(imagen de Komikelx)
Compañeras y compañeros:
Estamos reunidas aquí hoy frente al Palacio Legislativo porque como ciudadanas y ciudadanos que somos, exigimos que se protejan los derechos que ya se han conquistado en México. Demandamos que no se ponga mayor valor a un conglomerado de células que a la vida y el bienestar de las mujeres vivas. Requerimos que no se nos persiga y encarcele a las mujeres por ejercer nuestro derecho constitucional de decidir el número y el espaciamiento de nuestros hijos. Reclamamos la separación de iglesia y Estado, tal y como lo lograron generaciones que nos antecedieron, y que no se permita que se imponga una sola visión, la visión de la alta jerarquía eclesiástica como ley al conjunto de la población.
Estamos reunidas aquí hoy porque el PRI y el PAN han emprendido un embate a nivel nacional para elevar el mal-llamado derecho a la vida a nivel constitucional en 18 estados de la República. Y han sido secundados vergonzosamente en algunos casos por diputados locales de todos los demás partidos con representación legislativa. Estas modificaciones legislativas confieren el estatus de ser humano a células que sólo se pueden ver bajo un microscopio. Criminalizan a mujeres que quieren ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, derechos garantizados no sólo en la legislación mexicana, sino en todos los convenios internacionales sobre derechos humanos firmados por nuestro país.
Es muy apropiado que estemos reunidas aquí hoy, un día antes de que se conmemore la firma de nuestra Carta Magna. Estamos aquí defendiendo precisamente un derecho constitucional: el derecho que tiene toda mujer de decidir el número y el espaciamiento de sus hijos. Este derecho está consagrado en el artículo 4º de la Constitución y esa misma alianza está amenazando con colocar por encima de él en la Carta Magna el de un puñado de células.
También estamos reunidas aquí porque nos parece necesario recordar a las y los funcionarios públicos y legisladores que los avances científicos demuestran que la vida de los seres humanos no inicia a partir de la fecundación de un óvulo. Creer en esa premisa hoy en día es un retroceso flagrante para la ciencia médica y es una irresponsabilidad de parte de los que legislan sin argumentos objetivos y con baratos fines electoreros.
Estamos reunidas aquí hoy porque estos cambios legislativos no son solamente una lucha ideológica. Tienen consecuencias en la vida de las mujeres de carne y hueso. En su afán por controlarnos a las mujeres y nuestros cuerpos, las autoridades en diferentes partes del país se han valido de sus leyes para presentar cargos, perseguir y encarcelar a decenas de mujeres acusadas de diversas variaciones de supuestos delitos equivalentes al asesinato.
En el estado de Puebla, el gobernador ha reconocido que hay aproximadamente 30 mujeres encarceladas por haber abortado. En el estado de Veracruz, 8 encarceladas por aborto han sido acusadas de homicidio calificado; cinco de ellas ya han sido sentenciadas a purgar de 12 a 15 años de cárcel por su supuesto crimen. El gobierno de ese estado trata de presentarse como progresista, diciendo que ya no habría encarceladas por este delito. Dice que con su nueva legislación, la sentencia se va a cambiar a “asistencia médica y educativa”. Dicen que no penalizan el aborto, pero sí lo mantienen como delito. Además imponen una sanción de terapia como solución a la mente supuestamente enferma de las mujeres que deciden no llevar a término un embarazo no deseado. Esto no se puede entender más que como un lavado de cerebro y criminaliza a todas las mujeres, no sólo las que sufren la sanción.
Estos cambios constitucionales y los legislativos que los acompañan tendrán también otra consecuencia, que es hundir aún más en la clandestinidad la práctica del aborto, y asíexponer a adolescentes y mujeres a todo tipo de condiciones insalubres y peligrosas, poniendo en peligro su vida y bienestar.
Estamos reunidas aquí hoy porque este embate nacional tiene un objetivo claro: trasladar esta farsa legislativa a la Constituciónfederal. Tratan de rodear al Distrito Federal, única entidad donde desde 2007 está ampliamente permitido el aborto en hospitales públicos hasta los tres meses del embarazo, porque no toleran esta libertad. O sea, no es una ofensiva sólo en contra de las mujeres de los estados, sino contra las mujeres de todo el país.
Estamos reunidas aquí hoy porque ante este embate, las mujeres de todo los estados afectados se han resistido; las de todo el país nos hemos reunido y hemos acordado un Pacto por la Vida, la Libertad y Los Derechos de las Mujeres. Este pacto nos une para
Primero, defender nuestro derecho a decidir sobre nuestra reproducción y exigir la libertad de las mujeres encarceladas por ejercer su derecho a abortar.
Segundo, para defender el Estado laico contra la injerencia de cualquier iglesia al tratar de imponer sus valores al conjunto de las y los ciudadanos.
Tercero, nos une para denunciar públicamente a las y los políticos que hayan votado a favor de estas reformas.
Y cuarto, nos une este pacto para luchar por el derecho a la salud y la despenalización del aborto en todo el país.
Estamos reunidas aquí hoy para exigirles a los legisladores federales, que no permitan que se siga criminalizando a las mujeres y a nuestro libre ejercicio de decidir sobre nuestra capacidad reproductiva. Estamos aquí para exigir que se retiren los cargos, se cesen los procesos y se libere a las mujeres presas por ejercer ese derecho. Y estamos reunidas aquí para demandar que no se extienda este embate a más estados de la República ni a la Carta Magna de nuestra Nación, para asegurar que la Constitución federal no sea modificada para contradecir el derecho de las mujeres a decidir el número y espaciamiento de sus hijos. Que no se acepte ni se discuta la iniciativa de reformar la Constitución Política Mexicana para proteger “la vida desde el momento de la concepción”, que se encuentra en la Comisión de Puntos Constitucionales en la Cámara de Diputados.
¡Libertad inmediata e incondicional de las mujeres presas por abortar!
¡Cese a la criminalización de las mujeres!
¡Fuera la Iglesia de las leyes mexicanas! ¡Defendamos al Estado laico!
¡Luchemos por la despenalización del aborto en México!
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