Originalmente los llamados Z, provenían de las propias filas del ejército mexicano (no sorpresa), del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), creado durante la administración de Ernesto Zedillo para ..ah, sí! Luchar contra el narcotráfico. Fueron entrenados en Fort Benning, en Estados Unidos, donde seguramente aprendieron algo más que ingles. Luego reclutaron a miembros de otra tropa de elite, los kaibiles guatemaltecos. Ahora, entre otras muchas atrocidades, también se dedican a matar guatemaltecos, o para el caso, lo que se les ponga enfrente.
En el libro de Anabel Hernández, Los señores del narco, cuenta que Heriberto Lazcano, el fundador de los Z’s, dice que el nombre de la organización es tal “…porque después de la z no hay nada…”
Paradójicamente la Z, la otra, la de Costa-Gavras , "
Ζει", la que pintaban los activistas en las calles de la Grecia a punto de ser tomada por los generales, es el griego para “Vive”…

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