Marguerite A. Suozzi , IPS, Nueva York
Se debe prestar más atención a las necesidades de mujeres, niñas y adolescentes en Haití, según activistas, para que puedan desempeñar un papel efectivo en la reconstrucción de ese país devastado por el terremoto a mediados de enero.
"Es una de esas situaciones para la que nunca nadie está preparado", dijo en entrevista telefónica con IPS Ninaj Raul, directora de Mujeres Haitianas para Refugiados Haitianos (HWHR, por sus siglas en inglés), organización con sede en el distrito neoyorquino de Brooklyn.
Raul se encuentra en la ciudad haitiana de Léogâne, a unos 17 kilómetros de Puerto Príncipe, brindando asistencia médica y alimentaria a las víctimas del terremoto del 12 de enero y tratando de llegar a las personas que no son atendidas por las organizaciones más grandes.
"En este momento estoy en un orfanato y está totalmente destruido", relató a IPS. "Tengo en brazos a una niña a la que debieron amputarle ambas piernas. Personas como ella son las que te dan fuerzas", añadió.
Raul trabaja junto a activistas del Movimiento de Mujeres Dominico-haitianas y del Movimiento Sociocultural para los Trabajadores Haitianos. Las tres organizaciones han concurrido a campamentos y orfanatos en las ciudades de Jacmel, Léogâne, Petit Goave, Grand Goave y en el suburbio capitalino de Martissant.
Es prioritario vacunar a las mujeres contra enfermedades infecciosas y alimentar a las que no pueden hacerlo, así como a sus familias. Trabajadoras de HWHR viajaron de Estados Unidos con exceso de equipaje porque llenaron las valijas de medicamentos sin receta y barras nutricionales, indicó Raul a IPS.
Pero además de cubrir las necesidades más urgentes, las organizaciones apuntan a ayudar a las mujeres a lograr una autosuficiencia a largo plazo.
"En Léogâne había un grupo de mujeres que sabía fabricar ladrillos", dijo a IPS Miriam Neptune, cineasta y voluntaria de HWHR.
"Ellas dijeron que sí, ya que estamos varadas aquí y es donde vivimos ahora, quizá haya alguna forma de encontrar apoyo para comenzar a fabricar ladrillos, en conjunto", apuntó.
Es sabido que en las crisis humanitarias, las mujeres se vuelven más vulnerables a la violencia de género y a otros tipos de abusos por la falta de seguridad y porque deja de funcionar la infraestructura.
En un vídeo realizado por Neptune, Raul describe un incidente en un campamento de Martissant, donde una mujer fue agredida y violada.
"La seguridad es insuficiente, en especial para las mujeres, que son realmente vulnerables", remarcó.
"El aumento de la violencia contra las mujeres suele ser unas de las consecuencias más devastadoras de las crisis, ya sean causadas por desastres naturales o por guerras", dijo a IPS la médica Henia Dakkak, asesora de la Unidad de Respuesta Humanitaria del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
"Cuando una gran cantidad de personas son desplazadas, las separan de sus familias y de sus comunidades, la sociedad civil virtualmente no existe y la policía, la justicia, la salud, la educación y los servicios sociales se ven gravemente debilitados y la tensión y la pobreza es alta, las mujeres y las niñas son especialmente vulnerables a abusos y a la explotación", explicó.
"En Haití, donde las mujeres y las niñas ya sufrían altos grados de violencia, ése es un asunto que genera mucha preocupación y que el UNFPA y otras agencias tratan de atender", añadió Dakkak.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) instaló 16 puestos de distribución de alimentos en Puerto Príncipe. Además, dispuso algunos lugares exclusivos para mujeres a fin de evitar que ellas sean violentadas en los que son mixtos e impedir que los hombres, más fuertes, les disputen una y otra vez su lugar al frente de la cola para recibir su ración.
Las emergencias en materia de salud también se agravan en tiempos de crisis por la ausencia de suministros y de atención médica.
Al UNFPA le preocupan en particular las embarazadas, señaló Dakkak. Como medida de precaución, la agencia distribuye en Haití miles de botiquines médicos para las que no puedan llegar hasta un centro asistencial cuando entren en trabajo de parto.
"Se estima que hay unas 63.000 embarazadas en las zonas afectadas y 7.000 de ellas tienen fecha probable de parto en marzo", indicó Dakkak.
Especialistas del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés), de las Naciones Unidas, reconocieron esta semana que deben cubrirse las necesidades de las mujeres tras la crisis humanitaria en Haití para asegurar su participación activa y efectiva en la reconstrucción del país.
"Hay una gran necesidad de contar con la fortaleza y la resiliencia de las mujeres en los casos de emergencia, pero ellas no pueden cumplir su papel si no tienen satisfechas sus necesidades básicas y si los políticos las ignoran", indicó Naéla Mohamed Gabr, directora del Cedaw y especialista en derechos femeninos.
"Las necesidades y capacidades de las mujeres deben ser consideradas en todos los sectores y grupos de respuesta de emergencia, porque su papel para una recuperación temprana es importante a fin de lograr su efectiva implementación y su sustentabilidad a largo plazo", remarcó.
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