domingo, 17 de julio de 2011

Cuadernos Feministas 31

Dos historiadoras apasionadas del siglo XIX, deleitan las páginas de esta entrega, indagando en los periódicos insurgentes; Ana María Hernández López, analiza el discurso que excluye a las mujeres de la esfera pública, asignado a éstas una tarea específica que las conmina, por su condición de “seductoras”, a servir a la Patria “utilizando sus encantos”. Para Cristina Solís Reyes, la novela de Manuel Payno Los Bandidos de Río Frío, es un testimonio invaluable de las costumbres alimenticias del pueblo mexicano, rescata en los personajes femeninos: las cocineras, la búsqueda de una identidad propia en el surgimiento del México independiente.

A partir de historias fragmentadas Sylvia Marcos, en este diario de viaje trasmite sus impresiones, convive con mujeres de organizaciones diversas y sobrevivientes de la guerra de los Balcanes (antes Yugoslavia), con cicatrices y heridas aún vivas, que hoy prefieren olvidar el pasado y ver hacia delante. La Asamblea Legislativa del Distrito Federal le otorgó a Marcela Lagarde la Medalla del Mérito Ciudadano 2010, su discurso en la ceremonia de premiación, nos ofrece un recuento y una visión panorámica y crítica de los desequilibrios de la condición de las ciudadanas citadinas. Traza la utopía, se imagina convertir la cultura “defeña” en igualdad real.

Julia Pérez Cervera, pone el dedo en la llaga al abordar y denunciar las confusiones y desviaciones en la relación de las Organizaciones No Gubernamentales con el gobierno del DF, y viceversa, particularmente en el caso de la relación que se establece a partir de los proyectos de coinversión social.

Verónica Cruz nos narra la experiencia del caso paradigmático de las mujeres que fueron presas por abortar en la ciudad de Guanajuato y el camino para lograr su liberación. Durante los años de 2008 y 2009 los sectores más derechistas del país lograron avanzar plasmando en las constituciones locales de 17 estados el “derecho a la vida desde la concepción". Estas medidas tuvieron repercusiones severas en la vida de mujeres que han sido denunciadas y encarcelas por ejercer el derecho a decidir sobre su cuerpo. El Pacto por la Vida y la Libertad de las Mujeres, acordó una alianza política para llevar a la práctica acciones de resistencia frente al encarcelamiento de las mujeres, dicha alianza en la práctica también está defendiendo el derecho conquistado en el Distrito Federal, pues es evidente que la derecha lo quiere revertir. La unidad para el accionar conjunto entre mujeres feministas de diferentes agrupaciones, corrientes políticas, de partidos, de la academia, y de ONG's, ratificó el Pacto en el mes de febrero de 2011 con una declaración que incluimos en esta entrega.

Tiempos oscuros se viven en nuestro país, la llamada “guerra contra el narcotráfico” que involucró a los militares en tareas de seguridad, emprendida por Calderón a partir de que asumió la presidencia, ha traído la devastación para miles de familias, particularmente en los estados en donde la confrontación armada se ha vuelto vida cotidiana. México ahora tiene un alto porcentaje de periodistas asesinados, y mujeres periodistas amenazadas, perseguidas y hostilizadas. La libertad de expresión en el país está seriamente amenazada.

La abogada feminista Andrea Medina, integrante de la Red Mesa de Ciudad Juárez en su colaboración analiza la identificación reciente de mujeres como defensoras de derechos humanos, y la especificidad de la violencia que se ejerce en contra de ellas. Construyendo un panorama de necesidades que deben ser reconocidas y visibilizadas.

A veces las letras necesitan ser rescatadas, Rocío Duque, juega, aguda, con la Z, hurga en su memoria, recupera imágenes, les da la vuelta, y nos entrega, minimalista, una nueva forma de leer la zeta. Anaís Abreu D’Argence, poeta de una nueva y joven generación, no se deja caer, se asoma a sus profundidades y las palabras fluyen desde el sagrado lugar donde las entrañas se transforman, cobran vida, saltan, y espontánea, nos pone de frente la pregunta clave.

El Encuentro Feminista (Zacatecas, septiembre de 2010), significó un paso importante para salir de la fragmentación y decantación, superar las resistencias y avanzar en la revitalización política, la renovación. La crónica de Josefina Chávez nos proporciona una visión sintética de los resultados y retos de este encuentro. La realización del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en México en marzo de 2009 fue, sin duda, una fuente de energía necesaria para desatar reflexiones, refrescar el análisis, reconocer quienes somos, donde estamos, que queremos, para construir futuro en las condiciones actuales. El XII encuentro de América Latina y el Caribe se realizará en Colombia a fines del mes de noviembre, esperemos que salgamos todas cargadas de nuevas ideas para enfrentar los retos de la región en su complejidad actual.

Cuadernos Feministas, año 13, número 31, julio 2011.

Índice

La seducción al servicio de la revolución. El papel de las mujeres en cuatro periódicos insurgentes. Ana María Hernández López.

La cocina mexicana: un patrimonio intangible de la humanidad, Cristina Solis Reyes.

Medalla al Mérito Ciudadano 2010, Marcela Lagarde:

¡Ni cárcel ni muerte a las mujeres por abortar!, Pacto por la Vida la Libertad y los derechos de las Mujeres!

La verdad sobre nuestra muerte o la fosa de las contradicciones, Anaïs Abreu D´ Argence.

Z, Rocío Duque

Encuentro Nacional feminista 2010, Josefina Chávez Rodríguez

Resolutivo del Encuentro Nacional Feminista 2010

Las Mujeres en los Balcanes, Sylvia Marcos

Pronunciamiento de Mujeres Indígenas, Encuentro Nacional Feminista 2010.

Guanajuato: criminalización de las mujeres pobres, Verónica Cruz

Relato de una carta frustrada, Julia Pérez Cervera

Defensoras de derechos humanos ¿necesidades específicas?, Andrea Medina Rosas

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Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, una mujer de la Revolución y un enigma

Araceli Zúñiga en : La (des)mesura de los días:

“Ni Dios, Ni Patrón, Ni Marido”

¿Quiénes fueron las mujeres del bicentenario y la Revolución?

¿Estas mujeres que participaron en la Independencia de México y las que participaron en la Revolución, cómo han sido seleccionadas para su mención, honra y rescate?

Hoy quisiera hablar de una de estas mujeres, prácticamente anónimas, pero que trabajaron duro, jugándose la vida y exponiéndose a toda clase de vilezas y empellones.

La que nombro hoy, con apellidos, fue extraordinaria: Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, anarcosindicalista y precursora del feminismo mexicano.

¿Quién fue Juana Belén Gutiérrez de Mendoza? Una feminista, intelectual anarquista, editora, dirigente social, escritora y parte (muy) importante de los movimientos sociales que tuvieron como consecuencia la Revolución Mexicana. Pero hay en la vida personal de Juana Belén espacios no esclarecidos. Mujer rebelde e incómoda social, desde luego. Pero, ¿por qué, a pesar de su enorme aportación al periodismo anarquista y al movimiento revolucionario es desconocida políticamente, en cierto momento, por Ricardo Flores Magón, por supuestas porquerías? ¿A qué porquerías se refería Flores Magón? Pareciese más un comentario prejuicioso, con tintes de misoginia, hacia una mujer que se atrevía (y se atrevía con mucho). Entre otros atrevimientos, estuvo el de vestirse como hombre, con corbata (casi siempre) y con traje, aunque a veces con falda, pero todo su aspecto parecía una provocación a la manera en la que debía vestir y vivir una mujer en esos años.

La historia (política) comienza en Guanajuato, con el primer número del periódico Vésper, editado por la periodista anarquista y revolucionaria mexicana Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, con el claro objetivo de combatir al gobierno de Porfirio Díaz. Con diversas interrupciones a causa de las clausuras, el periódico se mantuvo hasta 1936. Juana Belén sufriría, a lo largo de los años, persecución política y cárcel.

Pero la historia personal, política e intelectual, de Juana Belén ¡resulta fascinante! Nació el 27 de enero de 1857 en San Juan del Río, Durango, en el seno de una familia muy pobre. Sus padres fueron Santiago Gutiérrez oriundo del estado de Jalisco y Porfiria Chávez. Aún así superó su condición, se instruyó y fue autodidacta. La lectura de Bakunin y Kropotkin inclinó su pensamiento hacia la corriente anarcosindicalista.

Se casó a la edad de 12 años con un minero analfabeto llamado Cirilo Mendoza, a quién ella enseñó a leer y escribir. Comenzó a colaborar en los periódicos El Diario del Hogar y El hijo del ahuizote a los 22 años. En 1897, por su defensa de los derechos laborales de los mineros de La Esmeralda, estado de Chihuahua, fue encarcelada en la prisión Minas Nuevas.

Una vez libre, fundó el Club Liberal Benito Juárez, en 1899, y el semanario Vésper, en 1891. Desde sus páginas atacó al gobierno de Porfirio Díaz, a la Iglesia y al Estado. Perseguida, se trasladó a la Ciudad de México y en 1902 reanudó la publicación de Vésper. Se afilió al Club Liberal Ponciano Arriaga, ocupando en 1903 el puesto de primer vocal. Fue encarcelada por la policía junto a Camilo Arriaga, los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón y Juan Sarabia en la cárcel de Belén, y luego desterrada a Laredo, Texas.

Junto a Elisa Acuña y Sara Estela Ramírez, continuó publicando Vésper, y con Acuña redactó el periódico Fiat Lux de tendencia socialista. En 1905 regresó a México y fundó Socialismo Mexicano, una organización conformada por grupos de obreros, y editó el periódico Anáhuac, órgano de difusión de la agrupación. Paralelamente colaboró en Excélsior.

Fundó Las Hijas de Anáhuac, grupo formado por unas 300 mujeres libertarias en 1907, que pedían, mediante huelgas, mejores condiciones laborales para las mujeres. Porfirio Díaz ordenó su deportación, nuevamente, a los Estados Unidos.

En 1909, se adhirió al maderismo y fundó el club feminista Amigas del Pueblo, donde participaron Dolores Arana, Manuela y Delfina Peláez, Manuela Gutiérrez, Dolores Jiménez y Muro, María Trejo, Rosa G. de Maciel, Laura Mendoza, Dolores Medina y Jacoba González. Luego de un fallido intento de rebelión patrocinado por el Círculo Ponciano Arriaga, terminó encarcelada durante 3 años en las prisiones de San Juan de Ulúa, junto a Dolores Jiménez, María Dolores Malvaes y Elisa Acuña.

En 1911, participó en la elaboración del Plan de Ayala, y fue encarcelada al declararse partidaria de Emiliano Zapata, quién (al ser liberada) la nombró coronela, encargándose ella de organizar el regimiento Victoria.

En 1914 dirigió en Chilpancingo, estado de Guerrero, el periódico La Reforma. Fue detenida durante diez meses por zapatista en 1916 por el gobierno de Carranza. En 1919 fundó El Desmonte, dedicado a la vida política y sindical; en 1921 fundó una colonia agrícola experimental en el Estado de Morelos y en 1922 publicó ¡Alto!

Fue directora del Hospital de Zacatecas, y entre 1925 y 1930 fue inspectora de escuelas federales en Querétaro y en Zacatecas. En 1930 editó el periódico Alma Mexicana y en 1932, Vésper entró en su cuarta y última época. En 1940, fundó el grupo La República Femenina, que sostenía que el desequilibrio social provenía del triunfo del patriarcado sobre el matriarcado. Continuó colaborando en diversos periódicos hasta su muerte, el 13 de julio de 1942 en la Ciudad de México.

La injusticia prevaleciente en el país a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, derivada de la opresión porfirista, incitó a diversos grupos políticos y a la sociedad en general a lanzar públicamente una serie de protestas contra la situación reinante.

La voz de las mujeres mexicanas también se dejó escuchar y, a través de diversos conductos, opuso una tenaz resistencia a las arbitrariedades cometidas por el gobierno de Porfirio Díaz. El periodismo y la literatura fueron los primeros medios de expresión utilizados por las mujeres para manifestar sus necesidades y demandas. Así, es importante mencionar a la periodista y escritora guerrerense Laureana Wright de Kleinhans, quien en el año de 1884 fundó y dirigió la primera revista feminista de México, Violetas de Anáhuac, órgano que pugnó por el sufragio de la mujer y la igualdad de oportunidades para ambos sexos.

Desde los albores del siglo XX, una parte del sector femenino de diversas clases sociales se vio inmersa en las actividades revolucionarias dirigidas por los liberales Camilo Arriaga y Ricardo Flores Magón. Las mujeres desarrollaron actividades de propaganda, se incorporaron a los clubes liberales dirigidos por hombres y establecieron los propios de su género, a través de los cuales pugnaron por la erradicación del mal gobierno. De esta forma, mujeres que pertenecían al Club Liberal Sebastián Lerdo de Tejada, en el estado de Veracruz, se separaron de éste para establecer el femenil denominado Benito Juárez, representado por Asunción Valdés, Josefa de Arjona de Pinelo y las hermanas Otilia y Eulalia Martínez Núñez, La participación de elementos del sexo femenino dentro de las filas del constitucionalismo fue de gran importancia, ya que ofrecieron sus servicios en diversos ámbitos dentro de la lucha.

Así como me ha interesado la vida y obra de Aurora Reyes, la primera muralista mexicana, hoy comentaré sobre Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, a partir de la investigación que realizó Alicia Villaneda,que obtuvo el primer lugar de los premios DEMAC 1993-1994, a los que convoca anualmente DEMAC, Documentación y Estudios de Mujeres, A.C.

Y la describe así Alicia Villaneda: ”Fue liberal cuando estaba proscrito serlo; fue maderista cuando en las cárceles del porfiriato no cabían más opositores; fue zapatista cuando Carranza dejó claro que su proyecto político no era el mismo que orientó la lucha de Villa y Zapata; fue una luchadora incansable por los derechos de la mujer en los primeros años del siglo XX”.

Pude conocer acerca de esta interesante mujer, a través de Amalia Rivera en su artículo: Una Precursora del Feminismo en México, (¿1994?): ”Poseedora de una pluma enérgica que recuerda al Lenin de los años previos a 1917, fundadora del Club Liberal Benito Juárez y del periódico Vésper, que junto con Regeneración fueron los dos diarios antiporfiristas más importantes”. ¿No da con el nombre?, pregunta Rivera. No se deprima ni crea que sus conocimientos de historia están por los suelos. Quizá ni los mismos historiadores conocían a este personaje, sin duda clave en la consolidación de la lucha revolucionaria de 1910, dado que se trata de una de las muchas mujeres que hicieron historia sin que su lucha haya sido registrada en los libros.


Se trata de Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, cuya vida y obra es rescatada para la historia de México y del feminismo por Alicia Villaneda, en una investigación que obtuvo el primer lugar de los Premios Documentación y Estudios de Mujeres, A.C. (DEMAC) 1993-1994, convocados anualmente desde 1993.

En la introducción de su estudio titulado Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, Villaneda da cuenta que se trata de una investigación que requirió años en cuanto a la recopilación de la información. La autora confiesa su escepticismo cuando, una vez reunido el material, se preguntó si habría sido posible que una mujer realizara tal cantidad de hazañas. El análisis profundo y, sobre todo, la comprensión del personaje, le permitió corroborar los datos y explicar esa energía para estar en tantas trincheras que exige la lucha cuando se trata de una mujer con profundas convicciones democráticas en pos de la libertad y la justicia social.

La autora, Alicia Villaneda busca ante todo objetividad, situar a Gutiérrez de Mendoza en una sociedad en la que el modelo de mujer era de “ángel del hogar”, pese a que –subraya Villaneda- mientras “las catrinas se afanaban en bellos bordados”, para la inmensa mayoría de las mujeres pobres resultaba “difícil apegarse a tan poético destino”. Juana Belén nació pobre, mujer, y con el tiempo fue una disidente, transgrediendo así el papel impuesto por la sociedad porfirista; incluso se le ve en una fotografía tomada en 1914 luciendo traje sastre de falda oscura hasta el suelo, pero una corbata masculina anuda el cuello de su camisa.

En su revisión concienzuda de las transformaciones sociopolíticas de principios del siglo XX, la historiadora se detiene en las manifestaciones de diversos sectores sociales que optaron por la disidencia religiosa a través de la francmasonería, el protestantismo, el espiritismo, que llegó a presentarse aun en la naciente clase obrera. Esta disidencia permitía a la mujer participar en actividades tradicionalmente asignadas al varón, según la concepción católica. Todo ello abrió cauces de participación a la mujer.

Sin inclinarse sólo al aspecto de Juana Belén como mujer, sino viéndola dentro de un todo social, la autora no sólo brinda el retrato de la mujer, sino de la época asomando por los resquicios del Partido Liberal, en donde afloran hondas diferencias ideológicas que culminaron con la escisión de magonistas y aguirristas. En el inter, Ricardo Flores Magón, antes admirador y amigo de su correligionaria, dado que se trataba de una dama, auténtica pieza clave en el frente nacional de liberales radicales, la insultó y escribió a Crescencio Márquez: “Nosotros pensamos que era indecoroso que se nos viera unidos a esas mujeres y procuramos alejarnos de ellas, pero sin darles a entender que nos daban asco. Doña Juana estaba acostumbrada a que yo la mantuviera y cuando vio que no le daba más dinero se volvió enemiga mía y del grupo. Ahora ha visto que los correligionarios están con nosotros y nos ayudan en nuestros trabajos y eso le ha llenado de despecho y por eso ataca. Si a ella le ayudaron los correligionarios no haría tal. Pero cómo le han de ayudar si ya muchos están enterados de sus porquerías” (p. 42). ¿A qué porquerías se refería Ricardo Flores Magón? No he encontrado la respuesta e infiero que se refería a un estilo de vida transgresor, absolutamente inadmisible, aun para los hombres más liberales de ese momento. Qué triste y qué vergüenza descubrirlo, porque nuestra sociedad, a pesar de grandes avances, todavía siente asco por las porquerías de lo que no entiende ni puede asimilar.

Las habladurías no hacen mella en la fortaleza de Juana Belén, enfatiza Alicia Villaneda en su investigación, y prosigue “que nunca se muestra abatida ni pierde su valentía manifiesta en sus escritos y reclamos a sus compañeros, como al mismo Madero: ‘Esto es sencillamente abominable y no se nota la ausencia de don Porfirio Díaz. De suerte que, en los momentos en que lea usted esta carta, habrá llegado ya al puesto para cuya conquista contribuimos, y nosotros, los que hemos gastado todos nuestros elementos y toda nuestra existencia por conquistar la libertad, no podemos disfrutar ni de la libertad material, lo cual no deja de hacernos reír un poco. Le ruego a usted, que si le es posible, se sirva decirme qué puedo esperar de usted en este asunto, en la inteligencia de que la libertad de Santiago me importa más que mi propia vida’” (p. 68).

Persecuciones, encarcelamientos, amenazas, maltratos, cierre de su imprenta de donde salía el aguerrido Vésper , así como otro periódico, La Reforma, que se orientó a reivindicar demandas indígenas de educación, de salud y agrarias son detalladas a través de diversos documentos, lo mismo cartas que actas y extractos del Vésper.

A la mitad de la lectura –comenta Alicia Villaneda– no podemos dejar de sorprendernos de la vitalidad y versatilidad de esta mujer que, instalada del lado zapatista, fue cercana colaboradora del Caudillo del Sur, quién la nombró coronela. Durante la toma de una hacienda, un miembro de la tropa violó a una mujer y Juana Belén ordenó fusilar al agresor. Años antes, en 1909, había fundado, junto con otras mujeres, el Club Político Femenil Amigos del Pueblo y el Club Las Hijas de Cuauhtémoc, que buscaban la participación política de la mujer, así como la valoración del género, por lo que sin duda Juana Belén se erigió como precursora del feminismo en México. Villaneda consigna, asimismo, algunas de las protestas de estas mujeres que exigían en las calles igualdad de derechos con carteles en su pecho y espalda, por lo que se les llamó las mujeres sandwich, y fueron más lejos al demandar a Madero el derecho al voto para las mujeres.

Alicia Villaneda se inclinó por este personaje, seducida por su la lucha, cuya investigación le llevó a admirarse por la falta de reconocimiento de una mujer de esa talla histórica. Sin duda, con la publicación de esta obra se sigue avanzando en el rescate de una de las muchas mujeres que han forjado nuestra historia.

Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, una mujer de la que debemos sentirnos orgullosas y rescatarla del olvido oficial.

Mexicanas: ¡Viva México!

Notas, Fuentes y Referencias:

Rivera, Amalia. “Una Precursora del Feminismo en México”, en: Revista Proceso, México, pp. 11-12.

Villaneda, Alicia. Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, México: DEMAC, 1993.

Juana Belén Gutiérrez de Mendoza. La Revolución desde la Barricada Arte Acción, exposición fotográfica dentro del Festival Internacional Cervantino 2010, (Sala Tomás Chávez Morado. Universidad de Guanajuato, Guanajuato), curaduría e investigación de Eloísa Mora.

“LAS SEÑORAS DEL CONSULTORIO 5”


Reflexiones en torno a la Interrupción Legal de Embarazo (ILE)

Karina M. Ortiz Guerrero

Si bien, en el Distrito Federal la decisión de las mujeres de interrumpir su embarazo, hasta las 12 semanas de gestación y sin considerar las razones que las motivan, está protegida por la ley, es decir, que no estamos en riesgo de ser privadas de la libertad por ejercer nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y capacidad reproductiva, el aborto continúa siendo causa de descalificación y estigmatización social.

¿Quiénes son las señoras del consultorio 5? Son todas aquellas mujeres, de cualquier edad, que acuden a solicitar el servicio médico para la ILE a los Hospitales Materno-Infantil del Sistema de Salud del Gobierno del Distrito Federal. Seguramente, en cada unidad médica el número del consultorio cambiará, pero el protocolo es el mismo. Para efectos de esta reflexión, nos trasladaremos a una de sus unidades, en la cual el consultorio 5 (que sí existe) es la primera ventanilla en donde el discurso jurídico se convierte en hechos fehacientes, es ahí en donde se concretiza la despenalización del aborto, espacio donde se juega lo legal, lo legítimo, la ética y la moral… ¡y no hablemos de los prejuicios!

Martes: Son las 5 a.m., la ciudad aún duerme, la madrugada está húmeda y hace frío, llovió toda la noche y de rato en rato cae una pequeña llovizna que obliga a utilizar el limpiaparabrisas. Hay que pasar a la gasolinera, no vaya a ser la de malas. El estacionamiento del Hospital materno-infantil está casi vacío ¡perfecto, una bronca menos!

¿Qué hora es? Ah, las 5:30, bueno, llegó el momento de preguntar. Respira profundo mujer, que pa’ luego es tarde. Afuera de las instalaciones hay una manta que indica: La información sobre la ILE se proporciona únicamente al interior del Hospital. -“Disculpa, ¿el Hospital está abierto?”, -“Sí, toda la noche”.

Adentro un policía custodia el lugar. -“Buenos días, ¿En dónde dan información para la ILE?”, -“En el pizarrón están los requisitos”. El pizarrón está casi en la entrada, solicitan: 2 fotocopias de la Credencial del IFE, 2 Fotocopias del comprobante de domicilio (debe ser el mismo domicilio en ambos documentos), resultados de los estudios o análisis, constancia de gratuidad (no es requisito obligatorio, solamente en caso de que no puedan cubrir la cuota de recuperación), y tener disponibilidad de tiempo. En el pizarrón se señala con claridad: LAS CONSULTAS SE BRINDARÁN EN EL CONSULTORIO 5.

-“Oiga, mi comprobante de domicilio no es el mismo que tiene mi IFE, ¿tienen que coincidir?”, -“Sí, es un requisito”, -“Bueno, voy por él”, -“Ya no creo que alcance señorita, nada más se dan 4 fichas por día, ya tengo tres personas anotadas”, -“Híjole, a qué hora dan las citas”, -“Pues hay gente que está aquí toda la noche”, -“Bueno, regreso mañana, gracias”. Un policía muy amable, su mirada reflejaba compasión, comprensión o algo parecido, pero nada de reproches o lástima, fue un buen principio.

Miércoles: Frío, humedad, lluvia. Más abrigada y con más tiempo. Son las 4:00 a.m., no vaya a ser que ya no alcance cita. Nada de tráfico y con gasolina suficiente. Arribo al Hospital: 4.15 de la mañana. Hay otro policía. –“Buenos días, vengo a sacar una cita para el Consultorio 5. Eso de volver a preguntar por el ILE, como que ya no. –“¿Cuál es su nombre?”, -“Nombre tal, apellidos tales”, -“Muy bien, es la número 3”. Uff, apenas si llegué. –“¿A qué hora empieza la consulta? ¿Me espero afuera o puedo esperar en el coche?”, - “Siéntese aquí, a las 7 se forman afuera para que las pasen como a las 8:00 a la sala, y a las 8:30 inician las consultas en el Consultorio 5”.

En la sala hay una pareja de jóvenes, ella está recostada sobre las piernas de él, tapada con una cobija de bebé. También hay una chica que entra y sale, está inquieta, se sienta y se levanta, camina, sale del Hospital, regresa. A las 5 de la mañana entra un joven, en voz baja pide informes con el policía, -“¿Cuál es su nombre?”. Él da el nombre de una mujer. Cuarta y última cita.

5 y media de la mañana. Todo sereno. A las 6 de la mañana entra una señora con un bebé en brazos, se dirige a emergencias. Llega una pareja con un niño, comienza a entrar más gente. Como siempre, hay que madrugar para recibir atención en los servicios públicos, sino ya no alcanzas ficha.

Siete y cuarto de la mañana. –“¿Pueden formarse afuera?, ya vamos a abrir”. La gente comienza a hacer una sola fila. –“¿Disculpe señora, esta fila es para el Consultorio 5?”, -“No, es para la cita normal, a ustedes las pasan a otra sala”. La señora se voltea y le susurra algo a la muchacha que la acompaña.

Los Lineamientos Generales de Organización y Operación de los Servicios de Salud relacionados con la Interrupción del Embarazo en el Distrito Federal señalan que tanto la consejería, como la información que consta en los expedientes clínicos y el servicio que brinda el personal médico y paramédico se hará con estricto apego al principio de confidencialidad, principio ético cuyos bordes se diluyen cuando las mujeres que acuden a solicitar el servicio para la ILE, son ubicadas en un espacio físico exclusivo, todas juntas, alejadas del resto de las/os usuarias/os.

-“Ya pueden pasar. Las que van al consultorio 5 se sientan en las bancas blancas”. Las bancas están ubicadas exactamente enfrente de consultorio 5, es la oficina del personal de enfermería. Las bancas son diferentes al resto de los asientos en las otras salas, son bancas de metal, sin respaldo, incómodas, blancas. Hacen recordar a las salas de espera en los hospitales psiquiátricos. Las personas de la sala contigua no dejar de mirar. Son miradas tímidas, curiosas, lastimeras.

Ya están juntas las cuatro mujeres, las cuatro citas del día. Tres de ellas van acompañadas de sus parejas, una va sola. Todas son parejas de jóvenes, entre 20 y 25 años. Una de las parejas aprovecha todos los momentos posibles para dormitar, una segunda pareja no deja de hacerse arrumacos, una más apenas si cruza palabra, a veces ella sale del hospital sin hablarle, a veces los hace él. La mujer que llegó sola no deja de escuchar su iPod, por ratos lee un poco.

Como lo había profetizado el policía, a las 8:30 llega la trabajadora social. En plena sala y frente al resto de las personas pregunta: –“¿Traen sus documentos? ¿Quién llegó Primero?”. –“Yo”. –“¿Cuál es su nombre señora?… -“¿Quién sigue? , -“Yo”, –“¿Su nombre señora?... -“¿Quién es la tercera?, -“Aquí estoy”, –“¿Cuál es su nombre señora?... “Usted debe ser la cuarta”,- “Sí”, -“Señora, su nombre por favor”. Las edades de estas ‘respetable señoras’ oscilan entre los 20 y los 35 años de edad, aunque algunas de ellas lucen tan jóvenes que parecen menores de 18.

Desde que era niña escuché que a las mujeres se les llama señoras por dos razones: cuando se casan y cuando tienen hijos/as. Las mujeres casadas y con hijos/as son mujeres que tienen el consentimiento social para mantener relaciones sexuales, libres de culpa y de pecado. También me aclararon, en muchas ocasiones, que a las mujeres mayores que aún no tienen marido ni hijos/as se les debe llamar señoritas.

¿Cuál sería la razón por la que la trabajadora social, la enfermera y la mujer del archivo llamaban, de manera insistente, SEÑORA a estas mujeres? señora por aquí, señora para acá. Señora, señora, señora… ¿Sería acaso por qué tenían un embrión en el vientre? ¿Por qué iniciaron ya su vida sexual? ¿Por estatus y reconocimiento social? ¿Por qué?

Media hora después llega la enfermera. Solicita nuevamente los documentos. Los revisa. “Señoras, en un rato más van a pasar al consultorio”. Llegan más parejas de jóvenes, se sientan directamente en las bancas blancas, no preguntan nada, saben perfectamente a dónde dirigirse. Sale la enfermera y le solicita sus carnets. Son subsecuentes. Ya han pasado por esto. Conocen su lugar.

-“Ya pueden pasar. Ustedes también”. Se refiere a las mujeres que acuden por primera vez y a sus parejas. –“Que se sienten las mujeres, no hay suficientes sillas”. La enfermera da indicaciones para que los jóvenes se coloquen de pie junto a su respectiva pareja. –“¿Usted viene sola?”, -“Sí”. Son las 9:30 de la mañana. Inicia la plática informativa, la consejería. –“¿Qué saben de la ILE?”. Dos de las usuarias tienen suficiente información, una conoce lo básico, otra más no tiene la menor idea. Entre preguntas, respuestas vacilantes, aclaraciones, regaños que pretenden no serlo, silencios, risas y una que otra lágrima, transcurre una hora, tal vez un poco más. Temas abordados: ILE y sus procedimientos médicos, posibles riesgos y consecuencias, consentimiento informado, la gratuidad (que no es tan gratuita, porque todas tiene que pagar sus estudios y medicamentos), derechos sexuales y reproductivos, métodos anticonceptivos, Infecciones de Transmisión Sexual, cáncer de mama, exploración de las mamas, papanicolau, cuídense, quiéranse, véanse al espejo y díganse lo hermosas y valiosas que son.

También explica que, en esos Hospitales, hasta las nueve semanas utilizan principalmente la técnica médica para interrumpir el embarazo. –“Ustedes van a comprar su medicamento. Aquí no lo vamos a hacer. Todo va a suceder en su casa”. Es fundamental que las mujeres estén acompañadas en esos momentos o que al menos, alguien sepa lo que va a suceder para que las auxilien en caso de emergencia. –“Cuando regresen, el médico les dará las indicaciones”. Después de las nueve semanas o si el medicamento no hace efecto, se realiza una intervención quirúrgica. –“La aspiración, sin anestesia, es para que no queden residuos y no haya riesgo de infección. Es ambulatoria. Las dejan descansar unos minutos y después se van a su casa”. S-I-N A-N-E-S-T-E-S-I-A.

Por último se programan las citas en un plazo no mayor a cinco días hábiles, dependiendo de las semanas de gestación. Siguiente puerto: la trabajadora social. Dentro de las próximas dos horas entrevistará a tres de las usuarias, la cuarta abandonó el proceso.

Antes de entrar con la trabajadora social, la mujer que no llegó acompañada decide tomar un poco de aire fresco. Afuera de las instalaciones hay un stand, colocaron unas figuras que simulan fetos ¡Son tan reales! Reparten trípticos. Abordan a la mujer: –“El aborto no es la solución”.-“¿Entonces, qué solución ofrecen?, -“Ayuda económica o la adopción”, -“MI problema no es económico ¿están en contra del aborto?”, -“Sí”, -“Pero es derecho de las mujeres decidir sobre su cuerpo”, -“Exacto, sobre su cuerpo, no sobre el cuerpo de otro”. La mujer se da cuenta que sería inútil entrar en la discusión filosófica en torno a la existencia o no de una personita con alma y sentimientos. –“Nos quejamos del narcotráfico y los asesinatos, y caemos en lo mismo. Es una contradicción”. Conclusión: las mujeres que deciden interrumpir su embarazo se encuentran en el nivel moral de un sicario, son torturadoras y asesinas.

Los trípticos de la Asociación Civil “Centro de ayuda para la mujer latinoamericana”, se acompaña de una calcomanía con la fotografía de perfil de un feto, que dice: No vine a quitarte nada, estoy aquí para dártelo todo. Cuando la mujer lee esto, no puede evitar dejar salir algunas lágrimas, con cuidado de que no la vean. Aparece la duda, el conflicto, la soledad, la angustia, la culpa. No sabe si lo que está sintiendo surge a partir de ella o es la carga que la clase conservadora impone sobre su cabeza. También le entregaron unas postales que contienen imágenes de instrumental médico bañado en sangre y de un feto descuartizado sobre una mano enguantada, que más bien tiene tipo de alien. Los trípticos informan del sinnúmero de calamidades que acarrea el aborto y otros asuntos: los riesgos de las técnicas médicas (aborto por pastillas, aspiración manual endouterina y el legrado), el síndrome post-aborto, las características del feto en las primeras 12 semanas de gestación, sin dejar de mencionar que el feto siente dolor, y por supuesto le recuerda a las mujeres que dentro de ellas existe un gran triunfador.

11:45, estudio socioeconómico con la trabajadora social, una breve charla. 12:15 p.m., pasar a la ventanilla de atención para conocer el costo del servicio médico, 12:30, subir a la oficina del subdirector para obtener la línea de captura y pasar a pagar al banco. –“¿Es para un ILE? Espéreme en la sala señora, ahorita la llamo”. -“Tiene que pagar antes de venir a consulta, si ya no viene, el dinero no se le puede reembolsar”. 12:40, se terminó el proceso por hoy.

Ocho horas y media dentro de las instalaciones con diferente tipo de personal. En ningún momento nadie preguntó “¿Cómo se siente usted, señora?”.

En el Distrito Federal, las mujeres que deciden abortar no serán denunciadas, encarceladas, procesadas y sentenciadas por el delito de homicidio en razón de parentesco. Sin embargo, de alguna u otra manera, seguirán siendo señaladas y juzgadas dentro de un juego de confidencialidad-revelación que las deja expuestas a las miradas y reprimenda de una sociedad que vigila y custodia su sexualidad. Pues siempre deben tener presente que ellas, sus cuerpos y sus productos son pertenencias del Patriarcado, y cualquier acto de desobediencia será castigado con culpa y estigmatización, dolor físico y emocional, no sin antes desembolsar unos cuantos cientos o miles de pesos para que no olvide tan fácil el chistecito que acaba de hacer.

Habrá algunas mujeres que puedan vivir este evento de la mano de su pareja o de una muy buena amiga, una hermana. Alguien que en un acto de profunda solidaridad y amor, las acompañe en el tránsito por este nada sencillo proceso.

¿Y qué pasa cuándo estas mujeres están solas en su casa, en su habitación?

Que sean pues esas paredes, testigos de lo que quieren hablar, de lo que quieren llorar y gritar a los cuatro vientos, pero no pueden porque no deben. Culpas y remordimientos que no son de ellas sino invento de una sociedad temerosa y persignada.

¿Qué si hubiera sido lindo continuar el embarazo? En esas condiciones, sus condiciones, sus situaciones que sólo ellas conocen, la respuesta es NO.

El aborto continúa siendo un tabú. Y ese tabú se siente en la piel, en las entrañas y en los labios. Quién no haya vivido esta experiencia, será mejor que aviente sus piedras hacia otro lado.

Las señoras del consultorio 5 mejor deciden callar y olvidar.

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Fuentes consultadas:

Lineamientos Generales de Organización Y Operación de los Servicios se Salud relacionados con la Interrupción del Embarazo en el Distrito Federal. Gaceta Oficial del Distrito Federal, el miércoles 15 de noviembre de 2006.

Acuerdo que reforma, adiciona y deroga diversos puntos de la Circular/GDF-SSDF/01/06 que contiene los Lineamientos Generales de Organización Y Operación de los Servicios se Salud relacionados con la Interrupción del Embarazo en el Distrito Federal. Gaceta Oficial del Distrito Federal, el miércoles 4 de mayo de 2007.

Grupo de Información en Reproducción Elegida, A. C. (GIRE) [http://www.gire.org.mx/].

Fondo de Aborto para la Justicia Social, MARIA: Mujeres, Aborto, Reproducción, Información y Acompañamiento, [http://www.redbalance.org/maria/inicio_maria.html].

Encuentro de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia Nacional

Encuentro de mujeres de izquierda pide cambios en la estrategia oficial

En DF mujeres exigen esclarecimientos de "daños colaterales"

La paz ha sido representada a lo largo de nuestra historia occidental como mujer. La paz nació con cuerpo y atributos femeninos en la antigua Grecia, encarnada en la diosa Eiréne, y su figura, relacionada siempre con la prosperidad y el bienestar, ha perdurado bajo formas y abstracciones diversas a lo largo de los siglos. Cándida Martínez López (1998) en Eiréne y Pax

La guerra fue desatada por el neoliberalismo. Durante décadas la población mexicana ha visto cómo los intereses de la economía de mercado, la política de consumo y el debilitamiento de los principios constitucionales, así como la violación sistemática de los derechos humanos, nos han dejado saldos desfavorables y graves oprobios.

El día a día nos habla de despidos masivos, pobreza extrema en amplias comunidades y lo más grave, una violencia de Estado que afecta en forma directa e indirecta a millones de mujeres.

Por estas razones, un nutrido grupo de mujeres trabajadoras, amas de casa, militantes, activistas, luchadoras sociales, feministas, indígenas, campesinas y pobladoras urbanas, consideramos necesario crear un espacio de discusión y análisis para conformar diversos escenarios y probables acciones que contribuyan eficazmente a detener la barbarie y el horror.

Ellas, nosotras; viudas, afectadas, encarceladas, perseguidas, familiares de asesinadas, pobres y activas defensoras de una nación que ha de levantarse, decidimos convocar a un Encuentro de Mujeres de Izquierda, para emprender un proceso de concienciación y acción que nos permita evaluar y ofrecer a la sociedad nuestras diversas experiencias.

El Encuentro nos convoca a discutir la situación del país ante la preocupante EMERGENCIA NACIONAL.

Esta emergencia está caracterizada por la violencia del Estado mexicano cuyas consecuencias han generado barbarie, tortura y militarización. La Cámara de Diputados ha podido precisar que esa violencia ha dejado ya 14 mil violaciones sexuales documentadas con denuncia.

También sabemos que la violencia social, militar, delincuencial ha dejado más de 40 mil homicidios, más de 18 mil desapariciones forzadas, más de un cuarto de millón de personas desplazadas por la guerra.

Hemos constatado que se incrementó el paramilitarismo y se han reforzado los cacicazgos de diversa índole.

El Observatorio Nacional del Feminicidio nos informa que sólo entre 2009 y 2010 han sido asesinadas mil 728 mujeres, 40 por ciento por arriba de los promedios de esta anormalidad en la vida social que encontramos en 2005; además las últimas investigaciones señalan que 53 por ciento de las asesinadas fueron halladas en basureros, terrenos baldíos, caminos y brechas, mostrando una creciente violencia social que se cobra en los cuerpos de las mujeres.

Numerosos testimonios nos hablan de los saldos de la guerra contra el narcotráfico del gobierno actual, como la viudez y el abandono de más de 10 mil huérfanos. De la violencia contra las mujeres se ha podido constatar que en 18 entidades del país, con 890 casos, sólo 4.49 en por ciento de ellos se encontró, detuvo o sentenció a los culpables; por eso hablamos de corrupción e impunidad generalizada.

Parece que se ha instalado en México la descomposición social, los despidos masivos, la pérdida de derechos sociales, la depredación ambiental, el crecimiento de la pobreza y su feminización (al menos 10 millones en los últimos dos años).

La instalación y desarrollo por décadas de las políticas neoliberales también ha recaído en las mujeres jóvenes: 6.1 millones de mujeres menores de 29 años han sido excluidas de la educación, el trabajo, la recreación y de condiciones de una vida digna.

Por la información policiaca y oficial tenemos conocimiento de que las y los jóvenes son la gran mayoría de las víctimas en esta guerra.

Sostenemos que estamos en presencia de una sistemática violación a la Constitución y vemos con asombro cómo se está construyendo día a día la contrarreforma del Estado mexicano, así como la amenaza de aprobar nuevas leyes retrógradas como la laboral y la de Seguridad Nacional; la primera para profundizar la explotación de trabajadoras y trabajadores, y la segunda que busca institucionalizar la violencia del Estado.

No nos es ajena la pérdida de empleos ni los despidos masivos; la creciente precarización del trabajo para las mujeres y sus hijos e hijas; el escamoteo del derecho a la Educación Pública y de los derechos ciudadanos y la inexistencia de voluntad política para reconocer los derechos sexuales y reproductivos de las mexicanas, así como los graves déficit en salud, alimentación y espacios libres de la depredación ambiental.

Por ello consideramos urgente la realización del Encuentro de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia Nacional, que se llevará a cabo los días 16 y 17 de julio de 2011 en el Deportivo Villa Olímpica, delegación Tlalpan de la Ciudad de México.

En el encuentro se espera la participación de todas las mujeres que se consideren de izquierda, que estén a favor de la igualdad social, la igualdad entre los sexos, contra la explotación y la opresión; quienes estén de acuerdo en iniciar un proceso de organización, discusión, acuerdos y acciones que fortalezcan la creciente articulación del movimiento de mujeres para el cambio político, económico y cultural que requiere el país.

Nos proponemos impulsar un Pacto Nacional de las Mujeres Mexicanas ante la Emergencia Nacional, un Plan de Lucha para detener la guerra, antes de que sea demasiado tarde, y emprender un proceso para constituirnos en sujeto político transformador de la realidad nacional.

Mayor información en: www.mujeresdeizquierda.org.mx

Sobre el II Encuentro Mesoamericano De Estudios de Género y Feminismos

Patricia Karina Vergara Sánchez

pakave@hotmail.com

Durante el cuatro, cinco y seis de Mayo de 2011 algunas salas y auditorios de un hotel en Guatemala llamados como varones participantes en la conquista de la región, tuvieron un renombramiento simbólico y llevaron los nombres de las primeras mujeres guatemaltecas reconocidas por la academia. En dichos espacios se llevó a cabo el II Encuentro Mesoamericano de Estudios de Género y Feminismos, para el cual se esperaba la inscripción de unas cuatrocientas personas, pero se superó la cifra estimada con la participación de casi setecientas mujeres y algunos hombres.

Se trató de un encuentro académico, a diez años de haberse llevado a cabo el primero de este tipo, cuyos objetivos fueron hacer un balance crítico de lo que ha pasado con los estudios de las mujeres, de género y de los feminismos, fortalecer el desarrollo de dichos estudios en las instituciones de educación superior y de investigación, así como intercambiar experiencias entre académicas y mujeres que están promoviendo procesos de lucha por los derechos y la justicia para las mujeres en distintos ámbitos.

Se llevaron a cabo trece mesas de trabajo organizadas bajo diferentes ejes en tres dimensiones de análisis: dimensión simbólica; dimensión de organización social, política y de participación y dimensión de organización económica y medio ambiente. Las mesas fueron variadas y apasionantes: comunicación, historia, salud, educación, ciudadanía y participación política, trabajo, desarrollo y otros. Sin embargo, por razones de espacio, en las líneas siguientes sólo mencionaré algunos de los lugares de discusión más concurridos:

Las mesas del Eje Feminismos descoloniales y poscoloniales: otras epistemologías en donde, entre otras, mujeres afrodescendientes y provenientes de pueblos originarios, mayas en su mayoría, presentaron ponencias en las que hicieron explícita y de forma contundente la fuerza de una voz en donde no somos ya el objeto de estudio si no que estamos haciendo teoría, teoría de género, teoría feminista, teoría de estudios de las mujeres y a partir de estas ponencias se discutió en las mesas el cómo no siempre las propuestas de comprensión que vienen de Europa y Estados Unidos sirven como herramienta para el análisis de las realidades mesoamericanas. Igualmente, fue visible el que una parte importante del pensamiento feminista se produce desde mujeres que participamos en la academia, pero también en los movimientos feministas y movimientos sociales por lo cual la división academia-militancia es una línea que en ocasiones resulta muy tenue. Así mismo, desde la autonomía feminista se propuso no dejar de mirar críticamente los impactos de la neocolonialidad, por ejemplo, en la intervención de la cooperación internacional. Finalmente, una de las tareas que se identificaron como pendientes de atención fue el legitimar estas teorías que aportamos las mujeres latinoamericanas, reconocer a las mujeres que estamos produciendo, la producción desde las mujeres indígenas y esta toma de la palabra para trabajar en una genealogía feminista que reconozca estas construcciones.

En las mesas del Eje de Políticas de control del patriarcado y Violencia contra las mujeres, la propuesta de trabajo giraba en torno al reconocimiento de las causas de la violencia y de búsqueda de estrategias para erradicarla. Se comenzó discutiendo el cómo el patriarcado instala el terror en nuestros cuerpos y en nuestras mentes, el cómo la explotación laboral está marcada por los afectos de las mujeres usados desde el capital para disciplinar la mano de obra. Se planteó una crítica feminista para no seguirle el juego al poder en la lógica del derecho liberal, pero también la necesidad de crear estrategias ante él, por ejemplo, cuando las mujeres podemos estar en situación de prisión por elegir sobre nuestros cuerpos y la importancia política de tipificar el feminicidio. Igualmente, se abordaron los asesinatos de mujeres en el contexto de la guerra contra el narcotráfico con la consecuente invisibilización del feminicidio. Se hizo visible la necesidad de nombrar la violencia como patriarcal contra las mujeres para nombrarla en su marco estructural –Ahora, en el contexto de la globalización-, también la violencia que ocurre dentro y fuera de las casas, en la migración de mujeres, en la trata, en la violencia institucional como cuando ocurre la represión a mujeres en procesos de resistencia, de desalojos y en lucha por los recursos naturales, por dar algunos ejemplos. Las tareas que se hicieron visibles fueron identificar las nuevas expresiones de violencia patriarcal; concebir la lucha por la erradicación de la violencia en formas que trascienda los límites de este sistema pues el sistema mismo es el que produce y reproduce la violencia como forma de poder, por lo cual no es posible pedirle que erradique la violencia, porque sería pedirle que se elimine a sí mismo y, en forma concomitante, encontrar formas de justicia planteadas no desde el derecho liberal, si no desde el feminismo.

Otro aspecto interesante del Encuentro fue que en el reconocimiento de las variadas formas y dimensiones de acercarse al conocimiento se plantearon dos ejes que también tuvieron una numerosa asistencia:

El eje Cuerpos, Sexualidades y Espiritualidades que no fue planteado en el encuentro llevado a cabo hace una década y tampoco lo ha sido en otros espacios académicos, por lo que se convirtió en un reto conceptual/teórico para las ponentes y asistentes a estas mesas de trabajo en donde se partía de la forma en que el patriarcado se ha apropiado de nuestros cuerpos, sexualidades y del trabajo de las personas, hasta de los territorios y los saberes ancestrales, por lo cual se reflexionó acerca de la importancia del cuerpo como territorio político, la sanación de los cuerpos como un modo de recuperar la palabra de las mujeres y el intercambio entre las mujeres mismas, así como la memoria corporal viva y la experiencia vivida desde los cuerpos sexuados femeninos como legítimo saber político y feminista.

En el Eje de Arte y Literatura, desarrollado en ocho mesas y un conversatorio, se concibió la escritura como un espacio de práctica política de las mujeres, se reconoció la importancia de los estudios sobre las letras que nosotras escribimos y sus posibilidades de crear discursos, imaginarios y lenguajes nuevos, se planteó como una propuesta emancipadora poderosa ante la hegemonía simbólica patriarcal.

El Encuentro concluyó con una relatoría de los trabajos realizados en las mesas y con una declaratoria en donde, desde el compromiso feminista con lo que sucede en nuestra región, se manifestó en causa común con las feministas y el pueblo hondureño en resistencia, así como en solidaridad con México ante la impunidad y la militarización que están costando miles de vidas en el país.

Uno de los últimos párrafos de la mencionada declaratoria expresa:

“Las feministas académicas no estamos desvinculadas de la realidad, no somos ajenas a la cotidianidad, ni a las luchas sociales, porque nos desmarcamos de la pretendida neutralidad de la ciencia, porque apostamos a crear otras epistemologías, a reconocer todos los saberes -desde nuestras cosmovisiones, desde la academia, desde la cotidianidad- que nos conforman como humanidad”.1

Así, casi setecientas mujeres académicas y feministas durante tres días intercambiamos experiencias, planteamos acuerdos y desacuerdos respecto a los paradigmas desde los que pretendemos comprender e incidir sobre la realidad, reafirmamos nuestro desacato ante las formas de concebir el saber que pretenden la universalidad y las miradas que nos tratan de convertir en otredades, objetos de estudio, y tomamos la voz como sujetas de conocimiento y reconocimos, nuevamente, nuestra autoridad epistémica. Al mismo tiempo, compartimos las formas y estrategias desde las que interpelamos a los sistemas de poder en la defensa de nuestras vidas y libertades, pero también enunciamos la necesidad de trascender estos sistemas que nos resultan injustos e insuficientes y buscar otras formas de concebir y hacer al mundo.

*Blog del II Encuentro Mesoamericano de Estudios de Género y feminismos (2011): http://estudiosdegeneroyfeminismos.blogspot.com

**Audios del II Encuentro Mesoamericano de Estudios de Género y feminismos en Radio Internacional Feminista:

www.fire.or.cr/.../389-guatemala-ii-encuentro-mesoamericano-de-estudios-de-genero-y feminismo.html

Preguntas

Por Sara Lovera en Palabra de Antígona

El asesinato de Isabel Ayala Nava, viuda de Lucio Cabañas Barrientos, y de su hermana Reyna Ayala, en las inmediaciones de Acapulco es nuevamente un asunto que tiene que ver con una doble situación: el feminicidio que no altera a las autoridades ni a las conciencias y con la situación concreta de la lucha que diversos sectores están armando contra los sectores democráticos y sociales del país.

En Guerrero, hace muy poco tiempo dimos testimonio del asesinato de cuatro mujeres, trabajadoras de una estética, aún el gobierno no da señales de investigación de fondo ni de detenidos.

Las protestas por el tamaño de la violencia en cualquier parte del país son acalladas inmediatamente por la acumulación de oprobios que se generan paralelamente en distintos sitios. Un asesinato en un lugar de la República parece algo tan cotidiano que nadie repara.

Mientras eso sucede, los testaferros de los medios de comunicación ligados al poder, siguen vanagloriando a Felipe Calderón porque se dignó escuchar los relatos de ofendidos y ofendidas por la ola de violencia indistinta, enloquecedora y sorda que él mismo generó. Les ha parecido una maravilla algo que en un país con normalidad democrática sería lo menos.

La coordinadora general de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) condenó el asesinato de Isabel Ayala Nava y su hermana y urgió al Procurador de Justicia del estado, Alberto López Rosas, investigue el crimen de las dos hermanas y ratifica lo que inmediatamente pensamos que la viuda de Lucio Cabañas era una luchadora social.

Pensé en Cipriana Jurado que está fuera del país porque la han perseguido. Pensé en los maestros y estudiantes que en Ciudad Juárez se tienen que esconder o vivir situaciones de alto riesgo. Me acordé de la época de la guerra sucia y de cómo el Comité del 68, ha hecho una nueva solicitud a la Procuraduría General de la República para investigar cómo Luis Echeverría propició lo que hoy conocemos como narcotráfico y cómo fue que un día este país quedó en manos de puros delincuentes.

Isabel Ayala Nava y su hermana fueron ultimadas a balazos cuando salían de la iglesia del poblado de Xaltianguis, a unos cuantos minutos del centro de Acapulco.

La información oficial que dio a conocer la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero sostiene que los hechos ocurrieron alrededor de las 13:05 horas del domingo, en la avenida 20 de Noviembre de la colonia Las Flores, cuando las hermanas salían de vender alimentos. Mujeres sencillas, que buscan su vida en acciones de comercio elemental, como millones de otras madres que dice la CEPAL son las que sostienen la caída del capitalismo salvaje.

La crónica dice que los agresores dispararon desde un vehículo, después uno de los delincuentes bajó y se llevó los celulares de las víctimas. ¿Por qué harían eso?

De ahí que la explicación de Nicolás Chávez Adame, coordinador general de la APPG, quien dijo que según datos que le proporcionaron los familiares de las mujeres, el móvil podría ser una venganza, ya que la ex esposa de Lucio Cabañas exigía justicia por el asesinato de un hermano. Es decir, se trataba de una mujer que como cientos y miles en el país querían que las autoridades intervinieran en asuntos de su competencia, que investigara, que le dijeran qué pasó con su hermano.

Inmediatamente, el lunes los de la APPG pidieron al secretario General de Gobierno, Humberto Salgado, que brindará seguridad en el domicilio de Isabel Ayala donde se realizaron el velorio. La experiencia dolorosa de cómo los delincuentes actúan, obligó a esta demanda. Se trataba de evitar algún incidente.

Isabel Ayala Nava fue la última esposa del extinto guerrillero, quien secuestró al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y murió en un enfrentamiento con militares en la sierra de Atoyac de Álvarez. En los primeros meses de este año, dos de sus hermanos también fueron asesinados, a partir de ahí la familia Ayala Nava exigió que se esclarecieran los crímenes e inició con ello una cadena de amenazas anónimas.

Isabel Ayala tenía 13 años de edad cuando se convirtió en pareja sentimental de Lucio Cabañas, quien era 20 años mayor que ella. Durante mucho tiempo se la conoció como Carmen. Le sobrevive Micaela, la hija de Lucio e Isabel, quién previno a las organizaciones para exigir a las autoridades protección a los familiares, ¿de qué se trata este país? También ella pide el esclarecimiento de este crimen.

Carmen, como otras muchas mujeres del Partido de los Pobres (PDLP) que encabezó el profesor Lucio Cabañas, fueron mujeres que participaron en sus pueblos. Carmen (Isabel) pertenecía a un núcleo de unas 20 mujeres que creyeron en la lucha clandestina, como forma de cambiar al país. Algunos de sus nombres insurgentes son: Sofía, Martha, Rosario, Estela, Hortensia, Nidia y Beatriz. En el mes de noviembre de 1973, Lucio conoce a su última compañera sentimental en la comunidad de Santa Rosa. El buen Lucio se enamora fervientemente de una jovencita llamada Isabel Ayala Nava, la cual es veinte años menor que él.

Isabel le corresponde sin pensarlo dos veces. Se vota en asamblea su ingreso al PDLP, es bienvenida y su nombre de guerra será en adelante el de Carmen. Llega a participar en acciones militares, como una combatiente más durante cuatro meses. Luego, Lucio se entera de que está embarazada. Esta situación los separa físicamente. No me puedo imaginar a la casi niña guerrillera y embarazada, luego sola. Son las cosas que nos indignan sistemáticamente de la condición femenina.

Dicen los amigos de Lucio que la situación "lo entristece", pero él sigue su camino. Desde esa separación Isabel es enviada con su madre a una colonia popular de Acapulco. Lucio Cabañas murió sin saber que Isabel dio a luz a una niña que recibió el nombre de Micaela.

¿Y qué pensaba Isabel? aprovecho para reproducir un testimonio de está valerosa mujer que fue ultimada este domingo, a los 53 años y que se publicó hace años en un periódico del PDLP, llamado Madera:

"Mi nombre es Isabel Ayala Nava y hoy hablaré de Lucio Cabañas, el hombre, pues todo mundo habla del guerrillero. Yo conocí mas al ser humano que había dentro de ese ser que llaman guerrillero. Era un hombre justo en toda la extensión de la palabra. También era muy noble, pero muy estricto en las reglas que había dentro del grupo, pero entre lo estricto también era justo con todo y con todos.

"La causa por la cual decido escribir estas líneas es para recordar y darle reconocimiento al hombre que luchó porque hubiera justicia para los pobres.

"Yo me enamoré del hombre, no del guerrillero; fue mucho después que realmente me di cuenta de quién era mi compañero. Para mí fue algo muy especial porque me mimaba, me cuidaba.

"Recuerdo cuando nos conocimos, ellos llegaron a la comunidad y se reunieron en la cancha deportiva, luego llamaron al comisario de la comunidad y le pidieron si los podía apoyar con la comida. Todos se repartieron en diferentes casas y de casualidad Lucio se vino a casa de mis padres, donde, claro, estaba yo.

"La verdad, desde que nos vimos hubo una química mutua, tanta que platicamos y después de varios días decidimos fugarnos.

"Voy a relatarles un día dentro del grupo; no voy a escribir cosas que muchos han dicho o escrito. Yo voy a decir qué era para mí especialmente o de manera particular, porque muchos pueden y han hablado sobre lo que fue su vida como guerrilleros las cosas y problemas que pasaron dentro y fuera del grupo.

"Para mí hablar de un día dentro del grupo no quiere decir que no haya tenido contratiempos estando en la sierra, pues claro que los tuve, y muchos, sobre todo con varias compañeras.

"Probablemente no fui de su agrado, pero no había de otra. Yo fui la elegida de su comandante, sobre ese detalle no podían hacer nada.

"Recuerdo un día que me enfermé. Yo no sabía que estaba embarazada, posiblemente él sí se dio cuenta. Casi no comía, tenía mucho vomito, no podía levantarme y así estuve durante varios días. Lucio se preocupó mucho, pero no podía hacer nada; sólo me cuidaba y me daba lo que yo necesitaba.

"Como casi no comía, Lucio me preguntó “¿qué se te antoja de comer, chiquita hermosa?”, para ver si con eso lograba mejorar. Entonces me imagine una comida que me agradaba mucho y le dije si hubiera eso (le especifique qué era) yo me lo comería. "Me contestó “¿de veras te lo comerías?”. Yo le contesté que sí.

"La verdad no sé cómo le hizo, pero al segundo día ya estaba lo que yo le había pedido. La verdad es que desconocía si estábamos cerca de algún poblado, ya que yo había perdido la noción del tiempo y de la orientación.

"Lo que yo sí tengo que decir del hombre justo, valiente y humano que fue Lucio Cabañas, es que todo el tiempo que compartimos juntos yo me sentí querida, mimada, amada y protegida por el hombre más valioso que ha existido en los últimos tiempos en nuestro país."

Las mujeres somos esas que rescatan el lado humano y somático de los hombres que mandan, arman un partido o deciden enfrentar al poder con las armas. De todas maneras hombres que son eso, con todo el peso de la historia del patriarcado. En estos tiempo un hombre 20 años mayor, que enamoró a una niña de 13 años, hace 40 ya, hubiera sido condenado por quienes defienden los Derechos Humanos. Pero Carmen, muerta porque buscaba al asesino de su hermano y quién sabe que otros sinsabores lo recordó como un hombre que mima y ama. Finalmente su muerte ha servido para recordar que en Guerrero no hay paz, ni justicia, hace cientos de años.

saralovera@yahoo.com.mx