viernes, 27 de agosto de 2010

El silenciamiento de las mujeres: estrategia para perpetrar delitos de lesa humanidad

por Francesca Gargallo Celentani

Todas las antropólogas, activistas de derechos humanos, sociólogas, abogadas y feministas involucradas en la denuncia y esclarecimiento de los delitos de feminicidio y violación de las mujeres en México me han confirmado que el silenciamiento de estos delitos en el marco de la “guerra al narcotráfico” es precisamente eso: una práctica del estado que invisibiliza lo que les pasa a las mujeres en la historia.

Eso es, desde hace cuatro años las violencias extremas contra las mujeres no han desparecido, más bien se han incrementado. En Ciudad Juárez hoy se asesina “por lo menos” a una mujer al día, y, en el resto del país en el mismo lapso de tiempo, otras cuatro son asesinadas, después de haber sido torturadas y secuestradas. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió gracias a valientes periodistas, mujeres y hombres, a mediados de la década de 1990, hoy no se debe, no se puede hablar, escribir, publicar nada sobre ello porque la orden de la cultura patriarcal, que se afianza en múltiples descalificaciones de las mujeres, y tipifica una especie de contubernio entre agentes del estado, tribunales y violadores y feminicidas, impone que la experiencia femenina desaparezca de la memoria colectiva, no tenga importancia social y no se le otorguen instrumentos legales e históricos para reivindicar su valor político.

En el Seminario Permanente de Derechos Humanos de las Mujeres que, junto con Norma Mogrovejo y Mariana Berlanga, hemos logrados instalar desde hace tres años en el marco de la Maestría en Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México gracias al apoyo de su director Enrique González Ruiz, hemos venido recuperando una enseñanza feminista, una pedagogía del desvelamiento de los tabús para considerar el sistema de derecho. Con las estudiantes, mujeres y hombres (aunque los hombres que se inscriben son muy poquitos, porque hablar con mujeres develando el contexto patriarcal en el cual ambos estamos inmersos es un acto de valentía que pocos acometen) asumimos que es necesario hablar de nuestros propios tabús con referencia al sexo y los imaginarios que compartimos con la sociedad alrededor de la sexualidad y de la violencia sexual.

La lectura de experiencias y reflexiones propias de las mujeres latinoamericanas, en particular las experiencias sobre las violaciones en contexto de guerra y represión política llevadas a cabo por las guatemaltecas y las hondureñas, nos sirven para entender que no hay un lugar neutro, “políticamente correcto o aséptico”, como dice la abogada guatemalteca Andrea Diez, para que las mujeres nos involucremos en una red discursiva o en una práctica política feminista sobre la sexualidad. En particular, si nos asumimos como personas con una mirada crítica ante las violaciones y torturas sexuales o como defensoras de los derechos de las mujeres ante estos crímenes de lesa humanidad, no debemos creer que sea posible hablar de temas sexuales guardando nuestro propio sexo y sexualidad en el bolsillo para trabajar sobre la sexualidad de otras.

Siempre he considerado que Centroamérica es el laboratorio donde se ensayan todas las represiones y formas de coerción de las derechas de América. No es casual que haya sido en Honduras donde se ensayó en 2009 una nueva táctica para legitimar los golpes de estado contra los gobiernos tímidamente progresistas, después de 20 años de retórica democrática. Ni que sea en Costa Rica, país sin ejército desde 1948, donde haya desembarcado la marina estadounidense para “defender” a su población de las agresiones del narcotráfico. La lógica es que si en Centroamérica estas tretas represivas no son desenmascaradas y frenadas, serán aplicables en todos los demás países de América Latina.

Ahora bien, las feministas centroamericanas son también capaces de hacer esta lectura, por lo tanto, sus trabajos y descubrimientos sirven en toda América para comprender qué pasa con la violencia contra las mujeres en los contextos de guerra. Es fundamental para todas aprender de sus investigaciones acerca de que la guerra es un espacio-tiempo donde se exacerban prácticas cotidianas que la cultura patriarcal normaliza: la guerra no inventa las violaciones, no inaugura los feminicidios, no silencia que la vida, la dignidad y la libertad de las mujeres no forman parte de las causas de un levantamiento social, no son reivindicaciones precisas de los movimientos de liberación ni de los idearios revolucionarios, y que de eso se aprovechan las derechas.

En Tejidos que lleva el alma. Memoria de las mujeres mayas sobrevivientes de violación sexual durante el conflicto armado (F&G Editores, Guatemala, 2009), una investigación participativa y horizontal con mayas queqchies, mam, chuj y kaqchikeles, dirigida por Amandine Fulchiron y asesorada por Patricia Castañeda, junto con el Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial y la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, se lee cómo las violaciones se inscriben dentro de la normalidad, tomando en cuenta que en toda cultura patriarcal los hombres consideran tener derecho a poseer a una mujer que les provea de servicios sexuales y se justifican apelando a un imaginario social según el cual la violación responde a supuestas “necesidades biológicas”. Estas violaciones se exacerban cuando las mujeres pertenecen a pueblos originarios, en cuanto el imaginario social normaliza con la misma fuerza la sumisión, explotación y menosprecio de las culturas no occidentales de América. La violación de una mujer indígena, desde este parámetro, es doblemente normalizada.

En todo contexto de guerra, y la estrafalaria Guerra al Narcotráfico declarada por el poder ejecutivo en México ha creado este contexto, los hombres seguirán haciendo en tiempo de guerra lo que hacían en tiempo de paz: seguirán asociando la violación, las torturas sexuales y el asesinato de mujeres al ámbito de lo privado y no a lo público, pero inscribirán sus actos en una especie de “teoría del botín de guerra” que implica que los soldados tienen derecho al desahogo y el placer en recompensa de todos los esfuerzos que hacen en nombre del pueblo, para el honor de la nación, en nombre de la justicia.

Dado que las y los responsables de aplicar la ley contra los delitos que se comenten en tiempos de paz y de guerra comparten los prejuicios sobre la sexualidad y el sexo de las mujeres violadas, torturadas y asesinadas, es muy importante que las mujeres asumamos una posición feminista y sigamos generando contra-discursos culturales que nos permitan a todas, mujeres y hombres, resignificar políticamente la violación sexual, leerla como un problema político y plantearlo como un asunto estratégico para, como dice Amandine Fulchiron, transformar la condición de opresión de las mujeres.

Como primer ejercicio, hagamos lo que hacen las feministas guatemaltecas: neguémonos a creer que la violación es un acto de promiscuidad femenina como lo consideran violadores, jueces, abogadas/os, fiscales; interpretemos y denunciemos los imaginarios, mitos, tabús, discursos y normas establecidos por la ideología patriarcal alrededor de la sexualidad, la libertad y la vida de las mujeres. Empecemos hoy, en nuestra casa, en nuestro barrio, con nuestros padres, con nuestros amantes, con nuestros hijos.

Como defensoras de los derechos humanos de las mujeres hoy contamos para ello con una incipiente jurisdicción, aportada por los Tribunales Penales Internacionales que juzgaron los horrores de Yugoslavia y Ruanda y Guatemala. Los avances jurídicos que establecieron, nos permiten exigir que la defensa de las mujeres se base sobre hechos reales y no sobre estereotipos alrededor de su conducta sexual. Niegan, por ejemplo, que se presente como defensa el supuesto consentimiento de la víctima en la violación, pues todas las torturas sexuales se dan siempre en un contexto de coacción. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, en su artículo 7, califica la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, la esterilización forzada y otros abusos sexuales, como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Entre ellos, podríamos ubicar, por ejemplo, la prisión sin justificación de mujeres que por un aborto espontáneo fueron sometidas a penas de asesinato y purgaron años de encarcelamiento por motivos ideológicos de estado.

México: Celebramos nuestros derechos plenos...

50 mil siluetas, 50 mil metros, 50 mil mujeres vivas por su derecho a decidir.

El 24 de agosto, integrantes de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos formaron una cadena con 50 mil siluetas de mujeres de papel, para celebrar el segundo aniversario de la declaración constitucional sobre la interrupción legal del embarazo en el Distrito Federal. La movilización en Ciudad de México corrió a lo largo de paseo de la Reforma.

Abajo, la liga a su Pronunciamiento político... y video de la marcha .

Hace dos años, el 28 de agosto de 2008, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró constitucionales las reformas legales por las cuales fue despenalizada la interrupción del embarazo hasta la doceava semana en el Distrito Federal....Leer pronunciamiento completo...

Video en :http://www.youtube.com/user/VidaMujeres

Para leer más notas de prensa entra en este enlace...

Colombia: La resistencia de las mujeres y los pueblos...

... posibilitará que la madre tierra y la vida humana se preserven por siempre.
Pronunciamiento: Movimiento Social de Mujeres Contra la Guerra y por la Paz

Colombia se vistió de rostros de mujer, rostros de niñas y niños, de rostros de hombres; los rostros de los pueblos, quienes llenas y llenos de esperanzas, sueños, experiencias, luchas y resistencias, participamos llegadas y llegados desde la Argentina, Paraguay, Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela, el Salvador, Honduras, Haití, Guatemala, Cuba, México, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Italia, Bélgica, Alemania; como también desde los rincones de Colombia sus departamentos y regiones de Nariño, Cauca, Valle, Huila, Chocó, Antioquia, Tolima, Cundinamarca, Bogotá, Magdalena medio, Bolívar, Santander, Norte de Santander, Arauca, Atlántico; para participar decida y alegremente en el Encuentro Internacional de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la Militarización desde 16 al 23 de agosto.

Este encuentro ve hoy más que nunca cómo la amenaza de guerra mundial resuena y se impone ya en distintas geografías y la humanidad está en la encrucijada de su sobrevivencia y la de otras formas de vida aún existentes. Este encuentro se realiza en un momento en el que el imperialismo norteamericano está diseñando y ejecutando estrategias agresivas de recolonización para reposicionarse y tratar de recuperar la gran crisis de su sistema capitalista. El despojo de las riquezas de los pueblos y la violación a los derechos humanos de mano de la militarización son el camino que han definido, utilizando para ello los medios de comunicación masiva como el amarre ideológico y cultural.

Colombia es un extenso territorio con riquezas minerales, petróleo, fuentes de energía, agua, biodiversidad, flora, fauna, saber tradicional y ancestral de los pueblos indígenas, negros y campesinos; hoy muy codiciados y explotados por las empresas transnacionales que solo se interesan en sus vergonzosas e inhumanas ganancias, para lo cual alientan y fortalecen estos procesos de militarización, guerra, desarraigo, despojo y muerte dañinos a los pueblos y sus territorios; esta lógica dominante extendida y aplicada en toda nuestra América.

El país está conformado por una gran diversidad de pueblos indígenas, afrodescendientes, mestizos, comunidades campesinas y poblaciones urbanas cansadas de la guerra y la violencia que afecta al país desde hace más de 50 años y que ha causado cuatro millones y medio de desplazadas y desplazados y miles de personas asesinadas, desaparecidas y encarceladas. Estas comunidades y pueblos resisten de manera valiente y creativa, a través de procesos de soberanía de cuerpos, territorios y alimentos; afirmándose en sus propias y diversas identidades organizativas, culturales, espirituales y de cosmovisión; proponiendo como eje la unidad y la búsqueda e implementación de la vida digna, la autonomía, autodeterminación y soberanía.

Las mujeres, protagonistas de estos procesos, han sido y siguen siendo la fortaleza de sus pueblos a pesar de seguir recibiendo el impacto directo de la violencia, la pobreza, la exclusión y la discriminación, que en el caso de los conflictos sociales, políticos, económicos y armados significa explotación, miseria, violaciones sexuales, violación a su libertad sexual, y a otros derechos humanos básicos, implementando también el desarraigo, la persecución y la muerte.

El encuentro posibilitó que se organizaran misiones humanitarias de solidaridad hacia distintas regiones del país, que han permitido el intercambio de experiencias, vivencias y reflexiones entre las personas participantes, las mujeres, los pueblos, las comunidades rurales y urbanas colombianas. En estas visitas se pudo no sólo entender la realidad concreta sino darle rostro y nombres a quienes han enfrentado el proyecto de la militarización y la resistencia en sus territorios y vidas cotidianas, también los intereses económicos y geoestratégicos que se defienden. Esta oportunidad permite a la comunidad internacional continuar denunciando la terrible violación a los derechos humanos, que en Colombia adquiere niveles de perversión en prácticas como los falsos positivos, que son vinculaciones de personas inocentes con elementos que justifiquen el asesinato, y encarcelamiento, la desaparición forzada, y desplazamiento con lo que se demuestra que en este país no se está viviendo el postconflicto, como hoy lo asegura el gobierno.

Durante dos días se intercambiaron las experiencias de resistencia de las mujeres y de los pueblos de Colombia y el continente; se denunció el impacto de la militarización; se reafirmó la convicción de que estamos cansadas y cansados de la opresión, la explotación y la cultura de la muerte del capitalismo patriarcal y racista.

Desde este encuentro, en el ánimo colectivo de justicia, respeto y solidaridad continental hablamos al mundo para reiterar nuestro compromiso como mujeres y pueblos contra la militarización, y nos posicionamos para:

Luchar por justicia hacia las mujeres y que se pare la violencia, la intimidación, el control y la utilización de las mujeres como botín de guerra.

Rechazar con energía la estrategia imperialista de los Estados Unidos para militarizar las vidas, territorios y deseos que busca controlar las riquezas de los países y las consciencias. Decimos Fuera Bases militares yanquis de América Latina y del Caribe.

Rechazar la presencia de bases norteamericanas en nuestros países y territorios exigiendo su retiro inmediato.

Luchar contra la injerencia de ejércitos de ocupación como la MINUSTAH en Haití.

Luchar por el cierre de las bases militares en toda nuestra Abya Yala, contra los megaproyectos de energía, explotación petrolera, minera, la privatización del agua, y el despojo de territorios que favorecen hoy a las grandes empresas transnacionales.

Rechazar la amenaza inminente intervención militar en Costa Rica con más de 7000 efectivos militares y 46 buques de guerra de los Estados Unidos.

Rechazamos los intentos de desestabilizar el gobierno legítimo y las provocaciones reiteradas contra el pueblo de la republica Bolivariana de Venezuela.

Reiterar nuestra solidaridad con la resistencia nacional de Honduras, aglutinada en el FNRP, quienes enfilan su política y acción hacia el proyecto de refundación nacional, y en lo inmediato a una convocatoria de Asamblea Nacional Constituyente Popular y Democrática por ello llamamos también a los gobiernos estados y pueblos del mundo a no reconocer el régimen de Porfirio Lobo, quien es el continuador del golpe de estado y de las políticas de violación a los derechos humanos contra el pueblo hondureño que se mantiene en lucha.

Repudiar la criminalización de la lucha de los pueblos que significa muerte y represión contra mujeres y hombres y sus procesos organizativos.

Rechazar la política antiinmigrante que hoy se impone en los estados unidos fortaleciendo la lucha contra el muro.

Rechazar el nombramiento de Alvaro Uribe Vélez para la comisión de investigación por el crimen cometido con las brigadas de solidaridad con el pueblo palestino por el gobierno israelí.

Continuar en la lucha por la liberación de los cinco hermanos cubanos hoy presos injustamente en cárceles de los Estados Unidos.

Respaldar a la acción en la republica del Congo de la Marcha Mundial de Mujeres para el 17de octubre.

Acogemos el 10 de diciembre como el día de lucha continental contra las bases militares extranjeras.

Acogemos lo mandatado por la asamblea de los movimientos sociales en el IV Foro Social de las Américas realizado en Paraguay. Igualmente lo mandatado en el I y II encuentros hemisféricos contra la militarización Chiapas y Honduras.

Nos comprometemos a dinamizar e impulsar el IV Encuentro continental hemisférico contra la militarización.

Nos vinculamos a la campaña contra la militarización que se articula continentalmente.

Para el caso colombiano llamamos y proponemos al continente ya al mundo:

Mantener firme la propuesta de solución política y negociada al conflicto social y armado interno que tiene Colombia.

Fortalecer y reconstruir los movimientos sociales como sujetos políticos fundamentales para la paz

Impulsar dinamizar y apoyar la corte mujeres y de pueblos desde lo local, regional nacional e internacional en la recuperación de la memoria por la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.

Incentivar la unidad, el fortalecimiento de la concientización, la organización, la comunicación alternativa y la movilización como elementos importantes de autonomía lucha y resistencia.

Participar y acompañar la realización del congreso de los pueblos convocado desde la minga nacional de resistencia social y comunitaria para los días 8 a12 de octubre del 2010.

Hoy reafirmamos nuestro compromiso por la vida digna, la defensa de nuestros territorios, la soberanía, autonomía, autodeterminación, cultura y ancestralidad como movimientos sociales entendiendo que la lucha contra la militarización y las bases militares es un pilar fundamental para la paz.

Mi cuerpo es mi casa
Mi casa es mi territorio
Mi territorio es mi patria
Mi patria es mi continente.

Barrancabermeja, Colombia, 23 de agosto de 2010

"El feminismo no muerde": Marcela Lagarde

por Dalia Acosta para IPS, La Habana, agosto 2010


Entrevista a la antropóloga y feminista mexicana
Hay etapas en que se pierde la memoria histórica del feminismo, dice Marcela Lagarde


Con poco más de un siglo de existencia, el feminismo perdura en América Latina y el mundo, pero su vida como ideología reivindicadora de las mujeres simula un efecto de olas encrespadas, con puntos elevados y vertiginosas caídas.

Así define la antropóloga y feminista mexicana Marcela Lagarde esa "crítica persistente de la modernidad", que a inicios del siglo XXI vive un momento inusual por la diversidad generacional de sus militantes, y su extensión, a través de los estudios de género, a otros espacios sociales, académicos y de producción científica.

"El feminismo no muerde", enfatiza Lagarde, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México y una de las promotoras de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, vigente desde el 2 de febrero del 2007, y de la introducción del delito de feminicidio en el Código Penal. Lagarde, presidenta de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres conversó con IPS durante su visita a Cuba.
IPS: ¿Cuáles son las causas de la permanencia de los prejuicios hacia el feminismo, incluso entre los mismos movimientos de mujeres o en países como Cuba que promueven políticas a favor de la población femenina?
Marcela Lagarde: No ha habido una continuidad en la transmisión del papel del feminismo en la cultura moderna. Pareciera que hubiera etapas en las que se pierde la memoria histórica y luego hay que volver a recuperarla. Como el feminismo es una crítica de la sociedad patriarcal, ha sido percibido como peligroso por quienes están de acuerdo o asumen como inevitable la sociedad, cultura y poder patriarcales.
El feminismo hace la crítica del patriarcado como una construcción metapolítica que atraviesa sociedades y épocas, y propone alternativas concretas. El poder patriarcal es un poder monopolizado por los hombres. Se esgrimen también otros valores y alternativas que pueden ser percibidas como peligrosas, que muerden, porque están destinadas a eliminar la dominación de género.
Quienes no están de acuerdo hacen lo que siempre se hace en la lucha política: idealizar al enemigo, en este caso, las mujeres y feministas. Les plantean atributos y características peligrosas y muchas falsedades. Previamente, hay una cultura bastante misógina, sexista, machista. A esa misoginia social se suma la misoginia política que es el antifeminismo.
IPS: ¿Cómo define al antifeminismo? ¿Cuánto se ha extendido?
ML: ES la deslegitimación de lo que el feminismo ha aportado a la humanidad. Se trasmite ahora en mujeres y hombres, porque las mujeres en las sociedades patriarcales hemos sido educadas y socializadas para funcionar patriarcalmente. Algunas devenimos feministas, pero eso implica un conocimiento distinto para criticar nuestra propia cultura, identidades y condición de género, que tiene una enorme impronta patriarcal.
Toda esa ignorancia generalizada contribuye al antifeminismo. Desde el poder dominante, constantemente hay una política antifeminista extendida y extensiva. Repetimos prejuicios que nunca hemos corroborado, pero los tenemos como parte de nuestras ideologías y cultura en que vivimos.
El humor está cargado de misoginia y de misoginia política, con las comparaciones permanentes, que la gente repite, y es parte de la cultura de masas. No tenemos la fuerza cultural tampoco para contrarrestarlo a cada paso con un discurso propio.
IPS: ¿Qué ha significado para las mujeres contemporáneas la invisibilidad del feminismo?
ML: Determinados grupos de mujeres van naciendo o desarrollándose con avances ya logrados por el feminismo desde el siglo XVIII, pero no los ponderan ni valoran porque ya los tienen: educación, acceso al mundo laboral, empleo, ingreso o participación política.
Tuvimos que aprender, sobre el feminismo, investigando por nuestra cuenta para saber qué había pasado, porque no lo enseñaban en la escuela ni en las universidades. No se transmite de una generación a otra, como los conocimientos de ingeniería o ciencia de la física.
Este esquema muy androcéntrico provoca una ignorancia enorme por parte de mujeres y hombres sobre el feminismo y su contribución a la modernidad. Ahora ya estamos logrando que se incorpore este saber en las universidades, pero todavía no está en la educación primaria ni secundaria. En muchos países, no es hasta el posgrado que hay materias, seminarios, cátedras de género y feminismo.
IPS: ¿Y en la práctica? ¿Podría hablarse del feminismo como un cambio de vida y alianza entre mujeres?
ML: Ayuda a vencer la misoginia contra las otras mujeres y una misma, favorece el acercamiento e intercambio de ideas, sobre lo que cada una ha avanzado en su propia vida. Las mujeres feministas hemos aprendido mucho de otras mujeres por nuestro método de trabajo.
Además de lo académico, tenemos muchos espacios de encuentros íntimos entre mujeres, donde aprendemos unas de otras y nos apoyamos. Todo ese apoyo formidable nos empodera porque desarrolla una fortaleza interior y luego social muy importante: una fortaleza de afirmación de género que te autoriza y valora como mujer en un mundo que nos ataca todo el tiempo.

viernes, 20 de agosto de 2010

México: Luego de 18 años, se reunirán feministas mexicanas

Por Sara Lovera

México, agosto 2010 (Especial de SEMlac).- Las feministas, en grupos y tendencias, han transitado en este país, como en otros de Latinoamérica, una historia de desencuentros en las últimas dos décadas, durante las cuales esta nación ha cambiado y la condición de las más de 50 millones de mexicanas se ha deteriorado en todo sentido.
El movimiento ha sido incapaz de llegar a muchas de ellas, está desarticulado y la tendencia a institucionalizarse le ha disminuido su capacidad de protesta y movilización. La negociación y las mesas interinstitucionales han sustituido a la organización de las mujeres por sus demandas, adoptando, en una tendencia mayoritaria, la política de diálogo.
En noviembre de 2009, tras una andanada gubernamental que penalizó el aborto en todas sus formas, María Eugenia Romero, directora de una ONG de Derechos Sexuales y Reproductivos, reconoció que la política de alianzas con sectores gubernamentales, nacionales e internacionales, fracasó ante decisiones de Estado.
Y mencionó, en particular, el movimiento antiaborto en el que han coincidido gobernantes de todos los partidos políticos, liberales, de izquierdas y herederos de la Revolución Mexicana.
De ese convencimiento y a iniciativa del grupo Feministas Socialistas, surgió la construcción de un Pacto Nacional entre feministas y mujeres del movimiento amplio para realizar una campaña -de distintos grupos y formas de actuar- a fin de impedir la prohibición nacional al aborto, signado con excepciones desde el triunfo de la Revolución Mexicana en 1917.
Igualmente, los observatorios y las redes contra la violencia, tras la promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida sin Violencia, han constatado la inoperatividad de dicha normativa y el creciente número de asesinadas en el país, a pesar de que persiste una lógica de asesoramiento a los órganos estatales de prevención de tales actos.
Karla Michel, abogada y asesora de la Cámara de Diputados, confirmó que el gobierno no atiende la decisión de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos que sentenció a México para que dé seguimiento al caso de feminicidio conocido como Campo Algodonero de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ocho cuerpos femeninos en estado de descomposición, con evidentes signos de tortura, violación y mutilación de sus miembros, fueron hallados en noviembre de 2001 en esos predios de Ciudad Juárez. Sólo tres de ellos, los correspondientes a Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez, fueron identificados.
El balance indica que las cifras de violencia crecen (siete de cada 10 mexicanas son agredidas); el asesinato de mujeres supera cualquier cálculo (18 diarios); la pobreza entraña la muerte por parto o embarazo (16 mujeres mueren diariamente por estas causas). Además, las mexicanas enfrentan enormes dificultades para alcanzar puestos de poder (sólo tres por ciento llega a dirigir municipios).
Para repensar el movimiento feminista, los días 27, 28 y 29 de agosto se realizará, en la norteña ciudad de Zacatecas, de la entidad del mismo nombre, el que sería el VIII Encuentro Nacional Feminista, después del VII efectuado en Acapulco, Guerrero, hace 18 años, buscando su fortalecimiento político y nuevas formas de vinculación entre grupos y tendencias que, según la convocatoria, contribuyan a incidir en la igualdad de género.
En un pronunciamiento lanzado hace unos días, el comité organizador - formado por una docena de feministas- señala que desde la última reunión nacional de Acapulco muchas cosas han cambiado en México. Los infructuosos esfuerzos por transitar a la democracia y la insistencia en un manejo inadecuado de la economía han obstaculizado la consolidación de la ciudadanía de las mujeres.
A pesar que reconoce el posicionamiento alcanzado en estos 18 años, marcados por una política nacional e internacional que busca el avance de las mujeres, también resalta que se ha "incrementado la violencia, la vulneración de los derechos humanos, el deterioro ambiental, la negación de derechos a los pueblos indígenas, así como la impunidad y la propagación de los feminicidios en todo el país".
También se evidencia el fortalecimiento de los fundamentalismos contra los derechos sexuales y reproductivos, la discriminación por razones de preferencia sexual o identidad genérica, la tergiversación y burocratización de la perspectiva de género, la precarización del empleo, la criminalización de la protesta social, el empobrecimiento generalizado, la incredulidad ciudadana en las instituciones gubernamentales y la sistemática exclusión de las mujeres en las instancias de poder y decisión.
El Encuentro, precedido en los últimos cuatro meses de igual número de reuniones estatales, celebradas en Chihuahua, Zacatecas, Jalisco y Michoacán, funda su convocatoria tomando en cuenta el contexto probado del deterioro de la vida de las mujeres y hace "prioritario plantearnos la rearticulación del movimiento, para constituirnos en una fuerza política nacional que sea decisiva en la generación de un orden social más justo".
Lourdes García, encargada de la comisión teórica de la próxima cita, en entrevista con SEMlac, reconoció que se avanzó en algunos tópicos, se han elaborado manuales, políticas públicas y programas, pero que éstos en la práctica son muy limitados porque el movimiento feminista carece de base social.
En ese sentido, Lourdes y Rosa Salazar, voceras del Encuentro en marcha, coincidieron en que es necesario fortalecer la estrategia del movimiento, volver a tomar las calles y generar una base social, antes de que opere de fondo un retroceso y para que quede claro que, aunque México haya firmado convenciones y acuerdos para "el adelanto de las mujeres", ellas sufren, en tiempos de crisis y conservadurismo, verdaderos retrocesos.
El Encuentro Nacional Feminista (ENF2010) convoca a todas las expresiones del movimiento a participar con el objetivo de fortalecer vínculos, diversificar estrategias y ampliar alianzas con otros movimientos sociales y organizaciones políticas progresistas.
Advierten las convocantes que no se puede pensar en la unidad a toda costa, sino en conseguir confluencias y conocer rutas y experiencias gestadas en los últimos años, desde la teoría y la praxis feminista; estrategias más eficaces que pongan un dique a la "violación sistemática de los derechos de las mujeres".
Se trata, dice el pronunciamiento político del Encuentro, de discutir cómo replantear el tipo de sociedad para las mujeres. En tal sentido, en estos años se inició un proceso de confluencia para participar en los llamados a una convención nacional que refunde al Estado, desmoronada unos meses después.
Para llegar a la organización de esta cita se hicieron reuniones diversas, con vistas a lograr un amplio consenso a favor de la autonomía del movimiento cuyo significado, señalan Feministas Socialistas, es el asunto más importante a discutir, puesto que un amplio grupo de Organizaciones No Gubernamentales ligadas al movimiento feminista perdieron el rumbo.
Estas partieron del supuesto de que el estado, que se llama democrático, o sectores del gobierno, realmente estaban interesados en los derechos humanos de las mujeres.
El Encuentro se aglutina en torno a tres principios fundamentales, que distinguen a las feministas respecto a otras corrientes ideológicas y políticas del movimiento amplio de mujeres: la lucha contra toda forma de violencia hacia las mujeres, el reconocimiento y promoción de los derechos sexuales y reproductivos, así como del aborto libre y seguro, y el respeto y defensa de las diversas identidades sexo-genéricas y orientaciones erótico-afectivas.
El panorama sobre el que se basa y cuyo reconocimiento llevó a la urgente necesidad de convocar esta reunión, lo definió Julia Escalante, de la Campaña por el Derecho a Decidir:
"En México existen 108.4 millones de personas de las cuales 50,9 por ciento son mujeres, de este porcentaje 67 de cada 100 mujeres enfrentan violencia en su comunidad, con su pareja, en su trabajo, en la escuela y al interior de su familia".
"Las estadísticas señalan que en México las mujeres son objeto de actos de discriminación, violencia, explotación laboral, explotación sexual, y de leyes estatales, reglamentos y normativas que no reconocen sus derechos".
También abordarán el problema del feminicidio y su relación con la guerra contra el narcotráfico lanzada por el gobierno actual, la discriminación específica de las indígenas, el desempleo y las medidas antilaborales del gobierno, que afectan principalmente a las mujeres.
Otros asuntos a tratar serán el estado de las mujeres presas por aborto en algunas entidades del país; las posturas permanentemente discriminatorias en la sociedad a quienes eligen una opción sexual diferente a la institucional y heterosexual; la situación monopólica de los medios de comunicación y las muertes civiles que han afectado a las mujeres, en sí mismas y en su familia.


Nuestra Historia: IX encuentro Feminista (Costa Rica 2003)


Por el reconocimiento de la fuerza de nuestras ancestras.

Por Nellys Palomo*.

“Mientras reconozco a las otras, me puedo reconocer a misma.”

“Mi fuerza se expande cuando reconozco a las otras que estuvieron antes que yo y después de mi”.

Me forme como feminista en las faldas de mi madre, y en la cotidianidad de las historias de mis abuelas y bisabuelas negras e indígenas que pulularon mi infancia.Mujeres que en sus comunidades de origen rompieron con normas y practicas ancestrales que las mantenían en la opresión y sumisión.

Aprendí feminismo viendo a mi madre luchar por su respeto y dignidad como mujer, por no permitir ni un solo golpe de mi padre, ni agresiones hacia ella ni a sus hijas. Aprendí desde chiquitica que las mujeres valían y cuando no era así lo peleaban y se enfrentaban y preferían huir de su comunidad a los 12 años como fue la historia de mi madre. Pero yo no sabia que eso era feminismo.

En los 80 tome conciencia que esa vivencia de mujeres “que no se dejan” se llamaba feminismo, y que este pensamiento tenia una propuesta filosófica de acción política y de vida.

Desde que empece a militar en el movimiento feminista pude comprender mi situación de opresión y discriminación por ser mujer ; el estar en los 90 participando y construyendo el movimiento de mujeres indígenas me ha ayudado a entender mi condición de afrodescendiente(negra) e indígena); transformando así los hechos cotidianos de mi vida individual en una perspectiva histórica, colectiva y social que viven muchas otras mujeres, con las cuales he ido caminando y militando dándose coincidencias y desencuentros. Cada uno de estos eventos ha significado desafíos políticos, teóricos y de vida.

Fue en el Primer Encuentro Feminista en Bogotá (Colombia) donde no éramos mas de 200, debatiendo entre feministas troskistas, y comunistas que militaban en partidos, y las que venían de las experiencias de grupos de autoconciencia. En aquellos tiempos nos pudimos ver a los ojos, debatir frente a frente y tener ese nivel de sentido de grupo y de hablar un mismo lenguaje. Este largo caminar, nos permite llegar a esta IX Encuentro planteando nuevos retos y miradas al devenir del feminismo en nuestra región.

Es en este contexto actual donde se redefinen acciones y posturas acerca de la vigencia o no del feminismo de su globalización o trasnacionalizacion, e institucionalización debate que se continua para este IX encuentro feminista en Costa Rica.

La ONGizacion y trasnacionalizacion del feminismo latinoamericano1

La trayectoria de los movimientos de mujeres y feminista en estos últimos 20 años no ha sido rectilíneo, los acontecimientos y sucesos de los contextos y coyunturas políticas de la región marcada por desigualdades sociales y políticas, llevaron a muchas a comprometerse en “la lucha general " por la justicia social.

Siendo así que muchas de las feministas de la ola de los 80 y 90 provienen de organizaciones clandestinas de izquierda y partidos legales de oposición2 , como ha sido mi propia experiencia.

Los mismos cambios de procesos de apertura democrática y las recientes transiciones latinoamericanas de mandatos autoritarios, marco una etapa diferente donde la autonomía de la sociedad y de los movimientos, estaba delimitada por los vínculos sociales fuera del Estado autoritario, y la interlocucion separada de toda forma de comunicación estatal u oficial.

El movimiento feminista no ha sido ajeno a esta permutación y a sus proceso evolutivos de globalización que actualmente estamos viviendo.

Las ONGs algunas de las cuales conocieron en los años 70 la radicalizacion de izquierda, incluidas las de mujeres hoy están atravesadas también por signos manifiestos de crisis. Un gran numero de ellas entro en la órbita de sus gobiernos y de los organismos internacionales (BM, ONU, PNUD)3.

Siendo así que las Cumbres y Conferencias Mundiales convocadas por Naciones Unidas han sido los espacios globales institucionalizados donde se ha expresado la fuerza política de un sector de la llamada sociedad civil y de las feministas, siendo su concreción la IV Conferencia Mundial de la Mujer; representando una gran movilización importante a nivel regional de mujeres, redes, organizaciones y feministas en lo individual que lograron una visibilidad.

Indudablemente Beijing es el parteaguas de lo que ya venia incubándose dentro del movimiento feminista, y de mujeres;la fragmentación post Beijing llevo a las exclusiones, los señalamientos y a las viejas practicas de la izquierda que tanto ha criticado el movimiento, desconociendo a las otras.

En este proceso de diáspora algunas feministas optaron por privilegiar espacios relacionados con el Estado y los escenarios internacionales de la política, dejando atrás la práctica inicial de los pequeños grupos de autoconciencia de la llamada segunda ola feminista de las décadas de los sesenta y setenta.

Otra parte del movimiento se ha dedicado ferozmente a criticar a las “otras” perdiendo de igual manera su caminar, ya que su reflexión, análisis, el (re) pensar, estar, hacer y sentir, que es parte del mismo ser, se ha perdido como experiencia vital y solo queda un discurso con mucha sorna y encono hacia aquellas que han ido por otros meandros, agudizado por la perdida de los espacios de discusión, trasladando el núcleo del conflicto a la señalización y estigmatizacion, llevado hasta el desprecio y desconocimiento. Nuestra lucha de muchos años por practicas democráticas, de ideas libertarias, de hermandad, sororidad entre las mujeres y la deconstrucción del universo simbólico patriarcal, se ha perdido en los procesos de Onegizacion, globalización, e institucionalización; o entre indicadores de proceso resultados, o presupuestos de gastos y egresos con perspectiva de genero; o en las confrontaciones destructivas, desconociendo nuestros propios poderes, saberes y liderazgos, en las unas y en las otras

Quisiera reconocer que todas hemos contribuido en este proceso de fragmentación del movimiento y mientras actuemos desde la culpa evadimos nuestras responsabilidades. Solo hay posibilidad de cambio cuando asumimos lo que nos corresponde. Indudablemente creo que todas, tenemos una responsabilidad, no porque el partido, la orden religiosa o el grupo social o la ONG nos cuestiona, sino porque nuestra propia conciencia sabe que en lo profundo de nuestro ser cada una como mujer anhela cambios profundos.

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El fondo de este debate es la crisis profunda de representación, combinado con una duda sobre la perdida de “La matriz discursiva “ del proyector emancipador, transformador de las mujeres.

Y mientras danzamos, nos peleamos y nos recreamos en los encuentros el modelo económico globalizado hegemónico, depredador, individualista, guerrerista, cada vez más agresivo, nos sigue imponiendo los campos de acción y definición entre los buenos(as) y los malos(as) y nos enfrenta con nuestras propias limitaciones y obstáculos que como movimiento social-político, tenemos.

La pregunta que subyace y que debemos de abrir en este encuentro, es si erramos al actuar en estos espacios globales, regionales y nacionales institucionalizados ? ¿o también hay otros elementos, como son el agotamiento del discurso inicial del feminismo; o la perdida de autorepresentacion?.

En la convocatoria al IX Encuentro feminista de América Latina y el Caribe se pregunta ¿ cuál es el movimiento feminista que podemos o debemos resucitar?(Convocatoria IX Encuentro feminista de América latina y el Caribe, Costa Rica, dic., 2003) Yo concluyo será el de las de las autónomas, las institucionales, las ONG, las libertarias, las apáticas, las criticaste.

Ante la perspectiva de la aldea global como dicen Alan Tourine requerimos construir espacios para seguir hablando de lo personal y lo colectivo no en la banalidad de la sin razón, sino hacer un acto de locura que trascienda nuestros cuerpos alma, espíritu, mente para entender estos nuevos momentos y buscar tácticas y estrategias y parafraseando a Marcela Serrano, seguir siendo mujeres con nuestras propias historias,actos, pensamientos, amores, desamores, de lo pequeño, lo trivial, de nuestras raíces, y origen, de nuestras ancestras

Pero también es la historia de una conciencia y de sus luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía.


*Texto de Nellys Palomo (1957 -2009) para el IX Encuentro feminista de América latina y el Caribe, Costa Rica, dic., 2003.

Desgarramiento...


Por Sara Lovera

Si fuera poeta iría de la mano con Fernando Pessoa doliéndome y vomitando en la aterradora vida. Acudiría a refugiarme en diálogo con los ojos de Rosario Castellanos por el mar de inmundicia en que se discrimina a los indios, buscaría incesantemente a una nodriza, como la de ella, para refrescarme.

Pero no soy poeta. Sin embargo estoy aturdida y me duele la piel. Me rebelo contra la humanidad que llevo a cuestas a pesar de todo y como Jaime Sabines siento que el diablo está en mi cabecera y se acomoda por las noches a los pies de mi cama.

Leí y releí azorada. Dice Marta Lamas que el cuerpo no garantiza. Se es en cuerpo de mujer o en cuerpo de hombre, de cierta manera, deshuesando a las personas u ofreciendo ternura.

Así, ellas o ellos transcurren en el laberinto de la nada a la que acudió desesperado Pessoa, en noches larguísimas, como adivinando que sólo nos resta la tristeza y, sin embargo, nos puede salvar y salvarse al mundo con el canto a la vida como nos propone Pablo Neruda.

Cómo se puede ser testigo de la vida cotidiana y entrar en el bosque para conocerlo y hasta entonces escribir sobre el bosque como decía Federico García Lorca. A mi me aturde el bosque, donde entramos todos los oficiantes del periodismo. La realidad es más cruel que el sentimiento de un amante abandonado o la pérdida infinita del ser más querido que se haya tenido en la vida.

No hay nada que apacigüe las tremendas profundidades del pozo de la crueldad, que conocimos durante décadas, como el Holocausto nazi: No hay forma de no sentir que se cae en el precipicio.

Mientras van y vienen las declaraciones, las reuniones de palacio que organiza el señor Felipe Calderón, van y vienen los recuentos de atrocidades como las del fin de semana pasado en Acapulco o Monterrey; van y vienen los nombres de los capos y se hacen llamados que nos mandan a una tapia o que nos limitan, como le pasa a los Amorosos de Sabines: solos, siempre solos intentando tatuar el humo o el agua para salvar al amor y no se salva.

De ida y vuelta se hacen balances estadísticos de la intemperie en que están la adolescencia y la juventud mexicana; se llevan los restos de los héroes a un museo o se dan golpes de pecho porque la juventud está perdida y las mujeres más, vulgares y efímeras noticias: lo cierto es que sucede en pleno siglo XXI, sucede, sucede la tortura.

Fue la nota principal del domingo en La Jornada. ¿Es posible? me pregunté una y otra vez. Mientras caía ante mis ojos el relato, uno multiplicado a mil voces. María del Socorro Gaspar Rivera, directora del Penal de El Llano en Aguascalientes, se disfraza de noche, con un traje negro de cuero, pasamontañas y tal vez un fuete para recorrer los pasillos del penal, sólo de varones y escoger al azar a un preso, para luego llevárselo, para torturarlo.

Al hombre se le golpea, se le patea, se le coloca una bolsa de plástico en la cabeza para hacer el simulacro de asfixiarlo. Luego viene la amenaza de muerte y seguro gritos secos, se le tira de nuevo a una celda de aislamiento. La acción se repite, dos o tres veces por semana, dice la nota.

Esta mujer, que no sé cuántos años tiene ni como es su rostro, ni cuál su hoja curricular, ¿es una víctima? de la espiral de violencia en que vivimos a diario o es simplemente una mala persona, legitimada en una guerra civil inexplicable, la misma en la que hoy nos quiere involucrar a todos y todas el señor Calderón.

Pensé que estaba en otro planeta. Una mujer, funcionaria, elegida para dirigir una cárcel de alta seguridad efectivamente se trasmuta; pienso en la personificación de Cruela De Vil, el personaje estereotipado de la maldad que me asustó en la infancia, personaje popular contra el que me revelé cuando me hice feminista y me expliqué simplemente: “es el patriarcado el que inventó la maldad en femenino para oprimirnos”.

Pero esta es real, tanto como la denuncia que llegó a la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), documentada con la firmada de 59 internos de El Llano, donde se asegura que esa larga y dura noche es cierta, tanto como los fantasmas que atosigaron a nuestros poetas, que puede angustiar nuestra humanidad hasta el tuétano de los huesos. Que hay un personaje que fríamente tortura, veja, desnuda, humilla, ofende, injuria, apalea, magulla, abofetea al escogido, con ese pretexto, fácil, de hacerlo hablar ¿quién vende la droga en el penal?

Pero la pesadilla se encarna. De la misma manera que se tortura a una mujer durante una violación individual o tumultuaria, en un escenario de tortura que se creía de los tiempos de la inquisición o el fascismo. En un terreno oculto como sucede el apresamiento de las mujeres de Guanajuato acusadas de aborto, con otro nombre, de esos engañosos que existen en nuestros códigos penales. Es lo mismo, me estremezco.

Además se informa que en El Llano, desde que María del Socorro Gaspar llegó a la dirección, en marzo pasado, se han disminuido todos esos derechos, esos humanos, elementales, mínimos, a que debe tener acceso el peor de los criminales.

Valientes, Tiberio Bravo, quién recibió puñetazos en las costillas, descargas eléctricas sn sus genitales, que no teme mostrar las cicatrices, y Jhon Mario Villareal Santillana, con la misma historia, ambos colombianos, revelan lo que ahí está pasando.

La denuncia se hizo a la CNDPDH, cuya copia ya estudia la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), ya tiene conocimiento Arturo Chávez Chávez, el Procurador General de la República; el gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat y otros funcionarios. Y tienen conocimiento de los hechos desde el 14 de julio, es decir desde hace más de un mes. La OMTC sabe de ello desde marzo pasado, digo, de los malos tratos, de la tortura, de que se cancelaron las llamadas telefónicas para los presos, de que se limitó la visita familiar, de que se modificaron los horarios de la visita conyugal y se redujo su duración.

Que ahí también se redujo la cantidad y calidad de los alimentos y cómo para hostigar a la poesía y a la vida, de fondo y con tortura, a esta nueva Cruela de Vil se le ocurrió mandar a destruir todas las áreas verdes del penal, con el objeto, dicen quienes denuncian que la idea es que “que se jodan y vean gris”. Es posible que mande techar el penal, para evitar que también se vea el amanecer, la luz, el ocaso y la vida.

¿De qué está hecha la funcionaria que se llama paradójicamente Socorro? ¿Quién es? ¿Qué le pasa? ¿De dónde llegó a esa situación? ¿Cómo fue? Es probable que como ya escribí hace días se trate de un daño colateral de la irracionalidad que se desató en Los Pinos; de los pendientes agudos en el Sistema Educativo Nacional; de la pobreza económica y espiritual en la que nos debatimos, de ese tocar fondo en una sociedad desigual, donde el poder se yergue sin freno y ya no tendremos salida. Donde es imposible salvar el amor y la poesía.

saralovera@yahoo.com.mx

Mujeres y política: Un paso después de 66 años


por Soledad Jarquin Edgar*

Porque son inolvidables, por la amistad que permanece: A la Generación de Oro de la UAG, a veinticinco años de distancia

Más de una década después de que mujeres independientes, feministas, académicas, de organizaciones no gubernamentales e, incluso, servidoras públicas, demandaran de manera reiterada y en tiempos distintos, las reformas y adiciones necesarias para la eliminación de vacíos legales al Código de Procedimientos Penales del Estado de Oaxaca, el pasado jueves 12 de agosto se aprobó el procedimiento que hará realidad lo establecido en el artículo 316, fracción II del Código Penal, es decir, el cómo, el quién y el dónde se debe practicar un aborto cuando el embarazo sea producto de una violación, disposición contemplada en Oaxaca desde 1944, según dato obtenido en el dictamen presentado.

La dilación de más de seis décadas para normar el procedimiento de aborto legal en caso de violación por parte del Legislativo es una larga cuenta de muertes maternas, frente a la única opción de las mujeres a realizarse abortos en condiciones no seguras; en otras, el dogmatismo del Legislador, se traduce en enfermedades que las discapacitan y que arrastran a lo largo de sus vidas como resultado de malas prácticas médicas al momento de un aborto que la ley no les garantizó y, un tercer drama, el cambio radical de la vida de las mujeres, que frente al vacío legal como principal obstáculo, son doblemente victimizadas al negarles su derecho al aborto legal y son obligadas a tener un hijo no deseado que le recordará durante toda su vida la forma brutal en que fue concebido. Sí, aunque digan lo contrario.

Pero los tiempos cambian y el reacomodo de las fuerzas políticas actuó como viento a favor de esta añeja demanda de las mujeres que viven en Oaxaca. Así, el priismo llevó la propuesta hasta las últimas consecuencias y el pasado jueves, por unanimidad se aprobaron las reformas y adiciones a varios artículos del Código de Procedimientos Penales y el Código Procesal Penal, que establecen los procedimientos de aborto en caso de violación. Sin duda y parafraseando a Neil Amstrong: “es un pequeño paso para las mujeres pero un gran salto para la humanidad”.

La adición al artículo 60 del Código de Procedimientos Penales establece que la interrupción legal del embarazo (ILE) se hará en los hospitales de asistencia pública, los cuales deberán contar con el personal no objetor de conciencia, lo que habría de garantizar a las mujeres este servicio.

Esta reforma establece que corresponderá al Ministerio Público autorizar en 72 horas, contadas a partir de la solicitud del ILE presentada por quien ha sido agredida sexualmente; en seguida el MP notificará al Secretario (o Secretaria) de Salud de la entidad, quien tendrá que ordenar a quién corresponda la práctica del ILE y deberá tomar la muestra del producto para la realización de la prueba de ADN y determinar la responsabilidad del agresor.

No hay duda, es un paso importante, pequeño pero importante, que al menos blinda el derecho de las mujeres a abortar cuando el embarazo es resultado de una violación sexual ¡faltaba más! como decía mi querida abuelita Lucha y es un gran salto considerando lo ocurrido en los últimos años con el derecho a decidir de las mujeres en 18 entidades del país, además de que ignoramos el rumbo que tomarán los derechos de las mujeres con la derechaizquierda, dispuestos a no plantear nada que pueda romper la pretendida unidad al seno de la próxima legislatura (todos contra el PRI), al grado tal que Manuel Camacho Solís ya les tiró línea y les advirtió que para evitar rompimientos nada que tenga que ver con el aborto y el matrimonio homoparental, donde tal parece no hay ni habrá consensos, una hendidura grave que con el tiempo podría desmoronar la casa. Los vientos políticos, queda claro, han cambiado de rumbo, leyó bien ese rumbo la bancada priista que llevó la aprobación de las modificaciones que supuestamente propuso Ulises Ruiz vía el Instituto de la Mujer Oaxaqueña, hasta la unanimidad con la votación de 37 diputados que asistieron, cinco legisladores se perdieron esa oportunidad por encontrarse de permiso: Francisca Vera Pineda y Amador Jara Cruz, del PRD; Juan Olivera del PT, Magdiel Hernández Caballero del PUP y José Vásquez Morales del PSD.

Sin embargo, el Legislativo deja pendientes graves, como las aberrantes reformas al Artículo 12 de la Constitución local que protege la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte, lo que sucedió en septiembre pasado a propuesta de la panista y presidenta de la Comisión de Equidad y Género, Perla Woolrich, y que fehacientemente defendieron los priistas, en esa alianza de compromisos que suscribieron legisladores del PRI con el PAN sobre el cuerpo de las mujeres, provocando con ello la criminalización del aborto en 18 entidades del país.

Hemos escuchado cómo algunos actores políticos, algunas mujeres y una mayoría de hombres, han empezado a plantear un debate sobre el aborto, todos quieren decir qué deben hacer las mujeres, entre ellos por supuesto la jerarquía católica, los diputados que no resisten las tentaciones del patriarcado, los funcionarios que con poder se pretenden infalibles y, bueno, hasta los que nada tienen que decir opinan; sin embargo, las mujeres no plantean debate alguno, todos estos años lo que han puesto sobre la mesa es su derecho a decidir y a determinar sobre sus cuerpos, como una decisión propia y no del resto de las personas.

En Guanajuato, por ejemplo, el Legislativo de filiación panista, criminalizó el aborto mediante una figura creada para ello y que se denomina “homicidio en razón de parentesco”. El resultado es que 166 mujeres han sido denunciadas por el personal médico de hospitales públicos, 14 enfrentan un proceso penal, nueve han sido sentenciadas con penalidades que superan los 25 años de cárcel, 30 más ya fueron consignadas.

Tal parece que en Guanajuato, como sucede en otras entidades del país, “La cultura fálica de la dominación es, todavía, un hecho”, como asegura Juan María Alponte, en su libro Mujeres, Crónica de una Rebelión Histórica (Ed. Aguilar). Cultura fálica representada por el gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez; el procurador de aquella entidad, Carlos Zamarripa Aguirre, y por supuesto por el personal masculino de los hospitales que denuncian a las mujeres que abortan, mujeres casi siempre jóvenes y en situación de pobreza, que han interrumpido el embarazo sea o no provocado. Las mujeres que pueden pagar no se arriesgan, acuden a costosas clínicas para interrumpir sus embarazos. Es cuestión de oportunidades.

La criminalización del aborto, es decir, impedir a las mujeres tomar decisiones sobre sus cuerpos, ejercer ese derecho, es una imposición de un viejo sistema de dominación, que se resiste a ver a las mujeres en igualdad de derechos, en igualdad para ejercer su libertad, las considera inferiores, las oprime con sus leyes, de ahí que se atribuya la facultad de seguir subyugándolas mediante legislaciones absurdas. Son, pienso, iguales al grupo talibán que el pasado domingo ejecutó públicamente a Bibi Sanubar, viuda de 35 años, que sin estar casada se embarazó, lo que significa no cumplir con los preceptos del Corán. Antes, esta mujer que fue acribillada por el propio juez que la condenó en un juicio sumario, recibió 200 latigazos y fue obligada a abortar. Sin duda, el patriarcado es una condena vigente.

Cancún, otra vez la infancia

Cancún, cabecera del municipio de Benito Juárez, está en el ojo el huracán luego de que se diera a conocer la violación de una menor en una “celda de castigo” que existe desde 2006 en un albergue o casa filtro para menores, perteneciente al Sistema DIF y que opera el gobierno municipal.

Hace poco más de una semana, fueron reveladas varias verdades: la violencia sexual contra una menor que puso una denuncia en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, trascendió que otra pequeña sufrió la misma tortura y que hay una tercera que está desaparecida.

Sin embargo, este vergonzoso caso cobró notoriedad en los medios por el escándalo político que acusaba con índice de fuego al gobierno perredista de Benito Juárez, lo que dio lugar a otra revelación terrible en el sentido de que estas celdas de castigo operan en seis de los nueve municipios de Quintana Roo.

Así, que como un acto de magia, los medios invisibilizaron las amargas experiencias de las dos menores y la supuesta desaparición de otra más –muy parecido a lo sucedido en Casitas del Sur, un albergue de la ciudad de México, cuya investigación está en manos de la PGR, pero ya no se sabe nada -. Es increíble cómo frente a determinados asuntos escabrosos, dolorosos y vergonzosos, la sociedad mexicana invisibiliza los hechos profundos que revelan que en este país los derechos humanos son un plato de segunda mesa, más aún cuando se trata de las niñas y los niños.

Hasta ahora, la Comisión Estatal de Derechos Humanos realiza entrevistas con las más de 40 niñas y niños y la directora María del Pilar Rello Aguilar fue destituida. Esta funcionaria aceptó que sí había la celda de castigo y, en una pretensión absurda de lavarse las manos, sostiene que se utilizó sólo “algunas veces” para niñas y niños con adicciones y también para aislar a quienes por su conducta podrían ocasionar algún daño.

Sin duda, se hace necesario investigar a fondo los hechos ocurridos. No basta con destituir a la directora, se tiene que saber quiénes fueron y castigar a los agresores de la violencia sexual cometida contra una o dos niños y también se debe conocer qué fue de la niña cuyo paradero se desconoce. Saber la verdad es fundamental.

El albergue o casa filtro como le llaman es dirigido desde el pasado viernes por la ex visitadora de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Laura Susana Martínez, quien tendrá que asumir su papel, porque aunque el hecho se convirtió en un asunto político, ocultando las agresiones cometidas contra las niñas y los niños, este no puede ser un caso más de los que ocurren en este país y que termine en el olvido y sin el ejercicio de la justicia para las niñas violadas.

Ojala que la verdad se esclarezca antes de que inicie su gobierno el priista Roberto Borge Angulo lo que ocurrirá en abril de 2011, digo esto por aquello del parentesco del mandatario electo con nada más ni nada menos que Kamel Nacif Borge, quien es su primo. Sí, efectivamente, me refiero al Kamel Nacif, aquel de “mi héroe”, “mi gober precioso”, el Rey de la mezclilla, como le llaman es primo del nuevo gober electo de Quintana Roo. El otro ojalá que se me ocurre expresar es que esta vez el gobierno de Quintana Roo sea menos complaciente con quienes violan los derechos de la infancia.

*Soledad Jarquín es Premio Nacional de Periodismo 2007

Radicalización del feminismo, radicalización de la democracia

por María Betania Ávila *

Democracia: ¿gobierno por el pueblo? o ¿gobierno por el poder del pueblo?. ¿Cuándo fue realmente que el pueblo gobernó? Desde su origen, para el feminismo la cuestión se centra en las mujeres como parte integrante del pueblo que gobierna. La constitución de la esfera política fue históricamente realizada como un dominio de hombres. La política como dominio de hombres está relacionado a una dominación sobre las mujeres en el espacio de la vida privada, lo que ya conlleva una exigencia de radicalidad en el sentido de pensar la Democracia no sólo como un sistema político sino como una forma propia de organización de la vida social. La organización política del feminismo viene de la revuelta de las mujeres forjada en una experiencia histórica concreta de relaciones sociales de desigualdad. La praxis feminista es acción política y pensamiento crítico. Por lo tanto, el radicalizar la acción está relacionado con la reinvención de la práctica política y la producción teórico-analítica feminista en varios campos del saber. Para la construcción del sujeto, conocer y actuar son dimensiones inseparables. La producción del saber es también una esfera de dominación masculina. Dominación simbólica directamente dirigida a la reproducción de la dominación y de la explotación material –patriarcal y capitalista.

La organización política del feminismo viene de la revuelta de las mujeres forjada en una experiencia histórica concreta de relaciones sociales de desigualdad. La praxis feminista es acción política y pensamiento crítico. Por lo tanto, el radicalizar la acción está relacionado con la reinvención de la práctica política y la producción teórico-analítica feminista en varios campos del saber. Para la construcción del sujeto, conocer y actuar son dimensiones inseparables. La producción del saber es también una esfera de dominación masculina. Dominación simbólica directamente dirigida a la reproducción de la dominación y de la explotación material –patriarcal y capitalista.

En el movimiento feminista hay una diversidad de organizaciones y luchas, pero también hay desigualdad entre las mujeres que lo componen. Mujeres de clases desiguales; mujeres de razas diferentes transformadas históricamente en desigualdades; mujeres negras; mujeres indígenas y rurales; trabajadoras domésticas que constituyen mayoritariamente una clase de mujeres pobres; desigualdades entrelazadas de clase, de raza, de género; mujeres lésbicas que se radicalizan contra las herencias del padrón heterosexual dominante. Mujeres con necesidades especiales. Mujeres de varias generaciones que traen conflictos inherentes entre transmisión y reinvención. Radicalizar es vivir el conflicto interno en el movimiento, enfrentando democráticamente las varias tendencias y proposiciones y, al mismo tiempo, producir conflicto en la sociedad en torno a sus proposiciones. Es ser referencia para otras mujeres fuera del espacio de su propia organización. La radicalización del feminismo proclama respeto con respecto a su propia forma de organización y a su acción en el mundo. Esto es para adentro y para afuera. Si el movimiento es radical su organización exige de inmediato los medios para enfrentar las contradicciones de las mujeres en la vida cotidiana para ejercer el derecho de ser sujeto político –ya que la institución de las mujeres como sujeto es una conquista del feminismo.

Para pensar en una propuesta radical de lucha feminista es importante pensar en el acceso al espacio de lucha. De lo contrario, la desigualdad social y las discriminaciones se transforman perversamente en un déficit del sujeto. En lo cotidiano hay bloqueos para que las mujeres se movilicen entre las esferas pública y privada: la violencia sexual y doméstica, el preconcepto, la doble jornada y la falta de tiempo, entre otros. El trabajo de las mujeres en las esferas productiva y reproductiva está marcado por la desigualdad de la división sexual del trabajo. Necesitamos responder teórica y políticamente a la transformación de los fundamentos económicos de esa división y de las relaciones sociales producidas por ella.

La mercantilización del cuerpo de las mujeres, del placer y la canalización de la exploración sexual son una dimensión importante de la globalización económica. Las mujeres son consideradas puntos estratégicos del consumismo. Y el llamado sexual es el elemento central del método. La industria cultural, por medio de los medios más diversos de comunicación, produce constantemente las más alocadas formas de alienación y captura de todas las propuestas de libertad e igualdad. Y también es en el terreno de la sexualidad que la fuerza represiva de las instituciones religiosas y fundamentalistas han producido controles y abusos en nombre de principios trascendentes. La ilegalidad y clandestinidad del aborto siempre sirvieron a los intereses mercantiles y, al mismo tiempo, al poder de las iglesias en la dominación sobre la vida de las mujeres.

En América Latina y el Caribe, el poder del Estado ha estado históricamente en manos de hombres que, en general, o son o están ligados a los señores de la tierra, de la industria, del capital financiero, subordinados y aliados de los señores del Norte. El patrimonialismo, que tuvo gran peso en la conformación de estos Estados, la violencia en el campo, la violencia sexual, el racismo, la homofobia, la violencia sobre el pueblo indígena, la concentración de renta y su reverso, la pobreza, son marcas que persisten desde tiempos inmemoriales. ¿Qué tiene que ver el feminismo con todo esto? La democratización de la vida social debe ser por lo tanto radical en relación al capitalismo, al patriarcado, al racismo, a la heterosexualidad como modelo hegemónico, a las formas de administrar el poder político, a las instituciones que sustentan la dominación y la explotación: iglesia, familia, Estado.

Las mujeres, sobre todo negras e indígenas, constituyen la mayoría de los pueblos pobres de América del Sur y el Caribe. Si el feminismo en América Latina y el Caribe no enfrenta la pobreza de las mujeres, no tiene cómo radicalizarse. Si no enfrenta la democratización de la tierra y el acceso de las mujeres a ese derecho, no hay radicalización. Si no enfrenta el derecho a nuestro propio cuerpo, no hay radicalización. El feminismo se tiene que popularizar, extenderse por todos los lugares donde las mujeres están siendo explotadas y violentadas, creando raíces como una organización política vuelta a la transformación social. ¿Cuál es la capacidad del movimiento feminista para reconocer todas las expresiones de luchas cotidianas de millares de mujeres que producen cambios en las comunidades donde viven, en las instituciones donde trabajan, que se definen como feministas -o no- y que forjan un amplio movimiento de mujeres? ¿Cómo se relaciona el feminismo con esa movilización de mujeres? Esa es una cuestión que debe ser puesta como una relación dialéctica entre el feminismo y el movimiento de mujeres en general.

Para mí, radicalizar es también luchar contra la hegemonía de una visión liberal de democracia, como si la democracia liberal fuese la única experiencia histórica y definición posible de la democracia. La radicalización pasa también por la no aceptación de la idea de que los fines justifican los medios.

¿Cuáles son las formas de democracia política que estamos forjando? ¿Teorizando, practicando, defendiendo, alterando? Representativa, participativa, democracia directa. ¿Cómo democratizar el sistema de poder político? ¿Cómo el feminismo ha enfrentado de hecho al sistema de poder político, producido crítica, confrontación? ¿Cómo se coloca ahora para el movimiento feminista la cuestión de poder? Enfrentar ese sistema, en el cual se imbrican las estructuras que reproducen las desigualdades, requiere una inmensa capacidad de organización, de solidaridad y de generosidad en el interior de nuestras articulaciones, así como una capacidad crítica para combatir también en nosotras las formas de actuar heredadas de la tradición de ese sistema que combatimos y de las tradiciones políticas autoritarias.

Entre la fragmentación atomizada y los modelos totalitarios, tenemos que inventar procesos de democracia radical que sean capaces de alterar el orden social vigente y también las formas de hacer política. No vamos a incurrir en los riesgos de buscar una totalidad, de instalar modelos de futuro cerrados. La capacidad de enfrentar democráticamente por medio del diálogo las diferencias y los conflictos, es un desafío para la organización del feminismo. Negar el conflicto sólo fragiliza la lucha y disminuye la capacidad de organizar una resistencia colectiva.

La democracia política radical exige una nueva cultura política. Es preciso repensar los métodos feministas de construir autonomía, relaciones no
jerárquicas, dentro del movimiento y en relación a otros movimientos, reafirmando siempre la pluralidad de los sujetos. El Foro Social Mundial nos presenta un gran desafío en este sentido. De entre los desafíos que tenemos, la movilización y la conciencia crítica son elementos estratégicos.

Por eso, la organización política, la socialización de los saberes y los procesos educativos vueltos para la formación de sujetos son indisociables como método para una praxis transformadora. Hay una relación dialéctica entre los procesos colectivos de acción política transformadora y las experiencias alternativas, las “micro revueltas”, las adquisiciones de derechos y la lucha dentro de las instituciones que en la vida cotidiana forjan nuevas experiencias. Tenemos que fortalecer las bases organizacionales de un internacionalismo crítico y activo, capaz de oponerse verdaderamente al liberalismo, al terror y a la guerra, a la mercantilización de la vida y de los bienes comunes de la naturaleza, al fundamentalismo.

Un internacionalismo que atraviese la lucha desde la aldea más recóndita hasta los grandes centros urbanos. Recuperar la utopía –como fractura permanente con lo que hay. La Utopía nos saca del alineamiento de lo que está dado. Utopía como abertura para transformar y no como representación de un modelo. Es como dice Cristina Buarque: “es necesario mostrar claramente lo que rechazamos”. Expresar con determinación nuestra oposición. El momento de la acción política transformadora es también de invención de nuevas relaciones, de construcción de subjetividad y, por lo tanto, de reinvención colectiva y de reinvención de nosotras mismas.

* Conferencia de María Betania Ávila -Articulação de Mulheres Brasileiras, Articulación Feminista Marcosur y Directora de SOS Corpo– Instituto Feminista para la Democracia-, en el 10º Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en octubre de 2005 en Serra Negra, Brasil.

viernes, 13 de agosto de 2010

Encuentro Feminista: Zacatecas, México, del 27 al 29 de agosto

Foto: Tú Puedes Salvar Una Vida

Organizaciones civiles y sociales, mujeres políticas, académicas, sindicalistas, funcionarias, mujeres feministas:

¡Faltanpocos días para nuestro encuentro feminista, inscríbete ya¡
http://www.encuentrofeminista2010.org.mx/inscripciones.html

El Comité Promotor del ENF2010 ha realizado gestiones ante fundaciones, organismos de cooperación de Naciones Unidas, instituciones públicas y gobierno de Zacatecas para facilitar la realización del Encuentro Nacional Feminista.

Con los apoyos obtenidos estamos en la posibilidad de ofrecer los siguientes apoyos para compañeras quelo requieran y soliciten al correologistica@encuentrofeminista2010.org.mx:

- 130 apoyos para traslado del D.F. a Zacatecas

- Una noche de hospedaje para las primeras 400 mujeres

- Dos comidas para todas las participantes

- Dos cenas para todas las participantes

Esperamos aún respuesta a varias solicitudes de apoyo que realizamos para poder cubrir el hospedaje y la comida que falta por asegurar.

Sugerimos a las compañeras de las entidades de la República Mexicana que realicen gestiones en sus estados para obtener apoyos para contar con su presencia en Zacatecas.

Sin más por el momento, reciban un saludo sororario.

Comité Promotor

ENCUENTRO NACIONAL FEMINISTA 2010

Ocho meses de movilizaciones: Pacto por la Vida la Libertad y los Derechos de las Mujeres.

Por Alicia Mendoza
Foto por :
Tú Puedes Salvar Una Vida

A partir del mes de enero del presente año integrantes del Pacto por la Vida la Libertad y los Derechos de las Mujeres, suscrito en el mes de diciembre por 170 mujeres de 35 organizaciones de 19 estados de la Republica, han realizado movilizaciones y acciones los primeros jueves de cada mes.

Este acuerdo para la acción política y la unidad en la acción de diversas expresiones políticas e ideológicas en el feminismo ha sido una respuesta y una necesidad frente a la ofensiva de los sectores más conservadores en el país en contra de los derechos reproductivos de las mexicanas y un atentado en contra del estado laico.

Los hechos han confirmado lo que las mujeres que suscribieron el Pacto señalaron llamando la atención de que las reformas a las constituciones locales y a algunos Códigos Penales llevarían a la criminalización de las mujeres. El compromiso prioritario fue por la defensa del derecho a decidir y por la libertad de las mujeres criminalizadas por ejercer su derecho a abortar. Asimismo su compromiso fue:

Trabajaremos por defender o liberar de las cárceles de México, a las mujeres que actualmente se encuentran presas o en proceso judicial, por el delito de aborto u otros delitos que mañosamente configuran los Ministerios Públicos y jueces, a las mujeres que interrumpen legalmente su embarazo, ejerciendo sus derechos humanos a decidir sobre su reproducción

Jueves 7 de enero. Mujeres salieron a manifestarse en contra de estas reformas en varias ciudades del país. En la ciudad de México las feministas integrantes del Pacto se concentraron en el Hemiciclo a Juárez.

Jueves 4 febrero. Movilización nacional afuera del Congreso de la Unión. Alrededor de de 400 mujeres y hombres provenientes de 11 estados de la República se manifestaron. Durante esta concentración una comisión de feministas de los estados presentes se entrevistó con legisladores para que no aceptaran ni discutieran la iniciativa de reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada por Fidel Herrera, gobernador de Veracruz, que en esos momentos se encontraba en la Comisión de Puntos Constitucionales. Después de esta movilización se informó que dicha iniciativa, que sería un gran retroceso legislativo, se detuvo en la comisión donde se encontraba y que no sería discutida.

El 8 de marzo, día internacional de las Mujeres. La concentración se realizó en el Ángel de la Independencia. A la cual se sumó un contingente de mujeres integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes están en el Pacto desde su constitución..

Jueves 1 de abril. Mitin afuera de la representación del estado de Baja California Sur en el D.F. exigiendo al gobernador perredista Narciso Agundez Montaño y al Congreso Local rechazaran las iniciativas de ley presentadas por el PAN y Nueva Alianza, que penalizaban el aborto.

Jueves 6 de mayo. Mitin frente a la representación del estado de Quintana Roo en donde se entregó una carta dirigida a Félix González Canto, gobernador de la entidad, y a quienes son parte del Congreso local exigiendo implementar políticas responsables y formales, de atención integral a las mujeres que pertenecen a sectores marginados y en particular a las niñas. Ya que en durante abril y mayo las autoridades del estado impidieron a una niña violada por su padrastro tener derecho a un aborto seguro

Jueves 3 de junio. Acciones simultáneas. En Oaxaca: la movilización tuvo lugar afuera de las oficinas del PRI en esa ciudad, por ser el partido que tiene la mayoría de diputados en el Congreso local. En la ciudad de México un mitin afuera de la representación del estado de Oaxaca. En ambos casos se repudió la omisión de legisladores locales que no aprobaron la “Iniciativa con proyecto de Decreto” que reformaba y adicionaba diversos artículos de los códigos de Procedimientos y el Procesal Penal de la entidad, para “establecer la actuación del Ministerio Público para autorizar la interrupción no punible del embarazo por causa de violación”.

Jueves 1 de julio. Movilización en la ciudad de Querétaro, donde decenas de mujeres agrupadas en el Pacto por la Vida, la Libertad y los Derechos de las Mujeres. En este caso la protesta se enfocó a favor de la libertad de información en el tema aborto, respondiendo solidariamente a la censura que el estado de Querétaro hizo a la campaña “Otra mirada católica al aborto” impulsada por el grupo de Católicas por el Derecho a Decidir. Durante la manifestación una comitiva de mujeres fue recibida por funcionarios estatales.

Jueves 5 de agosto. Mitin en la ciudad de México afuera de la representación del estado de Guanajuato, para exigir al gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez la liberación de 6 mujeres criminalizadas por abortar y acusadas del delito de “homicidio por razones de parentesco”.

Las acciones coordinadas así como la conjunción de esfuerzos de diversas campañas y organizaciones han tenido algunos impactos significativos, como por ejemplo el 7 de mayo el Congreso Local veracruzano rechazó en segunda vuelta la reforma al artículo cuarto de la Constitución Política del estado, que buscaba proteger la vida desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural.

También se puede sumar a los avances para frenar la ofensiva el rechazo que obtuvo la reforma en el Congreso del estado de Michoacán el 16 de marzo, donde los congresistas michoacanos fueron los primeros en el país en rechazar la propuesta del PAN para penalizar el aborto.

En el mes de junio la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN) aceptó ejercer su facultad de atracción, para resolver dos amparos que impugnan la reforma al artículo primero de la Constitución de Colima, el cual protege la vida desde el momento de la concepción.

En el mes de mayo, 67 mujeres de Colima, presentaron 35 demandas de amparos ante los jueces primero, y segundo de distrito, con el argumento de que la reforma constitucional estatal, que dice que el estado “protegerá y garantizará el derecho a la vida desde el momento de la concepción”, vulnera, y desconoce, los derechos fundamentales de las mujeres, reconocidos en la Constitución Federal. Pero falta aún la respuesta a más de 1,600 amparos interpuestos a nivel nacional.

Cabe mencionar, que la Norma 046 o NOM-SSA2-2005. Violencia Familiar, Sexual y Contra las Mujeres. Criterios para la Prevención y Atención, fue aprobada en abril de 2009. En mayo de 2010, la Suprema Corte, ratificó su constitucionalidad. Como parte de dicha atención, los funcionarios de Salud a nivel federal están obligados, como lo establece la Norma 046, a suministrar la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia (PAE) y a practicar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), a las víctimas de violencia sexual en todo el país.

Esta ratificación es un paso importante, ya que es un argumento legal para contrarrestar las 17 antirreformas a nivel nacional. Sobre todo, porque el nivel de violencia sexual ejercida contra mujeres en México es alarmante. De acuerdo con la Secretaria de Salud, en el país ocurren unas 120 mil violaciones al año, es decir, una cada 4 minutos. De éstas, 65 por ciento son mujeres de entre 10 y 20 años de edad, a las que en su mayoría no se les proporcionan servicios integrales de salud y se generan una serie de consecuencias graves en su salud física y mental.

Actualmente en estados como Guerrero, Sinaloa, Hidalgo, Zacatecas y Baja California Sur los congresos recibieron ya iniciativas en defensa del derecho al aborto pero las comisiones respectivas las tienen congeladas. Mientras que en Tlaxcala y Aguascalientes “guardan para tiempos mejores” la discusión de propuestas antiaborto. En Michoacán, Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y Tabasco el tema de la despenalización no está en la agenda, por el momento, por lo que aun queda un camino largo en la lucha por revertir y cambiar las legislaciones que penalizan el aborto y en la practica están criminalizando a las mujeres que ejercen el derecho a decidir sobre sus cuerpos y optar o no por la interrupción de su embarazo. Basta ver la injusticia que están viviendo las mujeres presas en Guanajuato. La Comisionada Adjunta de Naciones Unidas para los derechos Humanos Kyung-wha Kang se comprometió el pasado 6 de agosto a enviar visitadores para tratar el caso de las mujeres presas en Guanajuato.